La firma “Valmitran”, industria tealera de 2 de Mayo, fue distinguida en Canadá en el marco de la Tea Conference con el Premio a la Sustentabilidad.
La Tea Conference es la convención anual organizada por la Asociación de Te de Estados Unidos y su par canadiense, es por ello que se realiza un año en cada país.
Allí concurren productores tealeros de varios países, incluyendo a los más importantes de Misiones, y los importadores del Hemisferio Norte, además de especialistas de todo el mundo. Es el evento tealero más importante del año a nivel mundial.
“Estamos muy contentos y nos da más motivación para seguir trabajando”, dijo a Plan B, Eduardo Goldfart, uno de los socios y cara visible de Valmitran. Goldfart es de Buenos Aires, pero hace años adopto a la tierra colorada como el lugar donde pasa, al menos, la mitad de su tiempo.
En el evento también fue distinguida la firma Don Basilio, de la familia Okulovich, por la Ruta del Té.
Resurgimiento
La historia de Valmitran, nacida tras una crisis empresaria, es muy peculiar y surgió luego de que Goldfart tuviera que cerrar otra empresa tealera.
Pero Goldfart supo resurgir y hoy es un empresario de Misiones que vende su producto a más de 30 países. Con sus socios, también porteños, tiene una planta productora de té en la localidad de 2 de Mayo y desde hace más de dos décadas va y viene entre la Capital Federal y la tierra colorada.
Valmitran es la quinta firma exportadora de té -por volumen-, del mercado argentino, ubicada detrás de las “Big Four” o las cuatro grandes que dominan el mercado tealero desde hace mucho tiempo.
Estas son las firmas misioneras Don Basilio, El Vasco, Urrutia y Casa Fuentes, controlada por la multinacional inglesa Finlays.
Solo los íntimos saben el significado de ese extraño nombre, que encierra una historia complicada pero con final feliz y, sobre todo, con una enseñanza de vida de esas que quedan grabadas a fuego. Valmitran es el acrónimo de “Vale mi tranquilidad”.
El nombre surgió luego de que Goldfart se fundiera con sus anteriores socios en el 2008 y atravesara una etapa difícil hasta encontrar a dos socios adecuados para resurgir: profesionales, amantes del arte, con buen poder adquisitivo como para invertir y confiar en el “know-how” de Goldfart.
Uno de ellos se desvinculó del negocio y hoy Goldfart comparte el emprendimiento tealero junto al abogado Hugo Romero.
Romero es un aficionado al arte que tiene un cuadro en su despacho de Milo Lockett que se llama “Cuánto Vale Mi Tranquilidad”. Apenas lo vio, Goldfart supo que ese tenía que ser no solo el nombre de su nueva empresa, sino también su nueva filosofía en los negocios y la vida.
“A mi me gusta mucho hablar con la gente, tenemos 40 empleados, saber lo que les pasa, no todo tiene que ver con el dinero”, explica.
Se fundió y resurgió
“Yo antes tenía una empresa tealera mucho más grande, pero un socio infiel nos dejó en la ruina. Saldé todas las deudas”, contó Goldfart en una entrevista con Plan B y La Nación en 2022.
Plan B / La Nación / 27-9-2024