Por Walter Goncalves
Pasaron las 20 horas de Pesca de Eldorado y fue el fin de otra temporada de pesca de competencia en nuestra región.
Llegada la hora del balance de concursos y resultados, a algunos nos fue muy bien, otros no tanto.
Sin embargo, lo que muchas veces guardamos en la memoria son situaciones donde, más allá de la sapiencia en la competencia, juega la suerte del pescador.
Es por esto, que si hablamos de suerte, me viene a la memoria aquellas 20 Horas de Eldorado dónde Nelson Tarnowski a sabiendas de que veníamos cabeza a cabeza, en el último cañazo logró la pieza con la cual que a la postre nos relegó al segundo puesto de dicha competencia.
O tal vez en una de las 20 Horas del Club Pira Pytá cuando la suerte acompañó a Cristina Braetz y capturó un Pacú enorme durante la madrugada en un remanso donde se encontraban buscando armados; hecho este que le llevó junto a su esposo a alcanzar el primer puesto de las 20 horas del 2001.
O el último gran pez que apareció en las 20 Horas del Pira Pytá: un dorado de más de 14 kg y casi un metro de largo, capturado por Matías Goncalves a la noche mientras buscaba el manguruyú a más de 20 metros de profundidad, sin empate de acero y encarnando con miñocas.
Pero dos de los zapallazos máximos, acontecieron en costas del río Paraná en la zona de Corrientes capital e Isla del Cerrito, alrededor del año 2000.
El primero de ellos, en un torneo de Costa en la capital correntina dónde a pocos minutos de culminar la competencia y con una pieza mayor que hasta ese momento era un mojarrón, Facundo Velázquez capturó una vieja del agua de aproximadamente 35 cm pero con una cola que terminaba en un pelo de más o menos 30 cm más, lo cual le dio acceso al premio mayor de la competencia, un auto 0 km.
Semanas después nos preparábamos para el torneo de Pesca Variada y Embarcada de la Isla del Cerrito, que organizaba la Federación Chaqueña de Pesca y allá fuimos en un equipo integrado por Hugo Mysliwczuk, Osi Engel y quien escribe.
Durante la madrugada del sábado, llegamos al lugar de la competencia, con la intención de acampar y prepararnos para el torneo de embarcada que se iba a llevar a cabo el domingo.
Pero ni bien llegamos nos enteramos qué había un concurso de pesca de Costa a la pieza mayor, que iba arrancar a las 8 y se extendía hasta las 16.
Entonces fuimos a la zona de la competencia y al ver que todos los concursantes eran los pescadores federados tanto de Santa Fe, Corrientes y Formosa, así como también hermanos paraguayos, quienes estaban muñidos con sendas cañas de 3,50 mts para buscar los grandes peces que se encontraban río dentro.
Lamentamos haber llevado solo equipamiento para pescar embarcada, pero ante la insistencia los organizadores decidimos participar. Nos inscribimos sin muchas esperanzas de capturar a los grandes armados que se encontraban en la zona.
Llegadas las 8 en punto, dieron la señal de inicio del certamen. Ya que estábamos en el baile alme una caña de 2 metros con un equipo de dos anzuelos Gamakatsu del 14 bien cargados de miñoca y lance a unos escasos 20 metros de la costa. Apenas transcurrieron un par de minutos y sentí un pequeño toque parecido al de un bagre picudo, pegue el cañazo, ahí nomás me volvió a bajar la caña y con una fuerza inverosímil me sacaba nylon del 30, que por suerte tenía más de 200m en el carretel del Abu Garcia.
Esto dejó atónito a los demás pescadores, viendo a aquel pescador que con un equipo totalmente inadecuado para la competencia bailaba un pericón entre los nylon de los demás concursantes, sin poder frenar a la pieza que se había prendido de su cebo.
Luego de más de 20 minutos de pelear, pude extraer del río al bagre picudo que motivó el cañazo y lo que la suerte del pescador me brindó, una hermoso Pyra Pará de un 1,35 mts que venía enganchado de la cola en el otro anzuelo de mi equipo. Además, trajo como premio una hermosa moto cero kilómetro.
Fue una gran alegría para nuestro equipo, pero que con el tiempo me hizo entender que más allá de los equipos, la experiencia, las tácticas, las técnicas empleadas, y las pruebas de cancha; para ser un campeón tiene que estar presente esa cuota de suerte que está en todas las contiendas de pesca y la cual le toca solamente a uno de los cientos que participan…
Lo del domingo en la embarcada, fue espectacular pero nada comparado al zapallazo del Pyra Pará.
26-11-2022