Opinión.

Opinión: El dilema de elegir entre fideos con manteca o arroz el domingo 19/11

Por Martín Boerr

A una semana del crucial balotaje entre Sergio Massa y Javier Milei, el dilema de millones de argentinos parece ser elegir a un “malo conocido” o un “loco” que promete cambios profundos, de fondo, aunque sin ninguna garantía.

Es como si a alguien este domingo lo invitaran a comer y le dieran a elegir entre arroz o fideos con manteca. “Elijo arroz”, dice el invitado. “¿Pero cómo queres comer arroz un domingo?”, le retruca el anfitrión. “Me gusta menos los fideos con manteca”, dice el otro, resignado.

El día miércoles 14 de agosto salimos a la Plaza 9 de Julio y paramos al azar a unas 40 personas para consultarles sobre el sorpresivo resultado de las primarias, que llevó a Javier Milei a convertirse en la figura excluyente de la política argentina (hasta las generales).

La palabra que todos repetían, para explicar la sorpresa, es que todo el mundo ve en Milei el “cambio”. Incluso puede ser un cambio que es un salto al vacío y con resultados inciertos.

Pero se respiraba aquel día una electricidad en el ambiente, una expectativa importante, como si la sociedad hubiera enviado un mensaje muy claro a la clase política que viene gobernado desde hace 40 años la Argentina.

El martes 24 de octubre salimos a hacer la misma pregunta, sobre el también sorpresivo triunfo de Sergio Massa en las generales.

La palabra predominante entonces fue “sorpresa”. Y en ese sondeo entre el público, lo que se imponía era un sentimiento de resignación y realismo.

Sondeo en la Plaza 9 de Julio después de las elecciones del 22/10 donde se impuso S. Massa

Como si el sueño de votar un outsider que prometía cambios de fondo se hubiera hecho añicos contra la realidad, y ahora se trata de ungir a Sergio Massa como próximo Presidente y rezar para que haya escuchado el reclamo de “cambios”.

Si algo tiene esta elección del próximo domingo 19 de noviembre es que nadie elegirá a un candidato enamorado de sus virtudes o de sus promesas.

Desde el 22 de octubre para acá, la ilusión de “cambio” que despertaba Javier Milei se fue desdibujando entre el miedo a las políticas radicales del Libertario, la pirueta de su alianza con los Macri y Bullrich (a quien llamaba “asesina” un par de días antes) y la carencia de equipos técnicos o al menos una trayectoria como economista sólida.

A no engañarse. Milei se hizo en los estudios de televisión, encontrando el mensaje y el tono adecuado que calara hondo en una sociedad harta de los políticos y en especial, del populismo.

Del otro lado está Sergio Massa, que en poco más de un año no fue capaz de acumular reservas en el Banco Central, a pesar de que ajustó y ajustó el cepo cada vez más, ni de contener una inflación en torno al 100 por ciento anual como la del año pasado.

¿Qué ilusión puede despertar Sergio Massa a partir del 10 de diciembre con la banda presidencial?

Probablemente Sergio Massa sea promesa de un gobierno peronista alejado del kirchnerismo-camporismo, más de centroderecha y que llegará con algún tipo de ajuste bajo el brazo pero con mayor sensibilidad social entre los más pobres, dirán los defensores del tigrense.

Es el salto al vacío, sin ninguna garantía, o la resignación de votar a más de lo mismo.

Es como si te invitaran a comer el domingo, pero en el menú no hay asado o unos buenos ravioles. Es elegir entre arroz o fideos con manteca.

¿Cuál de los dos te gusta menos? Entonces, votá al otro.

Sondeo después de las PASO del 12/8 en donde se impuso Javier Milei

 

 

Plan B/ 11-11-2023 / Con videos de Juan Gutierrez.

 

 

 

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