Por Alfredo Zaiat
(Editor de Economía de Pagina 12)
No hay registro estadístico en los últimos 50 años de un aumento deliberado del tipo de cambio oficial de casi 120 por ciento en un solo día.
Es de una brutalidad impactante no sólo por la dimensión del ajuste, sino porque no ha habido ni una sola medida compensatoria para trabajadores y jubilados.
El ancla antiinflacionaria elegida por Milei es la destrucción del poder adquisitivo asociada a una recesión.
La dupla Luis Caputo-Santiago Bausili, con el indudable aval del presidente Javier Milei, confesaron que colocaron la paridad oficial en 800 pesos, bastante por encima de lo que correspondía para generar un “colchón”.
En la jerga de los economistas se denomina “overshooting” (sobrerreacción). De este modo lo precisó Caputo en la entrevista en el programa “A Dos Voces” del canal TN.
Esta sobrerreacción tiene una correspondencia directa en la sobrelicuación de los ingresos de la mayoría de la población. Esto implica que ajustar de más la paridad cambiaria significa un golpe demoledor al presupuesto de los hogares.
La verdadera ancla antiinflacionaria de Milei son el salario y las jubilaciones
Con mensajes místicos haciendo referencia a la noche y el día, a velas en la oscuridad, Milei inauguró el gobierno neoliberal libertario con uno de los asaltos más violentos a los ingresos de los sectores populares de la historia local de las últimas décadas.
No es el ancla fiscal con ajuste por licuación del gasto público, tampoco es el ancla monetaria por reducción de la emisión de dinero ni es el ancla tarifaria porque habrá un fuerte aumento por la quita de subsidios. El ancla antiinflacionaria elegida por Milei es la salarial (ingresos de trabajadores y jubilados).
El camino indicado por Caputo tiene la siguiente secuencia: megadevaluación, shock inflacionario, caída del nivel de actividad y pérdida impresionante del poder adquisitivo de la mayoría de la población. La recesión inducida de este modo actuaría como mecanismo de contención de precios.
La inflación bajaría desde niveles elevados de dos dígitos mensuales por el ancla salarial. La suspensión de la movilidad jubilatoria con aumentos definidos por decreto forma parte esencial del ancla antiinflacionaria por el lado de los ingresos.
El riesgo que corre esta estrategia regresiva es que los salarios en negociaciones paritarias recuperen todo o gran parte de lo perdido en el primer bimestre del año que está por comenzar.
La inercia de la indexación no frenaría y entonces la tasa de inflación continuaría en dos dígitos elevados. Y así comenzaría otra vuelta (devaluación) del ajuste neoliberal libertario.
Precios arrastrados a las puertas de la hiperinflación
No es un misterio que en la economía argentina, bimonetaria con una tasa de inflación alta e inercial, las devaluaciones se trasladan cada vez más rápido a precios.
Llevar los precios hasta las puertas de la híper ha sido una decisión intencional porque no era necesaria una devaluación de semejante magnitud en relación a la competitividad del tipo de cambio real.
El relato oficial se está construyendo a partir de una falsedad sobre el escenario inflacionario heredado, para lanzar de este modo la economía a una hiperinflación provocada, como una suerte de purgatorio para purificar a una sociedad sumergida en el pecado de confiar en la protección del Estado vía el gasto público.
El ajuste es tan desproporcionado que para encontrar un tipo de cambio oficial semejante a los 800 pesos, en valores constantes, hay que remontarse al peor momento del estallido de la convertibilidad. Caputo-Bausili reconocieron que lo hicieron a propósito para tener mayor margen financiero y buscar recomponer reservas en estos meses. El riesgo es la convocatoria a una hiperinflación.
La farsa del 15.000 por ciento
El impacto de una devaluación, en este caso mega, es conocido: transferencia de ingresos de los sectores de ingresos fijos hacia los sectores exportadores (agropecuario, energía, minería, siderurgia y aluminio).
La información proporcionada por la Bolsa de Cereales es elocuente: “una suba de 3 puntos de derechos de exportación en trigo y maíz se encuentra sobrecompensada por la mejora en el tipo de cambio.
Caputo es experto en bicicletas financieras
El ministro Caputo sabe mucho de bicicletas financieras y muy poco del diseño de planes de estabilización macroeconómicos. Parece que el economista Milei tampoco aprendió mucho del tema.
Determinar un cuasicongelamiento de la paridad cambiaria en 800 pesos con un ajuste mensual del 2% y tasas del 10% (plazos fijos) al 15% (próximas Letras del Tesoro a 30 días) es la invitación a vender dólares (suma reservas en el Banco Central) para subirse a la bicicleta en pesos con el objetivo de obtener una renta en dólares extraordinaria.
Es lo que se conoce como carry trade, lo mismo que hizo Caputo como funcionario del gobierno de Macri, con el saldo desastroso conocido.
Alfredo Zaiat es editor de Economía de Página 12/ Esta columna fue recortada en su extensión para facilitar su lectura/ 17-12-2023