En un crudo comunicado la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA), que preside el misionero Román Queiroz y aglutina a cámaras del sector como Amayadap y Apicofom, salió a visibilizar la difícil situación que atraviesa el sector, producto de la fuerte caída de la actividad.
“El nivel de actividad de los aserraderos proveedores del mercado interno ha experimentado una disminución del 40% en su actividad en los últimos 60 días”, señala el comunicado.
Y también explica que la competitividad para exportar que se logró con la fuerte devaluación del dólar oficial, que pasó de 360 a 820 pesos, se fue licuando con la fuerte suba de costos producto de la inflación.
“A pesar de haber logrado cierta competitividad gracias a la devaluación, el acelerado ritmo inflacionario ha generado un retraso en el tipo de cambio real que pone en peligro la viabilidad de las exportaciones forestoindustriales”, señaló.
Informe de la CAME
Este domingo, un informe de la CAME da cuenta de una fuerte caída de la actividad industrial pyme, y el de “madera y muebles” aparece como uno de los rubros más golpeados, con una baja de 24,6% en relación a febrero del 2023.
