Opinión.

Digan lo que digan, hoy y siempre: “Nunca Más”

Hoy 24 de Marzo de 2024 se cumple 48 años del último golpe cívico militar y es también el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.

La fecha fue establecida en el año 2002 por Ley de la Nación 25.633, cuyo artículo 1º establece: “Institúyase el 24 de marzo como Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia en conmemoración de quienes resultaron víctimas del proceso iniciado en esa fecha del año 1976″.

Y esta es una fecha especial para reflexionar sobre lo que ocurrió en la última Dictadura Militar.

El kirchnerismo cansó a mucha gente con la utilización política de los Derechos Humanos y de las organizaciones que lucharon en los años difíciles.

Tergiversando la historia, negando por ejemplo el papel heroico de Raúl Alfonsín en la ejemplar condena a las cúpulas militares tan bien contada por la película “Argentina 1985” u ocultando interesadamente el papel que tuvieron ellos mismos durante esos años.

nunca mas
nunca mas

Bien cerquita de las cúpulas militares y de los negocios inmobiliarios, avalando con silencios cómplices y quizás interesados.

El kirchnerismo también repartió dinero de los fondos públicos a diestra y siniestra para “comprar” a organizaciones como Madres o Abuelas de Plaza de Mayo, ONGs, movimientos sociales y militantes.

Cristina Kirchner también “endiosó” a las organizaciones terroristas como Montoneros o el ERP, y utilizó toda la maquinaria propagandística y los recursos del Estado para imponer la idea de que fueron héroes idealistas.

Generando un rechazo silencioso de amplios sectores de la sociedad: nadie quiere ser cancelado o tildado de golpista o “pro milico” por expresas sus disidencias con esta idea.

Un país pendular

La Argentina es un péndulo y a toda acción, después viene una reacción.

El actual Gobierno Nacional encabezado por Javier Milei cuestiona que haya habido “30.000 desaparecidos”.

También celebra hoy el Día Nacional de la Memoria con un video protagonizado por el periodista y ex jefe de la SIDE, Ricardo “Tata” Yofre, un estudioso de los años 70 que con sus libros dejó bien en claro que el Golpe Militar nació o emergió de un reclamo de amplios sectores de la sociedad y que los movimientos como Montoneros o el ERP fueron sanguinarios y dejaron una estela de víctimas “del otro lado”.

La vicepresidenta Victoria Villarruel es una gran defensora de los militares y su padre fue un militar veterano de Malvinas.

Reivindica a las Fuerzas Armadas y recuerda que la Memoria debe ser “completa”, en alusión a que se debe recordar que los militares persiguieron a terroristas que mataron inocentes.

Pero la verdad es que Villarruel y muchos como ella, no piensan realmente eso: Ellos piensan que los militares son héroes injustamente tratados, pero no lo van a decir tan abiertamente.

La foto que acompaña a esta nota muestra a la primera Junta Militar: Massera, Videla y Agosti.

Esos militares no fueron inocentes y mucho menos, héroes.

Cuando se hicieron de todo el poder un 24 de marzo de 1976, actuaron y se sintieron como se ve en la imagen: amos y señores.

Dueños de las vidas y el destino de miles de personas, no sólo de jóvenes rebeldes que se acercaron a organizaciones terroristas, sino también de estudiantes, obreros, simpatizantes de causas, y cualquiera que para ellos “olía a comunista” o a “zurdito” como diría hoy nuestro presidente Javier Milei.

Con una fuerza extraordinariamente desproporcionada, desataron el terror sobre inocentes con el poder del Estado, como tan bien relata en la película “Argentina 1985” el testimonio de algunas víctimas, sobre todo el de Adriana Calvo, la mujer a la que hicieron parir en el asiento de atrás de un Falcon, con los ojos vendados. Y ese no fue un hecho aislado.

Las cúpulas militares ordenaron, fomentaron y permitieron el horror, los centros clandestinos de detención o campos de concentración. Permitieron que hombres perversos tuvieran manos libres para violar, asesinar y tirar los cuerpos de sus víctimas al mar.

Además, como si fuera poco, los militares fundieron el país, implementaron una política económica ultra liberal que provocó el cierre de miles de fábricas, e hicieron crecer exponencialmente la deuda externa.

No conformes con eso, fueron a la guerra con Inglaterra por Malvinas, no ya esta Junta Militar que se muestra en la foto, sino la encabezada por Leopoldo Galtieri.

Galtieri más tarde sería condenado por los propios militares, no por la represión ilegal, sino por su “negligente” conducción de la guerra de Malvinas.

Fueron tan pésimas sus decisiones, la cobardía con la que actuaron (sabedores de que ellos no fueron a poner el cuerpo para recibir los golpes de la potencia a la que despertaron) y la impericia con la que planificaron y ordenaron todo, que fueron condenados por los mismos militares.

Es decir, no sirvieron ni para hacer la guerra, tamaña su corrupción ética y moral. Generales de escritorio, ensoberbecidos por el poder y la impunidad absoluta que da el terror, en una Dictadura que comenzó un día como hoy, hace 48 años.

Un gran ejemplo de esa cobardía es Alfredo Astiz, infiltrado en Madres de Plaza de Mayo y entregador de las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet.

Es decir, Astiz no se infiltró en Al Qaeda o en las filas de ETA (la organización terrorista vasca) o en algún lugar donde su pescuezo corriera peligro, como se ve en cualquier película de suspenso y espías.

Luego, cuando le tocó ir a la guerra, Astiz se rindió en las islas Georgias sin tirar un solo tiro. Qué sorpresa.

Es cierto que todo el mundo esta cansado del kirchnerismo y su corrupta apropiación de la causa de los Derechos Humanos, así como de su permanente ideologización y exageración.

Pero tampoco hay que olvidar la foto de estos tres que durante unos años fueron amos y señores, y bajo cuya conducción, se persiguió y asesinó a inocentes. Todo en nombre del Estado.

Una buena manera de recordar qué paso el 24 de marzo, qué proceso comenzó, es mirar la genial película de Santiago Mitre (con participación destacada del productor misionero Santiago Carabante).

Es difícil no emocionarse con las palabras de Ricardo Darín, en la piel de Ricardo Strassera: “Señores Jueces, Nunca Más”.

Plan B/ 24-3-2024

 

 

 

 

 

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