Crucero, R. Uruguay, Singer.

¿Fly bondis?: Cómo impactará desregulación de la larga distancia, donde Misiones tiene empresas importantes

En otra medida que apunta a mostrar que la desregulación mejora la calidad de vida, incrementa la competencia y hace más accesible los bienes y servicios, el Gobierno Nacional acaba de dictar la desregulación del transporte de media y larga distancia.

Se trata de un sector donde Misiones tiene empresas importantes a nivel nacional, como Crucero del Norte (6° del mercado), Singer, Rio Uruguay, Capital de Monte o Aguila Dorada.

Hoy se publicó en el Boletín Oficial el decreto impulsado por la Secretaría de Transporte que depende del Ministerio de Economía, conducido por Luis “Toto” Caputo.

Esta norma reemplaza al decreto 958 del año 1992 y a las muchas reglamentaciones posteriores que se agregaron.

¿Qué cambia con la desregulación?

A partir de ahora se crea el Registro Nacional del Transporte de Pasajeros, de acceso público, sin costo y con operación online.

Las nuevas empresas que deseen prestar servicios solo tendran que inscribirse en este registro y en apenas 5 días recibirán la habilitación para operar.

“Es importante destacar que se mantienen las exigencias en materia de seguridad ya establecidas en la normativa vigente”, dice el comunicado oficial.

A partir de esta norma se podrán establecer libremente los recorridos, vehículos, horarios, precios, duración de los servicios e incluso los puntos de ascenso y descenso de pasajeros que estén autorizados por la jurisdicción local respectiva.

Los nuevos operadores tendrán que informar la capacidad de transporte, detallando cantidad y tipo de vehículo, cantidad de asientos, seguros contratados, la nómina de conductores a asignar y la información relativa a licencias de conducir, periodicidad de servicios declarados, las paradas intermedias y el destino del viaje.

Fuentes del Ministerio de Desregulación, que conduce Federico Sturzenegger, agregaron que con la desregulación los operadores que se inscriban debidamente también podrán ofrecer servicios e ingresar en los aeropuertos y puertos del país, lo que hasta ahora estaba vedado.

¿Cuál sería el impacto?

Según fuentes empresarias del sector consultadas por el diario La Nación, esta desregulación podría hacer que haya más oferta en las rutas rentables, abaratando los precios por la competencia más fuerte.

También podría abrir un interrogante sobre las rutas menos rentables, si son libradas a las fuerzas del “libre mercado”.

Según las averiguaciones que hizo Plan B, el Gobierno Nacional pretendía desregular el sector a golpe de decreto y sin consultar a nadie, pero luego se lo pensó dos veces y arrancó un proceso de interconsultas con las cámaras sectoriales, especialmente la CELADI (Cámara Empresaria de Larga Distancia).

Uno de los temores que corrió en los funcionarios es que con la desregulación se desatendieran las normas de seguridad y tuvieran que pagar un altísimo costo ante un eventual falla de seguridad y un accidente.

El Gobierno hizo otra concesión y decidió establecer un período de 90 días para reglamentar la desregulación, con lo cual esto se pondrá en marcha recién después de la temporada de fin de año.

Cómo está el sector hoy

Pero lo más importante es que para algunos operadores de larga distancia, el sector ya se encuentra muy desregulado de hecho.

El negocio de los buses de larga distancia tuvo su auge en los años 90, donde estaba fuertemente subsidiado.

Siguió experimentando un gran momento en los primeros años del kirchnerismo, hasta que en 2011 se le quitaron todos los subsidios a este sector.

“Los distintos gobiernos desde el segundo de Cristina Kirchner empezaron a ver a la larga distancia como una competencia del avión y no como dos servicios complementarios, entonces vieron que la conectividad aérea era muy redituable para la gente y políticamente, y empezaron a atacar al sector, sucedió lo mismo con Macri, donde Guillermo Dietrich prácticamente les dijo a los empresarios ‘dedíquense a otra cosa'”, explicó un ejecutivo del sector a Plan B.

La fuerte competencia de los servicios subsidiados de las áreas como Aerolíneas Argentinas y las low cost, también les quitó muchos pasajeros.

A esto se sumó el golpe de la pandemia, donde los buses estuvieron parados muchos meses sin facturar y generando gastos (personal, seguros, etc).

El sector se desreguló aún más con las sucesivas flexibilizaciones que se emitieron con la pandemia para evitar que algunas empresas en crisis cerraran.

“Hoy la ruta Posadas-Retiro está sobre-ofertada, tiene más asientos que pasajeros para llenar esos lugares”, explicó la fuente.

Empresas como Crucero del Norte, Río Uruguay, Singer, Capital del Monte, Via Bariloche o Aguila Dorada hacen el recorrido entre la capital posadeña y la terminal de ómnibus de la Capital Federal, considerada la ruta más fuerte entre Misiones y cualquier otro punto del país.

“Cada empresa de larga distancia logró sobrevivir adaptándose con su propia estrategia a estas condiciones”, explicó el experto.

Las empresas más grandes del sector son, Flecha Bus/Chevalier, Vía Bariloche, Plusmar, Andesmar y Crucero del Norte.

Por ejemplo, Via Bariloche descubrió el negocio de la paquetería (trabaja mucho con Mercado Libre) y hoy destina la mayoría de sus coches a este servicio y no a pasajeros.

Río Uruguay se metió en el transporte urbano de pasajeros con Bencivenga y ahora que dejó de dar ese servicio, vendió sus modernas unidades, generando ingresos por afuera del negocio de la larga distancia.

Por todas estas razones, en el sector recibieron la noticia de la desregulación con cierto distanciamiento, no es un punto de inflexión para un sector que estaba fuertemente protegido y pierde “privilegios” como lo quieren hacer aparecer algunos oficialistas, sino más bien otro golpe más a un sector que ya viene muy castigado desde hace tiempo.

Plan B/ La Nación / 7-10-2024

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