Opinión.

Como Alto Paraná hace 50 años, Ley Ómnibus contempla régimen para atraer grandes inversiones forestales

Por Gustávo Cetrángolo *

Un tema que está pasando desapercibido, por su impacto en el sector forestal, es el nuevo régimen de promoción de inversiones en la ley ómnibus que envió el Poder Ejecutivo al Congreso.

El denominado RIGI (Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones) incluye al sector forestal en el mismo.

Lo hace junto a otros grandes y críticos sectores de la economía nacional. Esto sería una novedad para el sector, ya que el último régimen de promoción para las grandes
industrias forestales se dio en el año 1974, donde la ex Alto Paraná (actual Arauco) fue la última gran inversión en el sector celulósico en nuestro país.

Los que hemos estado en la negociación de este tipo de proyectos, siempre vimos la necesidad de contar con un régimen de promoción para estas inversiones, cruciales para cerrar en forma virtuosa la cadena de valor del sector forestal.

Las razones de la necesitad de un RIGI se deben al muy elevado monto de estas inversiones (mayores a u$s 2.000 millones), ser capital intensiva, y necesidad de captar a grandes empresas internacionales.

Debido a situaciones como reiterados defaults de deuda pública que generan la imposibilidad de retornos de los dividendos a sus matrices para que paguen los créditos con los bancos que las financiaron, es necesario un régimen que garantice esos pagos.

El RIGI contiene un articulado que entiende bastante bien cuales son los incentivos que necesitan este tipo de inversiones.

– Libre disponibilidad de divisas de sus ventas al exterior, envío de dividendos y pagos a partir del tercer año de producción.

-Se reduce el Impuesto a las Ganancias del 35% al 25 %.

Por qué se fue Masisa, empresa que hizo escuela en Argentina

-Amortización acelerada, ajuste por inflación, deducción de quebrantos de un período para otro.

-Respecto al IVA aplica un sistema de “certificados de crédito fiscal” que reemplaza el sistema de “devolución de IVA” como sistema de promoción. Estos certificados son
habituales en otros países, como Uruguay y Paraguay en toda su economía. Debemos recordar que el Estado es un incumplidor crónico en la devolución del IVA o es licuado por la inflación.

-Estabilidad aduanera, cambiaria y tributaria por 30 años.

Si esta sencilla normativa es promulgada, abre una inmensa oportunidad para innumerables proyectos de inversión en nuestro sector en áreas como la de celulosa, papel, generación de energía, tableros de madera etc.

Esto es algo que no se ha dado desde hace casi 50 años y por lo que ha luchado el sector desde hace tiempo.

*Gustavo Cetrángolo es Ingeniero Agrónomo, consultor en proyectos de inversión forestal, ex ejecutivo de Pecom Forestal y empresario del sector. También es columnista de Plan B en temas forestales.

 

Loading