Hoy en la votación de la Ley Bases, por una presión muy fuerte de la Coalición Cívica y de las provincias tabacaleras, como Misiones, finalmente logró introducirse una modificación en los impuestos internos al tabaco que debería beneficiar al FET.
Pero lo más insólito es el poder de lobby invisible que desplego Pablo Otero, el dueño de la Tabacalera Sarandí que no paga la mayor parte de los impuestos al tabaco gracias a medidas cautelares y medidas oficiales (sobre todo en el gobierno de Macri) que lo beneficiaron, perjudicando a los productores que cobran un “empobrecido” FET.
Otero logró, una y otra vez, que los legisladores sacaran de la discusión de la Ley Bases el capítulo tabacalero, favoreciendo el statu quo que lo beneficia.
Se podría decir, a juzgar por cómo votaron, que le temen mucho más a Otero que a un escrache de Milei, como sucedió cuando se cayó la primera versión de la Ley Bases o Ley Ómnibus en febrero pasado y el presidente salió a repartir pases de facturas por todos lados y a escrachar a los que votaron en contra.
Pues bien, la “mano invisible” del Señor del Tabaco parece tener mucha más influencia que la de Milei.
¿Qué pasó hoy?
Hoy, gracias a una fuertísima presión, logró reintroducirse este capítulo en la Ley. Pero estuvo a un pelo de volver a caerse o quedar afuera.
La forma en que fue votado, con la enorme cantidad de abstenciones y rechazos, dejó de manifiesto el poder de este empresario cuyo patrimonio creció exponencialmente en los últimos años y que parece tener en el bolsillo a “medio Congreso”. En especial a legisladores de Juntos por el Cambio y LLA.
Pero es bueno comparar cómo se votó la Ley Bases en general y ver cómo se votó en particular el capítulo tabacalero.
La Ley Bases contó con 140 votos a favor, 103 en contra y 6 abstenciones.
¿El capítulo tabacalero? El resultado fue 82 votos afirmativos, 77 negativos y 69 abstenciones.
Es decir, el lobby de Otero logró primero dejar afuera de la Ley Bases las modificaciones que perjudicarían a su empresa, y luego ya con el capítulo reintroducico, casi logra torcer la votación a su favor.
Cabe recordar que fue una sesión maratónica donde todos los artículos fueron aprobados. Pero ninguno estuvo tan cerca de rechazarse como este.
En líneas generales, La Libertad Avanza y Pro votaron en contra (o en favor de mantener el régimen que beneficia a Otero), mientras que los diputados de bloques provinciales y la Coalición Cívica (quienes propusieron la introducción del capítulo) votaron a favor de reformar el régimen impositivo, mientras que la mayor parte de la izquierda y el Frente de Todos se abstuvieron, contó la periodista Camila Dolabjian en el diario La Nación.
En 2016, Tabacalera Sarandí, que en ese entonces tenía una mínima porción del mercado de cigarrillos, consiguió una cautelar en la Justicia para no pagar el impuesto interno, argumentando que la colocaba en desventaja frente a las grandes, que tenían el 96% del mercado.
Sus fundamentos eran que la aplicación del tributo la dejaría en la quiebra y la industria se monopolizaría por completo.
A esta le siguieron otras pymes tabacaleros. Hoy, conforman el 40% del mercado, de acuerdo con estimaciones privadas.
Sarandí pasó de apenas 2% al 25% de las ventas y el capital de Otero, su dueño, comenzó a ser cuestionado.
Debía haber regido la excepción hasta mayo de 2021, cuando la Corte Suprema dejó sin efecto la cautelar hasta que se resuelva la cuestión de fondo, lo que todavía no ocurrió.
El saldo a favor para la AFIP se calculó –de manera retroactiva– en $40.000 millones de ese entonces. Pero el Estado nunca ejecutó la orden a su favor.
Tampoco exige que paguen el impuesto mínimo hoy, como deberían de acuerdo con el máximo tribunal, en parte porque las empresas consiguen otras cautelares en otros juzgados.
El patrimonio de Otero creció exponencialmente. Él y su familia tienen, al menos 19 sociedads, en todo el mundo.
En la Argentina, sus empresas más relevantes son Tabacalera Sarandí y Grupo Madero Sur, con el que controla a la primera y realiza inversiones en otras áreas (medios de comunicación).
También controla Global Race, vinculada al automovilismo; Punt Vermell (producción y comercialización de obras y espectáculos) y Crossfinder SA (servicios de consultoría e informática). Casi todas comparten domicilio en Puerto Madero.
Como reveló el también periodista de La Nación, Hugo Alconada Mon, la unidad antilavado (UIF) alertó a la Justicia federal que la fortuna que acumuló Otero, “el Señor del Tabaco” no sólo proviene de la evasión recurrente y sistemática de impuestos que se prolongó durante años, sino que además resulta sospechosa.
Más aún, reportó que su origen sería ilícito y expuso sus vínculos con un clan criminal, según surge de una copia de ese informe reservado que llegó a los tribunales de Bahía Blanca y obtuvo el diario La Nación.
El texto que resultó aprobado hoy consta de siete artículos, incrementa el impuesto al 73%, del 70% actual, y establece que el precio de venta sobre el cual se tributará será determinado por la AFIP con actualización trimestral en base al IPC que reporte el Indec.
También establece requisitos para el transporte del tabaco que hoy no están siendo cumplidos por Sarandí.
Plan B/ La Nación / 30-4-2024
