Por Martín Boerr
Desde hace un tiempo empezaron a evidenciarse con más fuerza que nunca los contrastes en las políticas económicas de Misiones y Corrientes y se empezó a hablar de dos “modelos” con profundas diferencias entre sí.
Aclaramos algo: las provincias no manejan las variables macroeconómicas, no pueden hacer nada con los vaivenes del dólar, el cepo o la inflación. No imprimen moneda ni tienen un Banco Central para manejar las tasas de interés.
Cuando hablamos de “modelos” nos referimos principalmente a la política tributaria, al fomento a las inversiones y el desarrollo local, y la forma en que el Estado trata a la clase empresaria que da trabajo.
Y también incluimos, y este no es un dato menor, a la forma en que el Estado gasta los ingresos que recibe fundamentalmente en Coparticipación de impuestos y recaudación propia, principalmente Ingresos Brutos.
En Plan B hace tiempo que observamos las diferencias y contrastes entre ambos “modelos” económicos, que con la cuestión yerbatera y la polémica resolución 170/21 (que este diario apoya) incluso llevaron la discusión hasta la misma Corte Suprema.
Pero es cierto que nunca nos planteamos la pregunta del millón: Con todas sus diferencias, ¿cuál de los dos “modelos” es mejor?
¿Misiones o Corrientes?
En este diario nuestro trabajo consiste en observar la realidad y tratar de descifrarla de la manera más exhaustiva posible. Conversamos todos los días con empresarios, funcionarios, leemos documentos (Presupuesto, Boletín Oficial, balances de empresas, resoluciones, estudios económicos de “think tanks”, consultoras y otras entidades extra-provinciales), viajamos, visitamos fábricas y sobre todo, observamos.
El periodismo que intentamos hacer tiene una premisa fundamental. Entender lo complejo y luego tratar de traducirlo a un lenguaje periodístico ágil, interesante y popular, que lo pueda captar tanto un experto en finanzas como “Doña Rosa”.
Así que vamos a responder a la pregunta del millón:
El modelo de Misiones parece mucho mejor que el de Corrientes y si hubiera que sintetizar todas estas observaciones, se podría afirmar lo siguiente:
Corrientes tiene un modelo al que podríamos asociar con la figura del “patrón de estancia”, orientado a facilitarle la vida lo más posible a los que tienen capital, tierras, ganado o fábricas, cobrarles pocos impuestos y buscar a toda costa lograr captar inversiones del exterior. Pero no tiene un gran “derrame” en la sociedad y en los pueblos.
Es decir, desde el punto de vista empresario es más amigable, sin dudas. Si fuéramos empresarios, preferiríamos el “modelo correntino”. Pero como periodistas estamos observando toda la foto y evaluando el impacto de las políticas en el conjunto de la sociedad.
Misiones, en cambio, defiende un modelo que está consolidado a partir de su polémica “Aduana paralela”, una máquina de recaudar única en el país para un estado subnacional, estudiada por otras provincias y con una efectividad extraordinaria.
Incluso hace poco la Corte Suprema hizo lugar a un reclamo de la cementera Loma Negra (ver link más abajo) porque el sistema misionera es tan agresivo que con frecuencia es acusado de ser cuasi-confiscatorio. Sin duda eso es negativo para el desarrollo de una economía y para atraer inversiones.
Contrastes en la “frontera”
Además de ser todo lo opuesto a Corrientes, la Aduana Paralela (técnicamente es el régimen de percepción anticipada de Ingresos Brutos en los puestos de la Agencia Tributaria Misiones) justamente está ubicada en la misma frontera Misiones-Corrientes.
Son cuatro puestos “fronterizos”: Azara, Arco, Centinela o Apóstoles, casi sobre el arroyo Chimiray que divide a ambas provincias.
Si el análisis terminara acá Corrientes gana por goleada, porque, ¿a quién le gusta pagar impuestos? A nadie, se trate de empresarios o consumidores, que son quienes terminan pagando la mayor carga fiscal a través de bienes y servicios más onerosos.
Mucho menos en un país como la Argentina, con una presión impositiva nacional altísima y la sensación de que a pesar de ese esfuerzo, el Estado se empeña en ser un descalabro que genera inflación, falta de dólares, pobreza, etc.
¿Qué se hace después con los impuestos?
Pero la otra pregunta que hay que hacerse es qué se hace con los impuestos, y en este sentido, el modelo de Misiones tiene mucho más derrame que el de Corrientes.
Cualquier empresario que despotrique contra la Aduana Paralela también reconoce -por lo bajo-, que Misiones tiene una infraestructura y servicios de las cuales Corrientes carece.
Los más visibles son los rubros Salud y Educación. Pero también se puede extender a los caminos rurales, las rutas provinciales, el Centro del Conocimiento, sus parques provinciales, aeropuertos, Costanera, accesos a ciudades, aeropuertos y más.
Misiones tiene 77 municipos y muchos pueblos o pueblitos donde hay al menos una comisaría, una escuela, un salón de usos múltiples comunitario, un CAPS o algo que permita pensar que ahí hubo algún derrame del dinero de la Aduana paralela.
Corrientes tiene amplias extensiones donde, o bien no hay nada, o hay pueblos muy abandonados. Observen, por ejemplo, Carlos Pellegrini la base operativa para quien busque visitar los Esteros del Iberá, mundialmente conocidos.
Viajen y comparen (como lo hicimos nosotros) cómo son algunas ciudades o pueblos gemelos: Garruchos y Garabi con Azara y Concepción de la Sierra.
O miren Liebig -la casa de la yerbatera más dinámica e innovadora del país-, y Apóstoles. Comparen si no, la evolución de Posadas en los últimos 20 años y el mismo recorrido de Corrientes capital.
Más derrame
El modelo de Misiones tiene mucho más “derrame” y el modelo de Corrientes, se asemeja al de “patrón de estancia”, porque le da menos a la gente de a pie, a la gente común.
Algunos números para comparar
Vamos a los números. Misiones recaudó el año pasado 60.278 millones de pesos, y quedó como la sexta provincia del país que más percibe por Ingresos Brutos, sólo superada por Bs As, CABA, Córdoba, Santa Fe y Neuquén.
Corrientes recaudó por Ingresos Brutos apenas el 28% de lo que obtuvo Misiones. La diferencia es abismal.
Esa moneda tiene dos caras: es bueno para el Tesoro misionero y habla bien del dinamismo de la economía misionera, pero también es una mala noticia para las empresas y los consumidores misioneros que pagaron bienes y servicios más caros.
Hasta ahí, Misiones perdería por goleada con Corrientes. Mucho impuesto.
Dura 90 minutos
Pero el partido no termina ahí, dura 90 minutos y ahora vamos a contar porque, para nosotros, Misiones se lo da vuelta y le gana por amplio margen a Corrientes.
Coparticipación: Misiones es de las más perjudicadas del país
¿Por qué Misiones cobra tantos impuestos?
La mayoría de los empresarios misioneros no los sabe con claridad, y podemos decirlo con conocimiento de causa.
Esto es grave, equivale a afirmar que no comprenden uno de los grandes motivos por los que se les cobran tantos impuestos provinciales.
Misiones es una de las 2 o 3 provincias más perjudicadas con la Coparticipación Federal de impuestos. Mientras que Corrientes es una provincia relativamente beneficiada. La “Copa” es el principal ingreso de cualquier provincia, lejos.
En el mes de agosto, Misiones obtuvo por Coparticipación 18.866 millones de pesos. Corrientes, obtuvo 21.216 millones de pesos, es decir 2.350 millones de pesos extra. Si lo multiplicamos por 12, serían 28.200 millones de pesos.
Pero hay más, la principal variable para definir la Coparticipación es la población de cada provincia. Misiones tiene 1,3 millones de habitantes contra 1,1 millón de Corrientes (según proyecciones, cuando se publique el dato pcia x pcia del Censo 2022 seguro la diferencia se ampliará).
Es decir, la discriminación y la injusticia es mucha y Misiones tiene que compensar esa falencia con Ingresos Brutos. Para Corrientes es más facil no cobrar tanto IIBB, recibe más y tiene 200.000 o 300.000 personas menos a las que atender en educación, salud o seguridad.
“Si me arreglan la Coparticipación yo puedo pensar en bajar un poco los impuestos”, comentó a Plan B, Miguel Angel “Pimpy” Thomas, el creador de la Aduana Paralela en septiembre del 2017 en la Legislatura, cuando presentaba el presupuesto 2018.
“Usted es un villano para algunos y un héroe para otros”, le comentamos, un poco para ver que decía. Se rió y respondió: “Si me consideran un villano, entonces estoy haciendo bien mi trabajo”.
Misiones derrama mejor en Salud y Escuelas que Corrientes
En el rubro derrame del dinero de esos impuestos, Misiones supera a Corrientes con claridad. Es cierto, los empresarios pagan, pero mucho no lo ven porque los usuarios de esos servicios son otros sectores socioeconómicos de la población.
Se podría enumerar una larga lista con la infraestructura pero solo vamos a mencionar al Parque de la Salud, un complejo público que tienen muy pocos lugares en el resto del país.
Son varios hospitales: el Hospital Madariaga, el Materno Infantil y el Hospital de Pediatría, pero también el Instituto Misionero del Cáncer, el Instituto de Genética Humana, entre otros centros a los que ahora se agregará el hospital de Neurociencias. He acompañado a un amigo al Instituto del Cáncer y comprobé que no tiene nada que envidiarle a un hospital privado de primer nivel.
En el Parque de la Salud también se hacen transplantes de cónea, médula, riñón, y hay dos robots Da Vinci para operaciones.
Paradójicamente, los sectores de menos recursos son los que más se quejan por esta infraestructura que atrae todos los días a cientos de paraguayos que ni sueñan con algo similar.
Pero es normal. Por aquello de que el último que se entera que está en el agua, es el pez. Hay que viajar, mirar y conocer para entender lo que tiene Misiones.
Me ha tocado ver como al entonces titular del IPROHDA, Santiago Ros, le pedían un Parque de la Salud “más cerca, porque hay que tomar el colectivo”.
Quizás sin entender que es como si los vecinos de San Vicente pidieran un aeropuerto internacional porque les queda lejos ir a Iguazú o Posadas.
En 2017 me llamaron productores de la Deutsche Welle, la cadena de TV pública alemana (similar a la BBC británica), para venir a hacer un reportaje sobre las mamografías 3D que se ofrecían gratis en el Hospital Favaloro de Villa Cabello a mujeres pobres.
El sistema de mamografías 3D es un modelo muy innovador que inventó un médico correntino premiado internacionalmente. Pero en Corrientes y en Buenos Aires, funcionaba solamente pagando o con una prepaga de nivel.
También es cierto que el oficialismo misionero no sabe vender esto: comunica con el mismo entusiasmo las cosas importantes y las “pavadas”, y anestesiaron a la gente con el sistema de difusión oficial, de manera que cuando hay algo donde poner el acento, ya nadie presta atención.
Todo esto conspira para que el misionero medio se de cuenta las cosas positivas y las ponga de relieve.
Alguien que vivió en Estados Unidos, Brasil, Paraguay o simplemente alguien que anduvo por otras provincias tendría una base de comparación más efectiva.
Pero en Villa Cabello no hay mucha gente que haya vivido en Estados Unidos. No tiene forma de comparar y darse cuenta. La Renovación no lo sabe vender y todos piensan que es la obligación del estado dar mamografías 3D gratis, lo lógico, lo mínimo que cabe esperar.
Escuelas
Hablemos un poco de las escuelas. Suelo recorrer muchos caminos rurales de Misiones (un rubro donde le gana por mucho a Corrientes) y no es para nada inusual andar por un camino de tierra roja, rodeado de verde y que de repente de la nada aparezca una escuela con un edificio moderno y bien cuidado, para los chicos de las chacras y picadas.
Misiones tiene cada vez más escuelas. Son 1.290 escuelas y 423 aulas satélites del sistema público, según los datos que presentó el CGE en enero cuando actualizó el Plan Integral de Refacción de Escuelas.
La provincia de las chacras vs la provincia de los grandes estancieros e inversores externos
Pero las diferencias más grandes entre Misiones y Corrientes no las inventó la Renovación, que sí creó la Aduana Paralela.
Los contrastes tienen que ver con la rica historia de cada una de estas provincias y cómo se desarrolló.
Corrientes es una provincia de grandes productores, muchos de ellos grandes capitales extra-correntinos que ven en la provincia una oportunidad de diversificar riesgos.
Es decir, salir de las colocaciones financieras y poner algo de dinero en el lo único seguro en un mundo donde el dólar a nivel internacional no genera tanta confianza como para poner todos los huevos en esa canasta: la tierra.
Si es posible en grandes extensiones. Que tengan alguna actividad que no genere más gastos y si se puede, obtener alguna rentabilidad. Como las extensas plantaciones de pino y eucaliptus.
Corrientes tiene 447.000 hectáreas forestadas. Misiones 436.000 hectáreas de pinos y “euca”. Entre Ríos, 134.000 hs.
La petrolera Shell tenía tierras en Corrientes, también el grupo Pérez Companc. Hugo Sigman, uno de los 10 más ricos de la Argentina, también tiene 90.000 hectáreas con el Grupo Pomera.
José Antonio Aranda, uno de los accionistas del Grupo Clarín, gran productor de arroz. También está el grupo chileno CMPC con Bosques del Plata.
La familia Royo, con su campo La Pilarica (relacionado en los negocios con Techint/Tenaris), el Grupo Tapebicuá que pertenece a Celulosa Argentina. También el Grupo Garabí, que arma fondos de inversión en forestaciones desde la city porteña.
En algún momento también estuvo el fondo de inversiones de Harvard controlando producciones forestales con la firma EVASA (Empresas Verdes Argentinas SA). Hasta Lionel Messi compró campos en Corrientes.
También está en Corrientes, Adecoagro, el fondo donde alguna vez participó George Soros, la italiana Altinia o la uruguaya Urcel, que saca los rollizos de pino y eucaliptus desde los puertos de Ibicuy y Concepción del Uruguay a China e India.
Y por supuesto hay que incluir en esa lista al desaparecido Douglas Tomkins.
La diferencia con los anteriores es que Tomkins vivió y amó la tierra que compró, como lo hace la gente de Las Marías, quienes pudiendo estar en cualquier lado, vive en Virasoro, convive con sus colaboradores, le mira la cara todos los días, y crece o sueña en la tierra donde nació.
No es lo habitual en la Argentina, pero una vez más, el pez solamente se da cuenta que está en el agua el día que ande por la tierra y el aire.
Pueblos pobres
Si uno recorre (lo hice en bicicleta) la ruta 68 (de tierra, como muchos caminos provinciales de Corrientes) que vincula a Virasoro con Garabi podrá comprobar como campo tras campo, son casi todos fondos de inversión de la city porteña.
En la otra punta está Garabí, una localidad pobre que no conoce lo que es tener una plaza bonita o un centro de actividades municipal moderno.
Como dijimos antes, es interesante el ejercicio de comparar a las correntinas Garabí y Garruchos, con sus vecinas Concepción de la Sierra y Azara, apenas unos kilómetros más allá por la ruta provincial 94, pasando la Aduana Paralela.
Garabí es una pequeña localidad de gente que trabaja en los campos, peones, cuidadores, etc. No hay una clase media y tampoco un derrame, no hay pequeños productores que en sus épocas de bonanza empiezan a gastar en el pueblo generando movimiento económico y prosperidad. Casi no hay comercio.
Mientras que Misiones es la provincia por excelencia de las pequeñas chacras de 25 hectáreas. Ninguna provincia tiene esa realidad, ni 15.000 productores yerbateros, 13.000 productores tabacaleros o 5.000 productores tealeros, herencia directa de la forma en que se colonizó y pobló Misiones con las corrientes migratorias de la primera mitad del siglo pasado.
El zorro en el gallinero
Hace 20 años Misiones y el gobierno Nacional dejaron crecer aún más a un gigante como Arauco Argentina, cuando permitieron que se quedara con los activos del grupo Pérez Companc, una operación que mereció más análisis y quizás objeciones por parte de los organismos reguladores que deben velar por cierto equilibrio en el mercado.
Los chilenos se quedaron con un mega-aserradero y 50.000 hectáreas adicionales (20.000 de la reserva San Jorge) para ostentar un total de 255.000 en la provincia de las chacras de 25 hectáreas.
Dos décadas después, Corrientes parece estar dejando entrar al “zorro al gallinero” con la instalación del grupo austriaco HS Timber, que está levantando en Virasoro un mega aserradero que ya completó el 20 por ciento en su construcción.
Ese mega-aserradero va a producir 600.000 metros cúbicos en una primera etapa para alcanzar una capacidad de 1,2 millones de metros cúbicos en una segunda etapa. Eso es tres veces la capacidad de Arauco Argentina, hasta hoy el aserradero más grande del país, por lejos.
Fuera de eso, de las inversiones en dos plantas de biomasa que generan casi tanto como Urugua-í (una de ellas de Sigman) y de las familias misioneras que invirtieron en forestaciones en Corrientes (Wipplinger, Mazza, Rodríguez, Galandat y la lista sigue), no parece que el modelo de Misiones atraiga menos inversiones que Corrientes.
Arauco Argentina (u$s140 millones en el refresh de la planta de celulosa de Pto Esperanza), Papel Misionero/Arcor (u$s20 M en planta de bolsas) y Dass/Nike (u$s25 M), son tres gigantes que eligieron a Misiones el año pasado para nuevos proyectos.
Uno de los motivos -comentaron los empresarios de esas tres firmas, con los que hablamos- es que Misiones, con su política de fomento a las escuelas técnicas, tiene mano de obra calificada. Misiones tiene 88 escuelas técnicas, el 23% de la matrícula de sus alumnos de nivel secundario (más que la media nacional) y quiere llegar al 35%, como los países más ricos de Europa.
24-9-2022