Por Martín Boerr
Mientras los productores yerbateros reclaman por un precio justo y amenazan con parar la zafriña, la industria yerbatera finaliza 2024 con una caída histórica en las ventas que roza el 10% una baja sin precedentes en este producto tan arraigado entre los argentinos.
Combinada con una fuerte baja en los precios, indispensable para mantener las ventas. “Algunos precios se retrotrajeron a enero”, dijo a Plan B, el gerente comercial de una firma líder.
Nadie parece estar descorchando champagne, ni los productores ni los industriales. Sin embargo, los segundos, que son los que elaboran el producto, lo distribuyen y lo venden, advierten un cambio muy profundo que llegó para quedarse.
Frente a este panorama hay dos formas de encarar la realidad: una es luchar porque vuelva el anterior sistema, con regulación de mercado. La otra es aceptar que los cambios llegaron para quedarse, son mucho más profundos y están aceptados por la sociedad y se viene un mercado nuevo basado en la competencia.
El negocio yerbatero, durante 20 años signado por la especulación, los controles de precios, las insólitas cantidades importadas de Brasil y Paraguay por el dólar oficial “regalado” y el mercado regulado, llegó a su fin.
Ahora se trata de competir ferozmente por las ventas, tratar de tener la mejor calidad y el mejor producto. Un negocio donde quizás no sobrevivan todos, por triste que sea.
Una realidad que llegó para quedarse y que no va a ser modificada por nada ni nadie en esta era, según la mirada de algunos expertos con décadas en el rubro.
Caída en las ventas histórica
El Instituto Nacional de la Yerba Mate reveló ayer la caída de los despachos a salida de molino, con 215,8 millones de kilos colocados en los primeros diez meses del año.
Se trata de una caída de 9% respecto a los 237 millones de kilos colocados en el mismo período del año anterior. La diferencia es muy grande para una industria que siempre se consideró madura, tanto para crecer como para cualquier caída interanual, que siempre ronda el 2 o 3%.
Se dejó de vender el equivalente a casi 22 millones de kilos de yerba mate, o un mes completo de abastecimiento a los consumidores.
Sin embargo, atrás de la caída en las ventas y la fuerte baja en el precio de la yerba mate en góndola, se esconde algo mucho más profundo, según las consultas que realizó Plan B entre los industriales.
Caída de ventas
“Es un año muy malo, nunca vi nada igual, los consumidores compran solamente cuando hay ofertas, que son fundamentales para empujar las ventas”, señaló el gerente de una yerbatera “top 10”.
Además de la fuerte caída en las ventas, los marcas tuvieron que salir este año a bajar los precios agresivamente y ofrecer fuertes descuentos.
Hoy un paquete de una marca líder como Taragüí, se puede conseguir a 3.000 pesos el kilo en algunas cadenas, es prácticamente lo mismo que salía en enero. Lo mismo sucede con marcas como Amanda, Rosamonte o Playadito.
Y todo esto pasa con un producto que está atravesando un auge de notoriedad nunca antes visto, según expertos en marketing del sector.
Tomar mate cuenta hoy con influencers de la talla de Messi, Colapinto, el Papa Francisco, muchos actores de Hollywood o incluso jugadores ingleses, españoles o franceses.
Basta con ver fotos de las noticias y cualquier protagonista de ámbitos tan disímiles como el deporte, la política o la economía, aparecen con el mate y la bombilla. Una bebida natural, energizante que atraviesa una etapa inversa al declive en el consumo de las gaseosas.
Canarias y otra innovación que en Argentina no se consigue: el súper-paquete de yerba de 5 kilos
Qué dicen en la industria
En la industria yerbatera se vive este cimbronazo como parte de un ajuste o sinceramiento que tarde o temprano se tenía que dar en el negocio.
A pesar de las menores ventas, los empresarios yerbateros celebran la desregulación del mercado y el fin de los controles de precios que padecieron desde la época de Guillermo Moreno y que continuaron aún cuando el polémico ex secretario de Comercio dejó su puesto, e incluso se extendieron durante el mandato de JxC.
“Que vos tengas que gestionar una empresa es un tema complejo, tenés que tener relaciones con proveedores, personal, clientes. Ahora, tener un gobierno en contra es jodido. En libertad de mercado, gana el mejor”, señaló otro gerente con más de dos décadas de experiencia que atravesó toda la etapa kirchnerista.
“Esta situación que se vive hoy fue generada por decisiones que se tomaron mucho tiempo atrás”, dijo el ejecutivo.
Para este experto, la caída en las ventas equivale a lo que los consumidores se llevaban en 30 días de las góndolas y eso era lo que habían sobre estoqueado en la época de Sergio Massa, previa a la llegada de Milei.
Según datos de ventas en góndola -que no son iguales a los despachos a salida de molino que informa el INYM y que representan lo que industrias envían a sus canales de distribución- las ventas de yerba cayeron 7,3% en lo que va del año.
Pero además, la caída fue fuertísima en el primer semestre con un 12,7% pero fue mejorando en el segundo semestre, con un 2,7% suba en julio-agosto-septiembre y octubre comparada con el mismo período del año anterior.
Mejoras en los últimos meses
Según Gustavo Redondo, gerente comercial de CBSé, el “sell out mejora desde julio, quizás no para todas las marcas, pero si para las más grandes, quizás al más chico le pegó más”.
Redondo no es el único que ve una diferencia entre cómo les fue en el año a las yerbateras más grandes y el resto.
Según los datos del mercado a los que accedió Plan B, las dos firmas correntinas y líderes del mercado, Las Marías y Playadito, prácticamente sostuvieron su nivel de ventas respecto al 2023, una performance que en este año se considera muy buena.
Las dos líderes representan aproximadamente el 35% del mercado interno. Pero las que le siguen La Cachuera (Amanda), Nobleza Gaucha (Molinos Río de la Plata), las cordobesas CBSé, Verdeflor, Rosamonte, Tranquera (Llorente), Piporé y Aguantadora, explican aproximadamente el 40%.
El resto de las industrias yerbateras, se calcula que hay unas 100 en actividad, se reparten el restante 25% del mercado, con una fuerte concentración en las 20 industrias que le siguen a las líderes.
Según los ejecutivos del negocio yerbatero, la llegada de Milei implica una nueva normalidad en un sector que estuvo signado por las regulaciones y los controles, donde muchas veces era más negocio no abastecer ni vender con todo y especular con las subidas de precios.
Se viene un negocio yerbatero donde las empresas tendrán que pelear por ganarse el favor del consumidor con mejor calidad del producto, mejor packaging y buenos precios. “Más allá de que sea un año de bajas ventas, ojalá que no se vuelva atrás”, resumió el ejecutivo de una firma líder.
Plan B/ 27-11-2024