Alfredo Schiavoni.

¿Reclamo salarial o revisión del modelo?

Por Alfredo Schiavoni

La Renovación se jactó siempre de pagar en término los sueldos de la administración pública.

Y es verdad, el último viernes de cada mes depositan los sueldos, independientemente del valor de los mismos.

Pero detrás del reclamo de policías, docentes, salud, justicia, Emsa, etc., subyace algo más que el magro poder adquisitivo de esos salarios.

En efecto, desde hace mucho tiempo, y en función de una política impositiva errónea, las inversiones privadas prefieren Corrientes en lugar de Misiones.

En consecuencia, no se generan puestos de trabajo genuinos en el sector privado hace años.

La política implementada por la Renovación, de matriz kirchnerista, solo alumbra un capitalismo de “amigos”, obviamente reservado para unos pocos.

En este contexto, el modelo renovador, estableció un statu quo de mediocridad y pobreza.

La dinámica económica provincial funcionó siempre aprovechando las coyunturas, sin políticas de fondo que aseguren un desarrollo sustentable. Apostando a las ventajas del tipo de cambio, a la obra publica con financiamiento nacional, o a exprimir con impuestos de cobro compulsivo al sector privado y a los consumidores.

En más de 20 años de gestión, con prácticamente la suma del poder público, el gobierno renovador no quiso, no supo o no pudo definir un modelo de desarrollo para Misiones, que genere puestos de trabajo por fuera del Estado.

Por contrario imperio, es el gobierno la principal expectativa laboral de los misioneros. En blanco o en negro, pues existen infinidad de monotributistas que solo le facturan al Estado provincial.

Las supuestas visiones estratégicas, tan profusamente publicitadas, no se concretaron en políticas publicas efectivas. Significaron más bien un enorme despilfarro de fondos públicos con más pena que gloria.

La famosa y millonaria obra de la cruz de Santa Ana que iba a revolucionar el turismo, el boom de los biocombustibles a partir de la Jatropha, Agua De Las Misiones, la Biofábrica, Marandú, el INFOPRO, Misiopharm, LUG, Faniot Hamelbot, Silicon, etc.

Estas, y muchas otras supuestas visiones estratégicas, constituyen más bien un conjunto de malos negocios de un estado bolichero, antes que un modelo de desarrollo provincial.

Las consecuencias de estos errores en la opinión pública se ocultan a través del gasto millonario en el multimedios canal 12, en troles y en pauta.

Ahí se vive un eterno carnaval. De nuevo más recursos públicos mal invertidos. Pretenden hacerle a Rovira el diario de Irigoyen.

Lo que hoy expresa la crisis de los salarios es el reflejo de no haber priorizado un modelo de desarrollo con base en el sector privado, aprovechando las ventajas comparativas que ofrece nuestra provincia.

Los recursos mal gastados en ideas erróneas, en promover un capitalismo de amigos, y en establecer un relato único, si se hubiesen volcado a promover y afianzar actividades productivas reales, permitirían tener un estado provincial moderno, ágil y eficiente, bien dimensionado y con agentes públicos bien remunerados. Lo que está en crisis es el modelo y ya no pueden echarle la culpa a nadie. Cuanto más gastan en sostener el relato, más se alejan de la gente.

*Alfredo Schiavoni, ex diputado nacional de Juntos por el Cambio

 

 

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