Pocos lo saben pero la pubertad precoz es considerada una condición pero también una enfermedad transitoria, y se trata de un mal que padecen niños y niñas que rondan los 8 o 9 años y antes de tiempo empiezan a desarrollarse con alteraciones muy fuertes que pueden afectarlos psicológicamente.
El cambio de voz, aparición de acné, cambios de humor, sudoración fuerte o la menstruación en las niñas, irritabilidad, bajo rendimiento escolar, tristeza son sólo algunas de las marcas de la pubertad que no debería presentarse antes de tiempo, pero cada vez se hace presente con su revolución hormonal, de forma más frecuente e inadecuada, signando la niñez de muchos.
“Se considera que 6 de cada 10 nenas que van a la consulta padecen pubertad precoz, una enfermedad o una condición que se puede tratar y que está en auge. Los motivos pueden ser varios, uno puede ser el factor hereditario, pero también pesa el consumo de alimentos que tienen alteraciones genéticas como el pollo, el stress y otros factores”, dice la posadeña Paola García.
García es mamá de Angie (Angelina), que a los 5 o 6 años empezó a padecer bullying en el colegio por alguno de estos cambios prematuros. Empezó un calvario que duró unos dos años.
“Los médicos que vimos no sabían cómo actuar, fuimos al dermatólogo, al alergista, a tres pedíatras, al traumatólogo infantil, gastroenterólogo, un pediatra acusaba a mi hija de tener mal carácter. Con el acné probamos con cremas, hicimos todos los estudios, las maestras no la supieron contener porque casi nadie sabe cómo actuar”, señala García, en una entrevista con Plan B.
“Mi hija padecía bullying y dos veces la tuve que cambiar de dos colegios céntricos”, contó García. Quien no culpa a los profesionales que no supieron tratar a su hija, pero hace un llamamiento a tomar conciencia de este mal.
Así estuvieron deambulando con distintos médicos hasta que una médica, ginecóloga infantojuvenil, le diagnóstico pubertad precoz. Así fue cómo la diagnosticó a los 8 años, tras dos años de ir probando de todo y sufriendo juntas.
Sin embargo, esta situación de dolor, sufrimiento e incomprensión, empujó a esta mujer a luchar ya no sólo por su hija, sino por por miles y miles de niños que padecen pubertad precoz pero no son contenidos ni atendidos en centros asistenciales o ámbitos educativos como corresponde.
Luego de años de trabajo en un grupo con otras cuatro madres de otras provincias, logró encontrar eco en distintos diputados de Misiones hasta que el jueves pasado logró la sanción de una Ley que crea el Programa Provincial de Abordaje Integral de la Pubertad Precoz.
Esta ley promueve la inclusión en las obras sociales de los tratamientos con hormonas muy costosos y necesarios para detener la Pubertad Precoz, al mismo tiempo que impulsará el estudio de las causas y factores que inciden en esta enfermedad.
También creará ámbitos para tratar la cuestión y contener a los chicos, de manera que no padezcan emocionalmente por todos estos cambios prematuros o al menos se sientan contenidos adecuadamente.
“Y lo más importante, que tengan un diagnóstico adecuado y que no sea tardío, eso les puede ayudar a transitar el final de su infancia y ganar en tranquilidad, sea 1 o 2 años de felicidad en lugar de estar padeciendo, es un cambio rotundo”, señaló García.
Hoy Angie tiene 10 años y fue con su madre a la Legislatura, donde se abrazaron y fueron aplaudidas en un recinto colmado apenas los diputados sancionaron por unanimidad esta nueva ley que busca ayudar a muchísimos niños y niñas. “Son 250.000 chicos los que están en Misiones en una edad donde pueden padecer pubertad precoz”, dijo García.
Los chicos pueden deprimirse
“Los chicos pueden deprimirse, son muy vulnerables y encima no encuentran ámbitos donde los mayores sepan como actuar. Yo me topé con doctoras que nos maltrataron y creo que fue porque no sabían mucho sobre la cuestión, así que la ley también impulsará la actualización y difusión de esta enfermedad que no es muy conocida”, explicó Paola García.
“Yo también padecí pubertad precoz, uno de los síntomas que tuve fue el botón mamario es otro indicio de pubertad precoz, también la pérdida de sangre, me llevaron a consulta médica”, señala.
“En aquel entonces mucho menos se sabía cómo actuar en el ámbito sanitario, no se puede indisponer una nena de 6, 7 u 8 años”, explicó García, quien agregó que esa enfermedad es ideopática, es decir, no se sabe aún exactamente cuál es la causa.
“Los productos transgénicos están en muchos alimentos, por ejemplo las galletitas de paquete que tienen leticina de soja y se usan para abaratar costos”, detalló García.
Plan B/ 31-8-2022