Manfredo Seifert es un reconocido productor yerbatero y forestal y dirigente cooperativista. En este análisis para Plan B, comparte sus perspectivas para este 2025, analizando las lluvias caídas en el verano 2024 que derivaron en la mayor producción de la historia y el régimen hídrico en este 2025, que derivará en una merma importante del volumen de hoja verde.
La producción de yerba mate en 2025 será bastante menor a la del año pasado y muy ajustada a la demanda del mercado
Por Manfredo Seifert
¿Qué va a pasar en 2025 con la producción de yerba mate?
Sabemos que la producción de yerba está estrechamente condicionada a las precipitaciones estivales y a su distribución dentro de los ciclos productivos y también sabemos que el cultivo por sus características fisiológicas demanda mucha agua y responde extraordinariamente cuando cuenta con un adecuado suministro de este recurso.
Nuestros estudios y experiencia nos dicen que el IDEAL de precipitaciones para el cultivo de yerba mate y para que exprese su máxima producción en cualquier modelo productivo es de 1400 – 1500 mm de lluvias dentro del ciclo productivo (Septiembre a Marzo), es decir una disponibilidad promedio de 7 mm diarios de agua durante estos 7 meses del año.
Cabe aclarar que esta cantidad de lluvias además debe estar uniformemente distribuidos en los 7 meses y no deben generar períodos mayores a los 15 días sin lluvias o muy pocas, porque generar limitaciones productivas por más que tengamos suficiente agua en el perfil del suelo acumulado.
Para tener una idea como fueron las lluvias y la disponibilidad hídrica para el cultivo, ilustramos los registros de los últimos años y el parcial hasta ahora para esta campaña mes de enero
Como podemos ver, la campaña 2024 fue una muestra extraordinaria en cuanto a cantidad de agua caída y con uniformidad de distribución bastante regular, donde prácticamente todos los yerbales han tenido mejores rendimientos que después se vio reflejado con la producción récord acopiado en los secaderos según los registros del INYM + un remanente estimado del 15% que quedó en planta sin cosechar.
Si tomamos como referencia IDEAL lo ocurrido con las precipitaciones del 2024 que fueron de 1.642 mm en Montecarlo dentro del ciclo productivo, podemos complementar diciendo que esta situación IDEAL en los registros de la familia de Heiner Mûller y luego Roberto Mûnz de Montecarlo, de donde se tomaron como base los datos para este análisis, en los 98 años que existe esta información, solamente podemos encontrar 8 años con este régimen de lluvias IDEAL superior a 7 mm/día, mientras el promedio histórico es de 5,5 mm diarios.
A continuación podemos ver gráficamente como fueron las precipitaciones y el balance hídrico teórico diario en el suelo durante el ciclo productivo del 2024 y el actual hasta el mes de enero.
Ahora bien, si comparamos las precipitaciones parciales del período septiembre – enero de ésta campaña 2025 (acumulado de 925 mm) con la ideal del 2024 (acumulado de 1286 mm) a la fecha, podemos ver que tenemos una disponibilidad menor de 331 mm de agua que representa una merma del 26%, diferencia que sin ninguna duda afectó la primera brotación y seguirá afectando la segunda.
De seguir esta tendencia hídrica con la continuidad del pronóstico de ciclo NIÑA, probablemente traerá aparejado una merma en la producción importante y relacionada al porcentaje de la merma hídrica.
Con este diagnóstico parcial y concluido el 70% del ciclo productivo 2025, sumando a otras variables como los problemas sanitarios y nutricionales que tienen incidencia en los resultados finales, se puede pronosticar una producción de materia prima muy ajustada a la demanda del mercado para el 2025.
Por ahora nos queda esperar como se desarrollan las lluvias en los próximos meses y como impactarán en la última y más importante brotación del cultivo.
Manfredo B. Seifert – Ingeniero Agrónomo y Productor yerbatero