Una de las características distintivas que tiene el actual ciclo económico en la Argentina, caracterizado por la fuerte inflación (50,8% en los últimos 12 meses), es que la gente trabaja y trabaja, pero muchas veces no logra progresar e incluso retrocede en su nivel de vida.
Incluso, puede darse que a pesar de que tiene trabajo, no puede esquivar caer en la pobreza. Al menos, en la pobreza que mide el INDEC, que considera “pobre” a un hogar cuyos ingresos no alcanzan para cubrir la Canasta Básica Alimentaria.
Un informe publicado por el diario La Voz del Interior de Córdoba, elaborado por economistas de IDESA (Instituto para el Desarrollo Social Argentino), revela que en el último año 128.000 cordobeses se cayeron de la clase media y están en la pobreza, a pesar de que paradójicamente en el mismo período el empleo creció muy levemente.
La cantidad de población considerada “pobre” en Córdoba ya supera a la “clase media” en esta provincia: 45% de pobres versus 40% de clase media. Aunque si se suma la clase media baja 10%, todavía la clase media sigue estando ligeramente por encima.
En los primeros meses de este año, y a pesar de que la actividad económica mostraba signos de crecimiento en distintos sectores de la mano del retroceso de restricciones desde hacía varios meses, el fuerte deterioro social siguió avanzando entre los habitantes del Gran Córdoba.
Nuevos cordobeses en la pobreza
Los datos dan cuenta de unos 128.000 cordobeses que entre el comienzo de 2020 y el inicio de 2021 pasaron a engrosar la pobreza en la provincia mediterránea, que pasó de 37% a 45%.
Todo esto, cuando en el mismo período los cordobeses empleados pasaron de 652.000 a 662.000 o un 1,5% más.
Los datos del trabajo de IDESA fueron elaborados por los economistas Patricio Temperley y Patricio Canalis a pedido del matutino cordobés, a partir de las últimas estadísticas publicadas por el Indec en la Encuesta Permanente de Hogares, relevadas durante el primer trimestre de este año.
Idesa cruzó los datos de ingreso tomados por el Indec, con índices como la evolución de la canasta básica total (CBT) para la región Pampeana y el IPC Córdoba (inflación), para dimensionar la evolución de la pirámide social –considerada sólo en función de los ingresos económicos declarados– en el Gran Córdoba.
Ese ejercicio muestra que la población que ingresó a la pandemia incluía un 37 por ciento de “clase baja” (bajo la línea de pobreza, no cubre la CBT), un ocho por ciento de “media baja” (cubre la CBT, pero en situación de alta vulnerabilidad de ingresos), un 48 por ciento de “clase media” y un siete de “alta”.
Un año después, en el primer trimestre de 2021, la pobre había trepado al 45 por ciento y la media baja, al 10 por ciento; la clase media “pura” se redujo al 40 por ciento (los 128 mil individuos menos mencionados en el inicio de la nota) y la alta bajó al cinco por ciento.
Vale señalar que en el primer trimestre de 2020 los empleados privados en relación de dependencia recibieron el aumento de cuatro mil pesos decretado por el Gobierno nacional: tres mil pesos con el sueldo de enero y de mil pesos con el de febrero, a cuenta de paritarias.
La suba del 37 por ciento al 45 por ciento de la población pobre implica que 165 mil cordobeses cayeron en esa condición si se comparan de manera interanual los meses de marzo, informó La Voz.
En el de este año, la población pobre del Gran Córdoba totalizó casi 700 mil personas: el 32 por ciento de los hogares cuyo ingreso total mensual estuvo por debajo de los 58.443 pesos. Se trata de los primeros datos de 2021 de este tipo, ya que el Indec informa la pobreza de manera semestral (para prorratear el impacto de aguinaldos), computada sobre estos mismos datos de ingresos. Recién se conocerá el 30 de septiembre.