Quieren ir a subsidios 0.

Tras 22 años fin de “fiesta”, el colectivo subirá 250% para los porteños en febrero y mucho más sin no se anotan en SUBE

En una de las medidas de sinceramiento más fuertes desde que asumió el nuevo gobierno encabezado por Javier Milei, la tarifa de los colectivos en Capital Federal y el Conurbano subirá un 250% desde el mes de febrero.

El boleto mínimo pasará de los actuales 77 pesos a 270 pesos, en la sección más corta (recorridos de hasta 3 kilómetros).

Pero además, se adoptará una nueva modalidad muy similar a lo que sucede en Posadas: el que no tenga registrada la tarjeta SUBE a su nombre, pagará una tarifa de 430 pesos. Es decir, más de 400% de incremento.

El Gobierno a través del Ministerio de Transporte convocó a una audiencia pública que será virtual y, como todos estos mecanismos, no es vinculante.

Para los diarios de Buenos Aires, las nuevas tarifas ya están decididas aunque resta conocer si la suba se realizará toda junta a partir de febrero o existiría cierto gradualismo hasta llegar a esas tarifas.

“Hay que ver qué impacto tiene en la inflación. Por eso, pasadas las audiencias, lo vamos a decidir”, dijo un funcionario que participó de la confección de la nueva tabla de valores del transporte metropolitano al diario La Nación. Este funcionario confirmó que la resolución está pronta a publicarse.

La suba también se trasladará a los trenes metropolitanos, muy utilizados por cientos de miles de personas que todos los días llegan desde el Norte, Sur y Oeste del Conurbano bonaerense a trabajar, estudiar, pasear, hacer trámites, etc.

Nueva normalidad

De esta forma, el Gobierno de Javier Milei da el paso más importante para desmantelar los subsidios al transporte urbano de pasajeros en la zona donde se concentró el grueso de ellos: el AMBA, que es la suma de la Capital Federal y el Conurbano bonaerense, un área que concentra a 11 de los 47 millones de habitantes del país.

El periodista Diego Cabot, especializado en temas de transporte urbano de pasajeros, explicó en una nota en el diario La Nación que hasta el año 2002, “y pese a las enormes crisis argentinas, jamás el Estado destinó un peso, o austral, para subsidiar el boleto del transporte automotor”.

Pero tras la crisis comenzó un esquema de subsidios cada vez más voluminosos apuntalados por la política kirchnerista de tener tarifas muy baratas en coletivos, luz, gas, agua, y otros servicios.

Milei quiere volver a la época pre-crisis, una época que no es tan lejana, donde los argentinos cuidaban el dinero para viajar en colectivo, a menudo optaban por caminar si el destino a donde se dirigían no era tan lejos, o calculaban cualquier actividad teniendo en cuenta el costo del pasaje.

No se trata de un país distinto, pero si anterior al kirchnerismo. La Argentina de hace 22 años.

El esquema de subsidios al transporte insumió el año pasado, unos $454.714 millones para compensar a los dueños de las empresas en todo el país, según publicó Cabot.

Menos empresas de colectivos

Según fuentes consultadas por Plan B, la nueva normalidad en el negocio de los colectivos urbanos, conllevará una concentración del servicio de colectivos en menos empresas.

En Misiones ya se está viendo, con la salida de Bencivenga a fin de mes, cuyas 4 líneas será licitadas y podrían ser tomadas por Don Casimiro.

La empresa controlada por Marcelo Zbikoski tomó el control de Oberá en los últimos dos años. En el mismo período, otras empresas salieron del negocio como ETCE.

La empresa que fundaron Ernesto Tiemesmann y José Arenhardt en Eldorado el 25 de mayo del año 1944.

Es decir, una empresa fundada dos semanas antes de que los Aliados desembarcaran en Normandía en la Segunda Guerra Mundial -y que sobrevivió a muchas crisis argentinas-, fue vendida finalmente el año pasado y adquirida por el Grupo Horianski.

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Este proceso también se está dando en otros puntos del país, potenciado porque en algunos casos, empresarios oportunistas se acercaron a un negocio fundamentalmente apalancado con subsidios multimillonarios del Estado Nacional, y ahora prefieren dejar esta actividad.

Primer aviso, con Macri

El esquema de subsidios nacionales al transporte urbano fue recortado abruptamente por el gobierno de Mauricio Macri en 2018. No fue con un plan, sino como una exigencia del FMI para desembolsar todo junto el paquete de financiamiento de 55.000 millones de dólares (a la Argentina al final le llegaron u$s 45.000 millones).

El organismo exigía déficit cero, y en forma apurada, se decidieron recortes en una planilla de excel sin tomar en cuenta las consecuencias futuras.

A partir del 2019, cuando comenzaron a regir los recortes en los subsidios, el sistema empezó a colapsar, con paros frecuentes en todo el país. El interior fue el más perjudicado porque el Gobierno Nacional se cuidó de no afectar el servicio en el AMBA, generando una fuerte asimetría entre el interior y la Capital Federal.

Al final el Gobierno Nacional aceptó seguir desembolsando cierta cantidad de dinero para subsidiar el servicio, con la condición de que las provincias y municipios también hicieran lo propio.

En Posadas la decisión del gobierno provincial fue subsidiar fuerte el boleto. La capital llegó a tener el boleto más barato del país (a 20 pesos) y el que estuvo más tiempo sin ningún tipo de retoque (casi todo 2020 y 2021), todo sin paros ni medidas de fuerza.

Pero esos tiempos cambiaron y hoy la Renovación adhiere al sinceramiento del precio del colectivo, con una Municipalidad de Posadas que afirmó en la última audiencia que el boleto debería costar hoy 1.200 pesos sin subsidios. Casi el monto que sugieren las empresas y un verdadero aviso de lo que viene.

Así se llegó hasta el gobierno de Javier Milei, con un sistema que funciona mal, paros frecuentes, recortes de frecuencias, no renovación de unidades y a partir del 10 de diciembre, un sinceramiento en las tarifas que tendrá su capitulo más importante en Buenos Aires en las próximas semanas.

Y que ya hace unos meses empezaron a sentir los misioneros.

Algunos políticos le dicen a este proceso “final de fiesta”.

Pero para un país que está en crisis económica hace 12 años, que no crece ni genera empleo nuevo y a las puertas de una hiperinflación con un salario cada día más achicado, la población que viaja en colectivo se pregunta indignada: ¿pero de qué fiesta me hablan?

Plan B/ La Nación/ Página 12/ 20-1-2024

 

 

 

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