El ex ministro de Economía, Juan Vital Sourrouille, falleció este miércoles en la Ciudad de Buenos Aires a los 80 años, tras una larga enfermedad, informaron voceros vinculados al economista.
Sourrouille es reconocido como el “padre” o impulsor del Plan Austral, un plan económico de estabilización que se lanzó en 1985 y tuvo una época de resultados positivos, para luego empezar a hacer agua y derviar en la hiperinflación, ya sin él en el cargo de Ministro de Economía.
El Austral, también, pasó a la historia porque fue el anteúltimo signo monetario de la Argentina antes de la reaparición del peso con el plan de Convertibilidad de Domingo Cavallo, en 1991.

Sourrouille formó parte del gobierno del ex-presidente Raúl Alfonsín, tras el gobierno militar, como secretario de Planificación desde diciembre 1983 hasta el 19 de febrero de 1985, oportunidad en que asumió como ministro de Economía, en reemplazo de Bernardo Grinspun.
Plan Anti Inflacionario
Al frente del Palacio de Hacienda y en medio de una elevada tasa de inflación, Sourrouille y su equipo diseñaron un programa anti inflacionario denominado “Plan Austral”, mediante el cual se intentaba poner un dique de contención a la constante suba de precios.
A Sourrouille lo acompañaron, Adolfo Canitrot como secretario de Programación Económica, Mario Brodersohn, secretario de Hacienda y José Luís Machinea como presidente del Banco Central.
Machinea luego iba a ser el primer ministro de Economía del gobierno de Fernando de la Rúa, entre diciembre de 1999 y 2001, cuando renunció.
Medidas económicas durante su etapa como ministro
Con el Plan Austral, se le quitaron tres ceros a la moneda (Pesos Argentinos) y se creó un nuevo signo monetario denominado “Austral”
Se aplicó una desindexación de todos los contratos de la economía, denominado “Desagio“, con lo cual se buscaba desarticular todos los mecanismos de repotenciación de los precios.
Al mismo tiempo, se aplicaron retenciones a las exportaciones y una mejora en los salarios mientras se ajustaron tarifas de servicios públicos, con desdoblamiento del mercado cambiario.
Al comienzo, el Plan Austral logró bajar la inflación, pero a partir de 1987 comenzaron situaciones de déficit fiscal con emisión de deuda para financiarlo, con bonos ajustables por tipo de cambio, lo cual retroalimentó la deuda.
Instancias finales
Un año más tarde, en abril de 1988, nuevamente se vuelve a caer en default, debido a una suba fuerte de las tasas de interés internacionales que hizo imposible atender los servicios e intereses de la deuda pública.
Nota de Plan B: Los años 80 se caracterizaron por muy altas tasas de interés internacionales (la de referencia es la de la Reserva Federal de los Estados Unidos, que bajo la batuta de Paul Volcker alcanzaron el 20% cuando hoy están en 0,25%).
Luego de meses de crisis, Sourrouille con el apoyo de organismos financieros internacionales, logra estabilizar la economía parcialmente, mediante el denominado “Plan Primavera” debido a que el Banco Central podía frenar la escalada del dólar.
El 3 de febrero de 1989 se desató una fenomenal corrida cambiaria y una suba de precios generalizada y entonces Sourrouille y su equipo renunciaron el 31 de marzo de 1989. Sourrouille entonces fue reemplazado por Juan Carlos Pugliese, en medio de una crisis que se transformó en una hiperinflación y que derivó en un febril proceso devaluatorio que obligó a Alfonsín a adelantar las elecciones y la entrega del poder a Carlos Menem, electo en mayo de ese año.
Desde entonces, Sourrouille se mantuvo en el ostracismo y en su retiro profesional.