En otra muestra de las grandes contradicciones entre lo que se dice y lo que se hace, o entre lo que parecería ser la lógica y la realidad, a pesar de un precio considerado muy bajo que encima se paga a plazos de hasta 90 o 120 días, nunca antes en la historia los productores entregaron tanta hoja verde a secaderos e industrias como en estos primeros cinco meses de 2024.
El INYM divulgó ayer los datos de la producción de hoja verde en mayo que ascendió a 157,3 millones de kilos, mucho más que los 122 millones entregados en mayo pasado.
En el acumulado enero-mayo, en los primeros cinco meses del año se batió un récord histórico con un volumen de hoja verde entregado a secaderos e industrias que ascendió a 425 millones de kilos.
Se trata de casi el doble de lo que se había cosechado en los cinco meses del 2023 y 2022, dos años muy afectados por la sequía que retrasó el inicio de la zafra a mayo o principios de junio.
Pero además, Plan B revisó las estadísticas históricas del INYM, que arrancan en el año 2007.
En la serie histórica de los últimos 18 años, entre 2007 y 2024, nunca la producción de hoja verde superó la barrera de los 400 millones de kilos. Solamente en 2018 arañó esa marca, con un total de 396 millones de kilos.
¿El motivo?
¿Por qué entregan hoja verde los productores si los precios son tan bajos y encima se pegan en plazos de hasta 120 días?
Según tres productores consultados por Plan B, la palabra clave es “necesidad” o directamente “desesperación”.
Si bien los valores no cubren los costos, según muchos productores, la necesidad de hacerse de pesos para seguir viviendo y cubrir gastos, los hace malvender la hoja verde.
Además, algunos se dieron cuenta que esperar es mal negocio, porque el precio en lugar de subir, baja, a pesar de los reclamos. “Yo les dije a varios que no esperen, porque el que espera pierde”, señaló un productor chico a este diario.
Manfredo Seifert, productor yerbatero y dirigente de Coninagro, señaló las siguientes razones:
“Esto demuestra la capacidad productiva del sector que también se vió acompañado por las buenas condiciones hídricas durante el ciclo productivo”, indicó.
“También demuestra que la politica de importación de materia prima es totalmente extemporánea y perjudicial para el productor y para el estado nacional por derrochar recursos para promocionar la importacion con beneficios impositivos y monetarios, cuando no es necesario”, agregó.
“Estos volúmenes se pudieron acopiar porque mejoró la disponibilidad de mano de obra. Por último, esperemos que el sector industrial acompañe y demuestre con esta disponibilidad de materia prima, la ampliación del mercado externo que viene estancado desde hace muchos años”, cerró Seifert, quien escribió una carta abierta a Milei pidiendo frenar las importaciones masivas de yerba mate.
Malas ventas en góndola
Los mecanismos de libre mercado actúan, las industrias yerbateras toman nota de esta conducta y no hacen sino seguir presionando los precios a la baja. Mucho más con una yerba mate en góndola que está teniendo un año para el olvido en este 2024.
El INYM también divulgó los datos de despachos a salida de molino y mayo volvió a ser un mes muy flojo, con ventas a la cadena de distribución (supermercados, mayoristas y centros de distribución de las propias yerbateras) que registraron apenas 20 millones de kilos.
Comos se sabe, un mes normal los despachos oscilan entre los 22 y 23 millones de kilos. Un mes bueno supera esa cifra y puede llegar a 25 o incluso hasta 26 millones y unos 20 millones se considera un mes muy lento en ventas.
Según los industriales consultados por Plan B, el sobreestoqueo de yerba mate se continúa consumiendo y esto provoca que no haya órdenes de compra a las yerbateras. Flota también el fantasma de una baja del consumo, impulsada por los bolsillos flacos de una economía que ya lleva seis meses de ajuste feroz.
Plan B/ 26-6-2024
