Francisco Wipplinger, empresario.

“Se viene un cambio y esperemos que pueda nacer algo nuevo sin dolor ni sangre”

En medio de la crisis económica y política que está viviendo la Argentina se escuchan pocas voces del empresariado, que entre la cautela, el desconcierto y el día a día de mantener sus negocios participan poco del debate público.

Uno de los que salió a ofrecer su mirada en este complicado contexto es Francisco “Pepi” Wipplinger, el empresario dueño de la compañía de transporte de sustancias peligrosas FJW y otros emprendimientos en Misiones.

Wipplinger se manifestó conforme con el voto de la mayoría en las últimas PASO a favor de un cambio, al elegir a la figura de Javier Milei, y vaticinó que en la Argentina se vienen cambios profundos, aunque podrían no estar exentos procesos dolorosos para la población.

“Yo particularmente  tengo una opinión: nada nuevo nace si no es con dolor y sangre, es una ley natural”, afirmó, al referirse a un eventual plan económico de shock que podría venir con un nuevo Gobierno del libertario.

“Creo que Javier Milei va a ganar en primera vuelta”, vaticinó el empresario nacido en Hohenau, que se radicó en la Argentina a los 10 años. Wipplinger tiene 82 y ya vivió algunas de las principales crisis del país, como el Rodrigazo (1975), el Plan Bonex (1989) o el estallido de la Convertibilidad en 2001. 

“Esperemos que pueda nacer algo nuevo sin dolor ni sangre, pero tengo mis dudas”, afirmó, el dueño de la mayor transportista de sustancias peligrosas del país.

“Yo estoy muy contento con el resultado de estas elecciones porque siempre sostuve que acá el pobre es pobre materialmente pero no pobre mentalmente”, explicó, al celebrar la elección de una importante cantidad del electorado por el cambio que representa la figura de Milei.

“En la Argentina tenemos el mejor nivel humano de Sudamérica y esto se demostró en estas elecciones. No se le compró el voto al pobre así nomás”, aseveró.

“Los pobres no quieren saber más nada de los políticos que tenemos en la Argentina que ya una vez dijeron: que se vayan todos. Estos políticos salieron por la puerta y volvieron a entrar por la ventana, con el resultado de las elecciones la gente está votando por algo nuevo”, opinó.

“La gente también está cansada de la corrupción tremenda que hay en este país, de los políticos que cuando llegan al poder resulta que se sirven y no sirven a la sociedad que los eligió”, afirmó.

“Hace más de 60 años que en la Argentina la izquierda y las ideas de izquierda vienen infiltrándose en distintos partidos, tanto en el peronismo como en el radicalismo con el famoso populismo, al final terminamos con una fábrica de hacer pobres”, sintetizó.

“La Argentina hace más de 60 años tuvo la primera fábrica de automóviles de Sudamérica, la primera fábrica de aviones (N. de la R.: fue el 7° país del mundo en diseñar un avión de guerra a reacción, apenas superado por las potencias de la 2da Guerra Mundial), tuvimos la primera fábrica de camiones, todo eso en la Argentina, Brasil no lo tenía y hoy nos pasa por arriba”, comparó.

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Al ser consultado sobre cómo veía a Misiones, Wipplinger explicó que “Misiones no se va a salvar de eso tampoco”.

“Encima tenemos una Aduana (la llamada Aduana Paralela por los puestos de la ATM y el régimen de percepción anticipada de IIBB) que está prohibida por la Constitución Nacional, que prohíbe las aduanas interiores, hay muchos productos que no se pueden comprar acá, las empresa no quieren vender en Misiones”, disparó, repitiendo una crítica muy común entre el empresariado local.

También agregó que “la provincia no está tan bien económicamente, le debe a los proveedores mucha plata, eso es lo que uno escucha de las empresas que trabajan con el Estado, yo no le vendo al Estado provincial”.

Plan B/ 24-8-2023

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