Por Francisco “Pepi” Wipplinger
El gobernador de la Provincia, después de cinco meses de gestión ha decidido claramente que el ajuste que debería haber encarado minutos luego de asumir, lo van a pagar los asalariados provinciales, quienes en un 90% cobran sueldos que los colocan por debajo de la línea de la pobreza.
La Renovación ganó las elecciones adelantando estratégicamente las fechas de votación, porque ya sabía que en octubre la suerte sería muy distinta, tal como fue.
Entonces sabía que la gran mayoría de los misioneros comulgaban con las ideas del libertario que prometía ajuste y no más emisión.
Emisión que irresponsablemente el gobierno saliente utilizó para tratar de ganar la contienda y que nos dejó al borde de una escandalosa hiperinflación.
El Gobernador debía haber hecho los ajustes haciendo auditorías en todos los sectores del estado a fin de detectar los focos del gasto ineficiente y corrupto que les aseguro existe.
La multiplicación de funciones superpuestas, Ministerios, Secretarías y tantas otras oficinas creadas al solo fin de reclutar votantes que no tienen funciones y que deberían ser los objetivos del ajuste.
Y ni que hablar de las compras y contrataciones que hace el gobierno provincial, que dejan tremendas sospechas.
El gobierno provincial desde el comienzo sostuvo que Misiones era una provincia desendeudada y en equilibrio fiscal.
De donde el Sr. Gobernador obtiene esa información, será que lee “el diario de Yrigoyen”?.
Porque he leído un informe completo que asegura que Misiones debe a los contribuyentes el equivalente a más de 1 año de recaudación en concepto de saldos a favor de impuestos.
Y recientemente leí que el 70% de las Pymes a las que se les hizo una encuesta, respondió que tiene saldos a favor en Misiones por las retenciones anticipadas o pago “a cuenta” de Ingresos Brutos.
¿De qué desendeudamiento habla?
Y ahora frente a una protesta salarial muy amplia y que se va a acrecentar, ofrece un aumento de un magro 15% colocando al 90% de los empleados públicos en situación de pobreza ya que no alcanzan los $800.000,00 (sin contar alquiler), que se requieren para no ser pobres.
“Ah pero Milei no manda la plata…”.
También leí que el gobierno nacional manda regularmente la Coparticipación, giros que realiza diariamente a las cuentas bancarias del Estado provincial.
Lo que no manda más y lo había dicho hasta el cansancio, eran las transferencias discrecionales que no eran más que papel pintado inflacionario, para que la provincia se alinee con la Nación.
Entonces debería haber hecho gestión real y encendido la motosierra para que el ajuste recaiga sobre lo que
menos se necesitaba o donde menos dolía.
Como no lo hizo, lo debe hacer ahora negándose a reconocer reclamos genuinos porque el dinero no alcanza para pagar el altísimo costo de la luz, el transporte público, el agua y la inflación que en la provincia está fuertemente incidida por la carga tributaria, que es la más alta del país teniendo en cuenta los saldos adeudados por el fisco.
Estamos entrando en una situación de virtual quiebre de las arcas, mientras siguen leyendo los diarios de Yrigoyen, medios a la medida del poder que describen una realidad más cercana a la de Suiza que a la nuestra.
Claro que nada es gratis y se los puedo asegurar porque sé perfectamente que el diario Primera Edición solo en mayo le facturó a los distintos estamentos y empresas del Estado Misionero la friolera de más de 100.000.000 (cien millones) de pesos por publicidad.
Díganme que necesidad de contratar esto hay y así les aseguro que se multiplican los gastos innecesarios y pocos transparentes donde se debería hacer el ahorro y no sobre las espaldas de los más necesitados.
Sr. Gobernador despierte y ponga a sus equipos a trabajar en serio porque la cosa no está fácil y le aseguro que se va a complicar aún más.
Francisco “Pepi” Wipplinger (empresario)
20-5-2024
—
Nota de Plan B. El contenido de las notas de opinión, la información y valoraciones que allí se hacen, corren por cuenta exclusiva del autor firmante y no representan, necesariamente, la opinión editorial de Plan B.