Varios vecinos de Itaembé Guazú se comunicaron con la redacción de Plan B para denunciar lo que les parece un abuso por parte de SAMSA, concesionaria del servicio de agua potable y cloacas en Posadas.
La concesionaria pretende cobrar a nuevos residentes de Itaembé Guazú hasta 60.000 pesos por una simple conexión de la red cloacal y de agua potable entre los caños maestros que pasan por la calle y los domicilios. Se trata de unos pocos metros de una gruesa manguera negra que pasa por debajo de la vereda hasta las conexiones propias de cada domicilio.
“El 15 de septiembre me presento en las oficinas de SAMSA donde se me informa que debía abonar en concepto de conexión por cloaca $ 32.312,91 y por la de agua $ 27.216, 75, un total de $ 59.529.66 que debía efectivizarlo en un pago”, señaló a Plan B, Gustavo Cetrángolo, quien hace poco adquirió un dúplex sobre la calle Los Horneros y Los Lirios, en una de las arterias principales del barrio.
Se trata de un desarrollo inmobiliario privado comercializado por una importante firma del rubro. Por lo que pudo saber este diario, SAMSA le cobra una tarifa mucho menor por estos conceptos a los que adjudicatarios de viviendas del Iprodha.
Lo que le sucedió a Cetrángolo es moneda corriente y otros vecinos de ese desarrollo también se quejaron ante la concesionaria por el excesivo monto para hacer una simple conexión que no llega a dos metros.
“Tras hacerme la inmobiliaria y la empresa constructora la toma de posesión del inmueble, asistí a Gas NEA y Emsa a pedir la conexión, cuestión que fue resuelta en apenas 24 horas por esas empresas, no sucedió lo mismo con Samsa”, señaló Cetrángolo.
“Me informan que ellos deben visitar el predio y hacer un presupuesto de la conexión y que debía volver a los 10/15 días de solicitado”, señaló el nuevo vecino de Itaembé Guazú, quien afirmó que los plazos además no se cumplen.
“Les expliqué que la cloaca estaba conectada y funcionando y que el chicote de la maguera de SAMSA estaba a un metro y medio de la caja del medidor de agua. Me dijeron que debía pagar eso y listo. Con mis vecinos, a qiuenes les pasaron presupuestos incluso superiores al mío, empezamos a reclamar y finalmente aceptaron enviar un inspector a verificar si nuestro reclamo era correcto. El inspector constató en mi presencia que la cloaca funcionaba perfectamente y que el chicote (la punta de la manguera) de SAMSA había que correrlo a la entrada de la caja del medidor de agua. SAMSA me había pasado un detallado presupuesto sin haber visitado el lugar y ver el estado de situación”, completó Cetrángolo.