El director del grupo “Las Marías”, Pau Navajas, quien forma parte del programa de stream “Antropoceno” (conducido por el ingeniero agrónomo Javier Brenner), habló sobre la singular importancia de la yerba mate en la historia argentina. En la ocasión, el arquitecto profundizó en la cultura de esta infusión y su arraigo en la identidad nacional a lo largo del tiempo.
“Quiero contarles sobre un tema que me fascina”, comenzó Navajas con entusiasmo. “La yerba mate tiene muchas características que lo distinguen de otras plantas americanas como el cacao, el maíz o la mandioca que se consumen a nivel mundial. No se trata solo del conocimiento de la planta y el aprovechamiento de sus hojas, sino también de la técnica de elaboración precolombina, que seguimos respetando rigurosamente”, afirmó el autor del libro “Caá Porá. El Espíritu de la Yerba Mate”.
En esta línea, indicó que una de las particularidades más notables es que casi el 100% de la yerba mate consumida sigue la receta guaraní para su elaboración. Además, la forma de consumo a través del mate, con su bombilla característica, es única y profundamente arraigada en la cultura argentina. Y se refleja en la Selva Paranaense, lugar donde crece y es testigo de su abundancia, siendo difícil su producción fuera de esta región.
Manifestó que el origen de la yerba mate se remonta a tiempos ancestrales, donde los guaraníes jugaron un papel fundamental en su diseño y elaboración. Contrario a ciertas percepciones estereotipadas, Navajas enfatizó el refinamiento cultural de los guaraníes y destacó su profundo conocimiento botánico y su sofisticada forma de vida.
Señaló que la llegada de los españoles marcó un punto de inflexión en el consumo de yerba mate. Lo que comenzó como un hábito sagrado entre los guaraníes se convirtió rápidamente en una tradición extendida, impulsada por la fundación de ciudades como Santa Fe y Buenos Aires.
“La historia de la yerba mate está entrelazada con la llegada de los españoles a América. Aunque los guaraníes ya la consumían, fue con la fundación de ciudades como Santa Fe y Buenos Aires que su consumo se popularizó rápidamente. Durante doscientos años, la yerba fue un bien exportable fundamental, llegando incluso a ser un insumo vital en lugares como Paraguay, Chile y Potosí, en el Virreinato del Perú”, resaltó.
Sin embargo, el camino hacia la producción local de yerba mate en Argentina estuvo plagado de desafíos. A pesar de su abundancia en la región de la Selva Paranaense, la germinación de la semilla de yerba planteó problemas durante décadas. La intervención del Estado, aunque bien intencionada, resultó en fluctuaciones de oferta y demanda, reflejando la complejidad de gestionar una industria agrícola.
En su relato, señaló que los conquistadores, motivados por la avaricia, comenzaron a esclavizar a los indígenas para su producción. Esta situación llevó a la aplicación de la encomienda originaria, marcando un cambio en la relación con los pueblos originarios.
“La yerba mate no solo fue un factor de conquista y poblamiento en Argentina y Paraguay, sino también un elemento de integración en una sociedad fragmentada. Durante la colonia, el comercio de la yerba mate dinamizó las relaciones entre distintas regiones, incluso extendiéndose hasta el Perú y Chile”, remarcó.
“La independencia argentina no alteró significativamente la producción yerbatera, pero el auge del higienismo y otros factores llevaron a un declive en su consumo, especialmente entre las clases acomodadas. Sin embargo, la yerba mate continuó siendo una parte fundamental de la cultura popular”, puntualizó el director del grupo ‘Las Marías’.
“A principios del siglo XX, Argentina se vio obligada a desarrollar su propia producción de yerba mate debido a problemas en el suministro desde Brasil y Paraguay. A pesar de los esfuerzos del Estado por fomentar su cultivo, la intervención estatal resultó en problemas de sobreoferta y sub oferta, demostrando la complejidad de planificar eficientemente un sistema como el de la producción de yerba mate”, continuó.
En el minuto 19 de su oratoria, Navajas criticó a “los gobiernos” (en clara alusión a gobiernos anteriores, que buscaron siempre controlar el precio en góndola de la yerba) por buscar controlar el precio de la yerba con fines políticos.
En esta línea afirmó que en su libro plasma ciertos puntos de la historia de la yerba mate que plasman “una demostración de la incapacidad que tiene el Estado para planificar eficientemente un sistema complejo como lo es la producción de yerba donde intervienen factores biológicos, ambientales, antrópicos, sociales y simbólicos del profundo calado”.
Dobles intenciones
Y añadió: “Porque como la yerba es la comida de los pobres, cuando sube su precio, la noticia sale en todos los diarios inmediatamente. Es un termómetro no solo para la gente, sino también para los gobernantes que han controlado el precio de la yerba y tratado de meterse con el producto con dobles intenciones y siempre logrando resultados pasmosamente malos”, concluyó Navajas.
Plan B / “Antropoceno” / 5-4-2024