Análisis de Plan B.

Por qué se fue Masisa, empresa que hizo escuela en Argentina

El experto en temas forestales Gustavo Cetrángolo, analiza la reciente venta de Masisa Argentina a Central Puerto por 70 millones de dólares, en lo que fue una de las operaciones más importantes en el sector en los últimos años. Marcado por la salida de un jugador experto con años de trayectoria y el ingreso de importantes empresarios argentinos sin expertise en el rubro.

Por qué se fue Masisa (Forestal Argentina SA) de Argentina

Por Gustavo Cetrángolo *

Mi relación con MASISA (Forestal Argentina) comenzó en los 90 cuando era gerente comercial forestal de Perez Companc SA.

Negociamos la venta de un activo forestal no estratégico para la empresa, el establecimiento Santo Domingo, ubicado en la localidad de Tapebicuá, Corrientes.

Fue uno de los primeros campos que compró la empresa en su desarrollo para convertirse en una de las principales empresas forestoindustriales de la Argentina.

A partir de ese momento mantuvimos una relación muy buena como colegas, inclusive analizando una alianza estratégica comercial donde ellos ponían los tableros y nosotros madera aserrada y compensados. Esta alianza no pudo concretarse, pero posteriormente MASISA abrió la red de PLACACENTROS.

MASISA es la primera empresa en Argentina que hizo un verdadero marketing de los productos de madera, hizo escuela en nuestro país.

Ya en el 2005 fui contratado por ellos para hacer la prefactibilidad de un proyecto de aserradero de eucalipto que finalmente no se concretó debido a la baja rentabilidad y la informalidad de un mercado que estaba muy ávido de materia prima. Era más rentable vender los rollos a cerca de 90 industrias que invertir en una industria propia.

Masisa Argentina vendió sus operaciones industriales (tableros) al grupo EGGER en 2017 y se quedó con las forestaciones, de las cuales se desprendió hace unos días al vender a CEntral Puerto 70 mil hectáreas.

MASISA Argentina fue siempre una unidad de negocios rentable para el grupo, se han llegado obtener en los picos, una tasa interna de retorno (rentablidad) del hasta el 21% en dólares en la inversión en eucaliptos.

Por el lado de la industria, con plantas de alta tecnología en la fabricación de tableros de partículas y MDF, integrada con la fabricación de adhesivos y con pocos competidores, también fue una de las unidades más rentables del grupo.

El resultado lo muestra en lo rápido que pudo ser vendida en 2017 al grupo EGGER de Austria en u$s155 millones de dólares.

Todos se preguntan qué pasó con MASISA que abandona Argentina y como va a impactar en el sector forestal su venta a CENTRAL PUERTO. Trataré de dar mi explicación.

En la década pasada MASISA, controlada por Grupo Nueva, que a su vez está ligado al filántropo y ambientalista suizo Stephan Schmidheiny, tuvo un cambio de conducción a nivel CEO.

La empresa en su afán de ser líder en la producción de paneles en el mercado latinoamericano comenzó el desarrollo de nuevos proyectos donde especialmente tres fueron un fracaso: la unidad de Venezuela, el proyecto Montenegro en el sur de Brasil y el del norte de México.

Estos dos últimos no tenían materia prima asegurada, y especialmente en el de Brasil, se utilizó una tecnología para un producto híbrido entre MDF y tablero de partículas, el MDP. Brasil es un país donde hay fuerte competencia entre varios grupos de productores de paneles reconstituidos.

Estos proyectos fueron un fracaso. Para realizarlos MASISA se endeudó fuertemente, las expectativas de rentabilidad no se cumplieron y se llegó a un nivel de deuda de 900 millones de dólares. El directorio de la empresa pensó que el principal accionista iba a ir en rescate de la empresa, pero este le soltó la mano.

A partir de ese momento MASISA (que es una empresa pública que cotiza en Bolsa) inicia a nivel global un plan de desinversión.

En Argentina, como dije antes, vendió su industria al grupo EGGER en 2017, quien compro  por el buen nivel de rentabilidad. 

En Brasil, al grupo ARAUCO pagó u$s 103 millones y en México ARAUCO pagó u$s 245 millones.

Le quedaron dos grandes activos forestales, el de Chile y el de Argentina, bajo una fuerte presión de los Bancos para ser vendidos.

En junio de 2020 la deuda ya había bajado a 483 millones de dólares. Los activos forestales de Chile se vendieron en el 2020 en unos 350 millones de dólares y la deuda bajó a unos 162 millones de dólares.

Quedaron los activos forestales de la Argentina sin vender con la restricción de la Ley de Extranjerización de la Tierra por la cual el comprador debe ser una empresa argentina con al menos el 51% de capital nacional.

Los grandes jugadores locales del sector forestal (Arauco y Bosques del Plata -Grupo CMPC-, ambos de Chile) no pueden acceder a la compra y el resto son productores con baja capacidad para comprar estos activos.

Finalmente, la operación se cerró a un valor de remate: 72 millones de dóles depositados en una Banco de Nueva York por un total de 72.000 has de tierras con 43.000 has de ellas plantadas con muy buenas forestaciones de pino y eucalipto.

En síntesis, MASISA se va de Argentina por problemas propios de la gestión que comenzaron en el año 2017 a nivel global. Argentina fue un muy buen negocio desde los 90 para MASISA. 

La pregunta que nos hacemos todos es que hará CENTRAL PUERTO con esos activos, si realmente piensa utilizarlos para abastecimiento de proyectos industriales en los que invertirá o simplemente, esperará, que en los ciclos recurrentes de la economía argentina las cosas cambien y vender los activos haciendo una importante diferencia. El tiempo nos dará la respuesta. Habrá que esperar los primeros movimientos.

*Gustavo Cetrángolo es ingeniero agrónomo, fue ejecutivo de compañías forestales como Forestadora Mecanizada, Resinas Misioneras, Perez Companc. Fue Subsecretario de Tierras y Bosques de Misiones, tiene una empresa dedicada a la exportación de resina y es consultor en numerosos proyectos del sector para empresas nacionales y del exterior. Además, es columnista de Plan B.

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