Un productor yerbatero de Leandro N. Alem logró rendimientos extraordinarias de entre 12.000 y 14.000 kilos de hoja verde por hectárea, cuando muchos yerbales tienen rendimientos que promedian los 6.000 kilos.
Si bien no existe un rendimiento fijo por hectárea, se estima que unos 8.000 kilos/hectárea ya es un buen rendimiento en un yerbal, aunque puede variar hacia arriba o abajo dependiendo de varios factores, como la calidad del suelo y el tratamiento que recibe el cultivo.
¿Cuánto puede rendir un yerbal?
“El promedio matemático es de 5.800 kilos por hectárea, y entre 12.000 y 14.000 es un buen rendimiento de un yerbal de alta densidad bien manejado”, dijo a Plan B, el ingeniero Manfredo Seifert (de Cooperativa Mixta Montecarlo), quien comentó que hay yerbales que pueden superar los 20.000 y hasta llegar a 27.000 por hectárea.
Walter Wurfel logró estos rendimientos extraordinarios gracias a prácticas amigables con la naturaleza, la incorporación de tecnología y técnicas de manejo de planta de suelo. Por sus exitosos resultados el INYM lo nombró “Yerbatero del Año”.
Wulf recibió una plaqueta de la mano del titular del INYM, Juan José Scychowski, quien también es productor yerbatero y no pudo evitar preguntarle a Wurfel: “¿Qué hiciste?”.
“Felicitaciones y gracias por lo que nos enseña a nosotros”, manifestó Szychowski, al entregar el reconocimiento al productor. Aunque le mejor reconocimiento, claro está, lo tiene en el bolsillo ya que con una producción de hasta 14.000 kilos de hoja verde obtiene 700.000 pesos en una hectárea (tomando un valor de $50 el kilo), a lo que obviamente hay que descontarle mano de obra, insumos, etc.
“Walter es un claro ejemplo de eso; en su chacra tenemos mucho que aprender; él logra una producción sustentable en tierras que tienen muchos años de trabajo y lo hace cuidando el ambiente y el suelo, que de acuerdo a los análisis realizados hace 10, 5 y el último año, está mucho mejor que antes”, continuó.
“Esto es un ejemplo que tenemos que replicar y llevarlo a toda la zona productora”, ponderó, al tiempo que señaló que “nos llena de satisfacción compartir jornadas como la de hoy con productores que buscan desarrollarse”.
Colonia El Chatón
La chacra de Wurfel está ubicada en la colonia El Chatón, departamento de Leandro N. Alem. Son 25 hectáreas, con suelo de complejo 9, rojo, profundo, dónde 10 hectáreas están destinadas al cultivo de yerba mate.
“Parte del yerbal es del año 45 y otra parte, de los primeros años de la década del 80”, contó el productor. El promedio de rendimiento del yerbal es de entre 12.000 y 14.000 kilos de hoja verde por hectárea por año. “En el 88 empecé a incorporar cubiertas verdes y hasta ahora día cuido mucho el suelo porque es el sustento de todo”, expresó.
Los lotes de yerba mate tienen cubierta verde espontánea e implantada (avena negra, nabo forrajero); también pasto elefante como cortina, y caminos totalmente empastados, lo que evita la erosión y ayuda a retener el agua en el suelo productivo. También, árboles como kiri, grevillea, cedro y nuez de macadamia.
Wurfel se destaca además por buscar permanentemente conocer nuevas técnicas y por compartir sus experiencias con los demás productores. “A veces uno piensa que ya sabe todo y cuando vas a una capacitación te das cuenta que hay mucho más para aprender”, subrayó. En ese sentido recordó que el resultado actual es parte de un proceso que se inició hace muchos años: “todo lleva su tiempo, pero con esfuerzo y dedicación, llega la buena cosecha”.
Aquí se fertiliza de acuerdo al rendimiento de la cosecha; para la reposición de nutrientes, se realizan dos aplicaciones con mezclas de nitrógeno, fósforo y potasio, siempre y cuando sean adecuadas las condiciones climáticas.
El herbicida se usa solamente en los liños una vez por año, o por manchoneo en aquellas especies que lo requieran, y las especies más invasoras, de difícil manejo, como Digitaria insularis, se eliminan con azadas.
El productor tiene además el hábito de monitorear el yerbal para observar y evitar la presencia de plagas. “En la chacra se realiza captura del Tigre de la yerba mate durante todo el año, y se recorren los lotes para prevenir el Mal de la tela”, informó Matías Bazila, jefe del Servicio de Extensión Yerbatero del INYM.
Específicamente sobre el manejo de las plantas, Bazila explicó que “para renovar los lotes más viejos, se recurre a la interplantación”, y la cosecha la realiza el productor, junto a cosecheros, con las herramientas adecuadas, que son dos tijeras electrónicas y serruchos, implementando el sistema de corte de rama madura, esto es: viruteo, limpieza, corte de rama madura, raleo de verde y mboreví”.
“Está demostrado, estamos convencidos, que la forma de trabajar de Walter es la mejor para nuestros productores y sabemos que lo podemos llevar a toda la zona yerbatera”, ponderó por su parte Nelson Dalcolmo, director por la Producción en el INYM, presente en el lugar. En esa línea, destacó en esta chacra “la asociación de la yerba mate con otros árboles, los caminos empastados, las cubiertas verdes y otras técnicas para retener el agua de lluvia en la producción”.
La chacra se encuentra certificada por Rainforest Alliance, para los cultivos de té y yerba mate.
Además de los nombrados, estuvieron en la chacra del productor Walter Wurfel el vicepresidente del INYM, Ricardo Maciel; los directores Danis Koch, de Cooperativas; Jonas Petterson y Claudio Marcelo Hacklander, de la Producción; los productores Ricardo Schmidt, Aníbal Gross y Edvino Wurfel; el ingeniero Raúl Escalada; la ingeniera agrónoma Vanesa Ortega, del Servicio de Extensión Yerbatero, entre otros.