Pino y eucalipto a China e India.

Troncos pelados: La exportación con menor valor agregado de Argentina crece y gana mercados

El Gobierno de Entre Ríos divulgó un comunicado la semana pasada informando que las exportaciones de rollizos de pino y eucaliptus por el puerto fluvial de Ibicuy alcanzaron en 2022 las 150.000 toneladas.

Esta cantidad equivale a algo menos del 10% de lo que consume en pino la planta de celulosa de Arauco Argentina de Puerto Esperanza, la mayor forestoindustria del país.

La novedad este año fue que a las operaciones de la empresa Urcel, que controlaba en soledad esta actividad, se sumó ahora la firma TISA SA, para la empresa PTP, que realizó el primer cargamento con rollizos de pino.

Urcel Argentina S.A. es un conglomerado con amplia experiencia en la industria forestal y la logística portuaria y fue la primera que abrió este negocio al mercado chino de exportación de rollizos de pino que en el gigante asiático se utiliza para fabricación de muebles, tablas de encofrado y bobinado para tableros, entre otros usos.

Luego incursionó en el eucalipto entrerriano. “Marcando un hecho inédito para la provincia y el país, ya que este tipo de madera nunca había sido exportada a China”, señaló una publicación de la web del puerto de Concepción del Uruguay.

Además de Ibicuy, el puerto de Concepción del Uruguay es la otra terminal desde donde se despachan los rollizos que también empezaron a llegar a la India.

“Esto es la confirmación de la curva ascendente que estamos teniendo en cuanto al trabajo, el rendimiento y la producción en los puertos entrerrianos, tanto en Concepción del Uruguay como en Ibicuy, al enorme trabajo que ha generado la madera de pino ahora sumamos el eucaliptus con un potencial aún mayor por la magnitud de las plantaciones que hay en la provincia”, remarcó Robert Rosa, Presidente de Urcel Argentina, en agosto del año pasado.

Un negocio de bajo valor agregado

La exportación de pino y eucaliptus es considerado en el mundo forestal una salida de emergencia para una materia prima que en su momento se plantó pensando en el desarrollo industrial del sector, con plantas de celulosa, muebles, etc.

Pero el sector forestoindustrial no recibe inversiones de envergadura desde hace más de dos décadas y en la actualidad se considera que no las recibirá hasta tanto no se remuevan algunas restricciones a las inversiones como los límites en la propiedad de tierras que puede tener una firma extranjera o algunos cambios en leyes laborales, amén de la inestabilidad económica del país y la dificultad para girar dividendos o realizar otras operaciones con divisas.

Así, esta polémica operación termina siendo una actividad que solamente se realiza en unos pocos países del mundo, ya que la mayoría de las naciones forestales buscan darle algún tipo de valor agregado a su madera antes de exportarla.

Fuente: Secretaria de Comunicación Entre Ríos/ 5-1-2022

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