Por Florencia Goncalves
Que la variación del dólar mueve el mercado inmobiliario no es ninguna novedad.
Pero, ¿cómo se mueven y qué buscan los posadeños en el mercado inmobiliario en una ciudad que tiene menos espacio disponible y en un contexto económico con valores atomizados?
Para conocer un poco más sobre el tema, Plan B entrevistó a Maximiliano Haene, que hace algo más de un año fundó la inmobiliaria Haene Castuariense junto a su madre Marita, tras años desempeñándose en otras firmas del rubro.
“Al estar las propiedades valuadas en dólares, cuando hay sobresaltos en el dólar hay parates hasta que se estabilice y la gente se quede menos nerviosa. Si alguien está con ganas de invertir y justo despega el dólar, esa persona hace una retracción pero cuando pase, invertirá. Ahora, cuando hay alguien que no sabe qué hacer, se resguarda en el dólar siendo que el dólar hoy pierde valor”, señaló.
Haene sostiene que las economías y las monedas duras, ya no son tan duras como antes: “Estados Unidos tiene inflación, por lo que el dólar guardado en el cajón, no rinde. Así, la inversión en propiedades, es agregar valor”.
Además, señaló que en los últimos tres años todas las propiedades bajaron en dólares y hoy el negocio está en “poner los dólares guardados en ladrillos como refugio de valor históricamente conocido por los argentinos. Los argentinos tienen dos refugios: el dólar y los ladrillos”.
Segmentación del mercado posadeño
En cuanto a las ventas, Haene destaca que la oferta inmobiliaria en Posadas brinda distintas opciones y valores según el cliente: “hay productos para todos y de distintos valores en base a tres segmentos básicos: premium, standar y bajo”.
Respecto de los alquileres, a nivel país el 40% de las propiedades se retiraron del mercado con la Ley de Alquileres. La mayoría de los propietarios pasaron sus propiedades a ventas y se descompensó el mercado, reduciendo la oferta de inmuebles para alquilar.
Haene resalta que antes las partes acordaban los incrementos al inicio de los contratos y tenían previsibilidad tanto de inversión como de ganancia. Ahora, entre inquilino y el propietario no pueden pactar una suba del alquiler y esa suba será anualmente y la determinará el Banco Central.
“Hay incertidumbre, todos los meses el Banco Central saca un porcentual a través del IPC – y el RIPTED (un índice denominado Remuneración Imponible para Trabajadores Estables, que toma la evolución de los salarios). El mercado de alquileres está dentro del marco global de incertidumbre que vivimos”, indicó.
Así, la incertidumbre y la “inflación galopante” llevan a que el propietario realice un cálculo para protegerse.
“Si bien la ley vino a hacer desfasajes, para salir de esto no basta con derogar la ley. Sigue habiendo una pila de gente que necesita alquilar y tampoco puede aspirar a una casa propia porque no tenemos créditos hipotecarios”, explicó.
Haene Casturiense trabaja con 5 emprendimientos en construcción en la zona centro y la Costanera.
“Hay ventas, la gente invierte. Los pozos permiten que podés hacer una entrega y pagar en cuotas, así compra la gente”, detalla.
Amenities, gimnasios, espacios de coworking y piscinas son algunos de los espacios que dan valor agregado a los proyectos inmobiliarios de la pospandemia: “La pandemia nos dejó una enseñanza”.
“En Posadas, el centro de acá a 20 años, no tendrá más casas. Las casas que aún están en el centro son obsoletas. Las casas no sirven, los terrenos si para construir edificios porque en lugar de vivir 3 personas, pueden vivir 80. Posadas ya no es más un pueblo y la evolución trae este tipo de progresos, indicó.
“Hay muchos casos del nido vacío. Las casas quedan obsoletas porque quedan grandes cuando los hijos se van. Generalmente esa gente busca vender y comprar un departamento”, afirmó.
Un proyecto que nació en pandemia
Mientras que en Misiones la mayoría de las inmobiliarias se dedican a todo y algunas optan por los micronichos.
Haene Castuariense es una empresa familiar que arrancó en pandemia trabajando mayormente online. Con el pasar de los meses fueron consolidándose en el mercado local y, actualmente, se dedican a la parte comercial con venta y alquileres y; también de la administración de propiedades.
Maximiliano Haene y a su madre, Marita Castuariense están al frente y trabajan junto a un equipo de 3 personas – dos agentes inmobiliarios y una administrativa-.