¿Usted se endeudaría en dólares para pagar la cuota del colegio de sus hijos o la prepaga, pudiendo endeudarse en pesos, recortar otros gastos o incluso emitir? (Porque el gobierno bajó la emisión, pero lo que no dice es que sigue emitiendo).
El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo acaba de recibir el permiso del presidente Javier Milei, para volver a poner en práctica una operación que se desaconseja en el mundo de la administración pública y la economía: tomar deuda en dólares para pagar gastos corrientes en pesos.
Esta vez, con los mercados cerrados hasta que no se abra el cepo, tomará 400 millones de dólares de un organismo multilateral para pagar planes alimentarios a padres y madres que reciben la AUH.
Caputo hizo de esta práctica un clásico que entró en crisis en el gobierno de Mauricio Macri, cuando era secretario de Finanzas del entonces ministro Alfonso Prat Gay.
Entre 2016 y principios de 2018 lanzó numerosas emisiones de bonos en dólares para costear el déficit fiscal de la Administración Pública en pesos.
En una política que recibió el nombre de “gradualismo”, pero no fue otra cosa que un eufemismo para ocultar que se estaba pateando para adelante los ajustes que hoy está haciendo Milei de manera mucho más brutal.
El final es conocido: en mayo del 2018 el mercado dijo “basta”, los inversores sospecharon que la Argentina no iba a poder pagar esos compromisos y comenzó una corrida cambiaria y fuga de capitales que terminó con el pedido de asistencia al Fondo Monetario Internacional.
Boletín Oficial
Con los mercados voluntarios de deuda cerrados hasta que la Argentina no levante el cepo cambiario y muestre algo de fortaleza económica, Caputo esta vez le pedirá los dólares al Banco de Desarrollo de América Latina (CAF, por sus siglas).
¿Para qué toma el dinero? Para pagar la Tarjeta Alimentar, la ayuda social mensual que se le entrega a los sectores más vulnerables y hoy está a cargo del Ministerio de Capital Humano, que dirige Sandra Pettovello.
La prestación alimentar está destinada a madres o padres con hijos de hasta 14 años inclusive que reciben la Asignación Universal por Hijo (AUH), embarazadas que cobran la asignación por embazo, personas con discapacidad que reciben la AUH y madres con siete hijos o más que reciben pensiones no contributivas.
Para mayo, los montos de la Tarjeta serán de $48.125 para las que perciben la Asignación por Embarazo y familias con un hijo; de $75.468 para familias con dos hijos; y de $99.531 para familias con tres o más hijos.
El Gobierno acordó con CAF, banco que tiene su sede en Caracas, capital de Venezuela, que el préstamo tendrá un plazo de 15 años y que durante los primeros tres años la Argentina contará con un “período de gracia” por el cual no deberá abonar intereses ni amortizaciones (pago sobre el total prestado).
La tasa de interés que deberá afrontar el país resultará “de sumar el SOFR al plazo aplicable y un 2%” adicional. El SOFR es una tasa de interés publicado por la Reserva Federal de Estados Unidos, que en la actualidad se ubica en el 5,31%.
Es decir, que el tipo de interés que afrontará la Argentina estará un poco por encima del 7% en dólares.
La Argentina, además de los intereses, deberá abonar la devolución del monto total en 25 cuotas semestrales a partir del mes número 36 (tercer año) desde la firma del convenio. El contrato sugiere que los montos de las cuotas sean “en lo posible iguales” para que no haya un desfasaje entre ellas.
El contrato subraya la obligación de la Argentina de “utilizar los recursos del préstamo exclusivamente para los fines previstos” en el contrato y alerta “no utilizar directamente ni por conducto del organismo ejecutor los recursos del préstamo en actividades relacionadas, directa o indirectamente, con lavado de activos, ni con el financiamiento del terrorismo, ni por personas naturales y/o jurídicas relacionadas a las mismas, ni en relación con prácticas prohibidas”.
Plan B/ La Nación / 27-4-2024