Por Martín Boerr
El 2024 va llegando a su fin y es hora de trazar un panorama de lo que puede venir según empresarios, analistas económicos y políticos y demás fuentes consultadas por Plan B durante todo el 2024, pero especialmente durante estos últimos tiempos donde se empezó a perfilar con más nitidez el panorama del futuro inmediato.
Empecemos por las buenas noticias, en el frente económico:
Baja de la inflación: Hay un fuerte consenso de que la inflación continuará bajando, estructuralmente (más allá de algún pequeño salto coyuntural) hasta ubicarse en menos de 2% mensual hacie mediados de 2025.
Recuperación del salario: En los últimos meses, los salarios privados han mostrado signos de recuperación (siempre en promedio) respecto a la inflación, siguen muy atrás y con una gran pérdida del poder adquisitivo respecto al último año bueno de la economía argentina, que fue 2017 hasta el primer trimestre de 2018, antes de que comenzara la corrida que llevó a Macri a pedirle asistencia al FMI y reinstaurar el cepo.
Es decir, las familias siguen siendo más pobres, y la plata no alcanza como antes, pero la situación va mejorando de a poco.
Los tres sectores más atrasados son los empleados públicos, jubilados y salarios informales.
Acuerdo con el FMI: También existe un consenso fuerte de que habrá nuevo acuerdo con el organismo, que incluirá fondos frescos para fortalecer las reservas, se habla de montos de entre 10.000 y hasta 20.000 millones de dólares, entre las estimaciones más pesimistas y las más optimistas.
¿Fin del cepo? Absolutamente nadie se atreve a vaticinar cuándo se levantará el cepo. El presidente anunció que sería en 2025 y previo préstamo de organismos o privados para fortalecer reservas. Hay un fuerte consenso de que si se da (y no es seguro que se de), no será antes de las elecciones de medio término.
Ahora, las malas noticias
¿Qué va a pasar con Misiones y el resto de las economías regionales?
Martín Menem encabezó una conferencia de prensa en Posadas el jueves pasado, donde se habló de la problemática de la yerba mate.
“Cualquier solución, no va a ser con regulación, sino con libre mercado”, dijo Adrian Nuñez, el abogado vinculado a la Renovación (que para muchos críticos, de anti-casta no tiene nada), pero que se transformó, por ahora, en el “elegido” de El Jefe (Karina Milei) para encabezar la filial misionera de LLA.
Axel Kiciloff dijo la semana pasada que el presidente Milei “quiere fundir a las provincias”. Y la verdad es que hasta ahora, las provincias fueron las que más aportaron al recorte del gasto, soportando la motosierra a las transferencias discrecionales.
Pero lo más grave es el panorama que se da en la yerba mate y en muchas otras economías regionales: caída de precios, baja de ventas, y un dólar muy atrasado que afecta exportaciones.
La pregunta que cabe para el 2025 es: ¿Milei quiere fundir a las economías regionales?
¿Realmente el gobierno libertario piensa que con bajas de impuestos, que parecen más una promesa que una realidad que se vaya a concretar, se puede revertir la acelerada pérdida de competitividad de sectores como el tabaco, la yerba, o la forestoindustria?
Análisis de Plan B: ¿Qué puede ganar y perder Misiones con la motosierra de Milei en la Casa Rosada?
En los 90 las economías regionales también pasaron un período muy oscuro, que en el caso de la yerba mate terminó con el histórico tractorazo y la creación de la Ley 25.048 que dio origen al INYM.
¿Milei y Rovira hacen un pacto electoral en Misiones?
Y sin embargo, por más que el gobierno libertario parece tomar las peores decisiones para las provincias como Misiones o cualquier otra, la verdad es que en la tierra colorada el sentimiento libertario sigue muy fuerte y es la franquicia que todos quieren tener para las próximas elecciones.
¿Parece una contradicción? Si, lo es, pero estamos en tiempos de contradicciones.
No hay que olvidar que todos los productores yerbateros, muy favorecidos por la política anterior, el INYM y la sintonía fina entre la Renovación y Sergio Massa, que les dio buenos precios para la hoja verde, fueron a votar masivamente a Milei, que los jorobó como ningún otro gobierno los perjudicó antes desde Carlos Menem para acá.
Es por eso que la otra clave electoral del 2025 será ver cómo juegan las dos grandes fuerzas políticas de Misiones, que no son otras que la Renovación y la anti-Renovación, por llamar de alguna manera a la gente que está cansada tras más de 20 años del oficialismo hegemónico.
Por eso la gran duda es, ¿Milei se va a parar del lado de la Renovación, con alguna alianza o pacto de no agresión? ¿O va a disputar poder y aglutinar a la anti-Renovación, con la fuerza que ya demostró en 2023, donde ganó con boleta corta y sin militar ni hacer campaña en territorio?
Quizás esa sea la mayor definición que pueda esperarse en el ámbito de la política para 2025 para los misioneros.
La otra, sin dudas, será confirmar si Milei consolida su todavía fuerte popularidad con más diputados y senadores propios, siempre y cuando se imponga en las elecciones de medio término, el escenario con más chances por lo que dicen los “gurúes” de la política hasta el momento.
Plan B/ 31-12-2024