La compañía chilena Arauco, controlante en la Argentina de la ex Alto Paraná que es la mayor industria de Misiones; anunció ayer que realizará la más alta inversión en la historia de este grupo empresario para levantar una gran fábrica de pasta celulósica en Brasil.
Arauco construirá a partir del 2025 una planta de pasta celulósica de fibra corta a 330 kilómetros de Campo Grande, en el estado de Mato Grosso. La fábrica estaría operativa a partir de 2028 y dará empleo directo a unas 2.500 personas. Este es el plan anunciado, que aún está sujeto a la aprobación medio ambiental y del directorio de Arauco, informó la empresa.
Ayer se comunicó la firma de un acuerdo de entendimiento o acuerdo de colaboración entre la compañía de origen chileno y el gobierno de Mato Grosso.
Arauco es un gigante de la industria forestoindustrial que además es el segundo mayor productor mundial de pasta celulósica, detrás del Grupo Suzano, de origen brasileño.
El gigante chileno, que forma parte del grupo Angelini uno de los más poderosos del país trasandino, comenzó su expansión internacional en 1996 cuando adquirió en Misiones a la ex Alto Paraná al CEI Citicorp, quien a su vez lo había comprado un par de años antes a la empresa Celulosa Argentina.
La paradoja argentina: quedó relegada en inversiones
Sin embargo, con el paso de los años una combinación de factores entre los que se encuentran la recurrente inestabilidad económica de la Argentina y un clima anti inversiones en el negocio forestoindutrial, incluyendo el conflicto ambientalista por la instalación de Botnia en Uruguay, llevó a Arauco y al resto de los grandes jugadores internacionales de este negocio a evitar cuidadosamente a nuestro país.
Al mismo tiempo desde hace dos décadas, estos grandes jugadores derramaron inversiones (y empleos) en otros países de la región. Todo esto, a pesar de que la Argentina es un país que por la magnitud de sus recursos forestales, en especial los bosques implantados en Misiones y Corrientes, “pide” a gritos inversiones para 2, 3 y hasta 4 plantas similares a las que ayer se anunciaron para Mato Grosso.
En el mundillo forestal no hay dudas: la historia de las inversiones en este sector que nunca llegaron y contrastan con su enorme potencial, son uno de los mejores ejemplos del fracaso económico argentino.
Arauco tiene cuatro líneas de negocios principales: pasta celulósica, tableros, madera aserrada y también generación de energía. La linea principal es la pasta celulósica y segundo está el negocio de los tableros.
El grupo facturó en 2021 unos 6.349,8 millones de dólares, según el balance que presentó ante la Comisión de Valores de los Estados Unidos (SEC).
Aproximadamente unos 525 millones de dólares fueron producto de sus actividades en la Argentina, según comentó Pablo Ruival, Country Manager en nuestro país, en una entrevista con Plan B en marzo pasado.
En Argentina tiene planta de pasta celulósica en Puerto Libertad, planta de tableros y madera aserrada en Puerto Piray y Zárate, provincia de Buenos Aires. Además, está ejecutando una inversión de 165 millones de dólares en la planta de Puerto Esperanza para poner en valor esas instalaciones industriales inauguradas en 1982.
Controla 225 mil hectáreas de bosques implantados y nativos, en su gran mayoría en la tierra colorada.
Inversiones
El grupo creció en la producción de pasta celulósica en Chile y hace poco puso en marcha el ambicioso proyecto MAPA, otra moderna planta de pasta con una inversión de 2.800 millones de dólares. Tiene otras 4 plantas de pasta celulósica más ahí. También apostó a Uruguay con Montes del Plata, un joint venture en partes iguales con Stora Enso, empresa sueco-finlandesa.
Pero a Arauco le faltaba instalar una planta de pasta celulósica en Brasil, donde está presente en los otras líneas de negocios con instalaciones industriales desde el año 2002. Hace unos años fue uno de los grupos que iba a adquirir el Grupo Suzano, que estaba a la venta tras quedar su familia controlante envuelta en el escandalo del Lava Jato. Pero finalmente no pudo hacerse con esa inversión en Brasil.
Ahora con el proyecto de Mato Grosso, Arauco termina de completar el casillero de sus inversiones en pasta celulósica en el Mercosur.
“Brasil es un polo importante para la estrategia global de la compañía. Tenemos presencia en este país desde 2002, con instalaciones industriales de madera y operación forestal, y ahora estamos evaluando aumentar nuestras inversiones en Brasil, entrando al negocio de celulosa”, dijo Matías Domeyko Cassel, vicepresidente ejecutivo de Arauco, por medio de un comunicado.
La empresa de todas formas se encargó de aclarar que la inversión aún está sujeta a la aprobación del directorio de la compañía y a los avales medio ambientales que desde ahora empezará a gestionar.