La cementera argentina Loma Negra está a punto de cambiar de dueño, del actual control de la brasileña Camargo Correa, la empresa que fue de Amalita Fortabat pasaría a la Companhia Siderúrgica Nacional (CSN), un gigante del acero de Brasil.
CSN firmó un acuerdo de exclusividad para negociar la compra del 100% de la cementera que durante años controló la familia Fortabat, informó hoy el diario La Nación.
Si bien no se reveló el monto de la operación, rondaría los 700 millones de dólares, informó el matutino.
De esta manera, los brasileños se impusieron en la licitación privada de la que también estaban participando otras empresas como Votorantim Cimentos de Brasil y el tándem de los empresarios argentinos Marcelo Mindlin y Daniel Sielecki.
Historia
Loma Negra es la compañía líder en la producción y comercialización de cemento en la Argentina, con una participación de mercado cercana al 45%. La empresa está cerca de cumplir 100 años -nació en 1926, de la mano de Alfredo Fortabat- y es una de las compañías argentinas con mayor reconocimiento público.
De la mano de Amalita Fortabat -la viuda del fundador- la empresa consolidó su crecimiento, sumando plantas de producción en San Juan, Neuquén y la provincia de Buenos Aires. Fue muy importante aportando cemento para la construcción de la represa de Yacyretá, entre otras obras trascendentales de la región.
Amalita se hizo cargo de Loma Negra en 1976 y bajo su conducción la empresa triplicó su patrimonio en pocos años, convirtiéndose así en la mujer más rica y una de las más poderosas de la Argentina. Incluso llegó a tener un equipo en Primera División, cuando el Club Social y Deportivo Loma Negra tuvo su apogeo entre 1981 y 1983 al participar de los Nacionales, contando a figuras de renombre en su plantel.
La primera gran operación
La venta de Loma Negra representa la primera mega operación concretada durante el gobierno de Javier Milei y una confirmación del interés estratégico de capitales brasileños por el mercado argentino.
La búsqueda de un comprador para Loma Negra forma parte de un plan de desinversión del grupo Camargo Correa del negocio cementero. El primer paso en este sentido lo dieron en junio pasado, cuando InterCement, la sociedad de Camargo Correa que reúne las inversiones del grupo en el negocio del cemento, se desprendió de sus filiales en Mozambique y Sudáfrica, a manos de la compañía china Huaxin Cement Co, detalló La Nación.
El mandato de búsqueda de un comprador para la empresa argentina le había sido entregada al banco JP Morgan. Los otros candidatos a quedarse con la cementera era Votorantim y Mindlin/Sielecki. En los dos casos, el interés no pasaba por el negocio en los dos países. Votorantim solo presentó una oferta por la unidad brasileña de InterCement, mientras que Mindlin y Sielecki hicieron una propuesta por la filial argentina.
Gigante del cemento
En 2005 la compañía pasó a manos de Camargo Correa, que se alzó con el control de la firma argentina a cambio de una cifra cercana a los US$1000 millones. Su debut bursátil se concretó en noviembre de 2018, cuando la cementera recaudó US$953 millones por la venta de 251 millones de acciones (que representan cerca del 49% del paquete accionario). La operación se transformó en la segunda oferta pública inicial más grande de una empresa argentina desde que YPF recaudara US$2700 millones en 1993, según precisó el libro “Las 50 de la Bolsa. Quién es quién en el mercado argentino”, del periodista especializado en negocios, Facundo Sonatti.
Plan B/ La Nación / Alfredo Sainz / 2-5-2024