De Mendiguren en Mendoza.

Para el Gobierno IMPSA es estratégica y Yacyretá, un socio fundamental en su recuperación

El Secretario de la Producción de la Nación, José Ignacio de Mendiguren, visitó ayer las instalaciones principales de IMPSA en Mendoza, la empresa productora de turbinas y otras obras de infraestructura, que transita una nueva etapa tras superar el concurso de acreedores, con nuevos dueños y el decisivo apoyo económico del Estado Nacional y mendocino.

IMPSA, fundada por Enrique Menotti Pescarmona, es una de las pocas empresas argentinas que llegó a ser líder en su rubro, ganando contratos y exportando conocimiento a todo el mundo.

El Gobierno Nacional y los bancos acreedores salieron a respaldarla al considerarla una compañía con alto valor estratégico y entender que hubiera sido una gran pérdida que sea desguazada o vendida a capitales internacionales por culpa de una crisis financiera que no pudo superar.

“IMPSA es una empresa estratégica, que tiene futuro y una historia que es también sinónimo de desarrollo industrial 4.0, de industria argentina. Es un orgullo por el gran valor agregado que aporta tanto en el país como en el mundo”, afirmó Mendiguren en su recorrida.

El rol de Yacyretá en la recuperación de IMPSA

En esa visita, De Mendiguren fue acompañado por varios funcionarios, entre otros el titular de la Entidad Binacional Yacyretá, Fernando de Vido y parte de su equipo.

Yacyretá es uno de los principales clientes de IMPSA. Fue una de las tres empresas que proveyó las 20 turbinas principales cuando se construyó Yacyretá en los años 80 y 90, y la única nacional (las otras dos fueron la alemana Voith y la norteamericana General Electric) que participó en una obra de semejante calibre.

Actualmente IMPSA está realizando la puesta a punto de 6 de las 20 turbinas principales de Yacyretá, un trabajo que demanda decenas de millones de dólares y que es fundamental para IMPSA.

Ahorro y generación de divisas

La recuperación de IMPSA le permite a la Argentina ahorrar divisas y generarlas cada vez que esta compañía exporta o genera contratos en el exterior. IMPSA tiene presencia en más de 40 países.

“Estamos avanzando con un plan de negocios sustentable, con foco en potenciar el aporte que la empresa hace al sector energético del país”,
agregó.

En el último año, tras la capitalización por parte del Estado Nacional y provincial, IMPSA avanzó en la firma de convenios, alianzas y llevó adelante distintos proyectos, lo que se refleja en un mayor nivel de producción en su Centro de Desarrollo Tecnológico de Godoy Cruz, y contribuye a que la actual recuperación se consolide de manera sostenible en el mediano y largo plazo.

Mendiguren visitó la empresa acompañado por la subsecretaria de Planeamiento Energético de la Secretaría de Energía de la Nación, María Cecilia Garibotti, y el jefe de Gabinete de la Secretaría de Industria y Desarrollo Productivo, Gabriel Vienni. Fue recibido por el CEO de la compañía, Gonzalo Guiraldes.

Por parte de la EBY, además de su titular Fernando De Vido estuvieron el jefe del Sector Mantenimiento, Richart Pintar; de supervisión de la obra, Gabriel Tarnowski; y el responsable de Jefatura del Sector Mantenimiento, Daniel Arce.

Salvataje

Impsa arrancó como una pequeña empresa metalúrgica en el año 1907 y fue creciendo hasta convertirse en un gigante que proveyó de turbinas a represas importantes de todo el mundo, entre otros rubros de la industria pesada.

En el año 2014 tras malos negocios en Venezuela la empresa entró en crisis con una deuda superior a los 1.000 millones de dólares.

Finalmente en el año 2021, el Gobierno Nacional accedió al pedido de la empresa de realizar un salvataje a cambio del control de la empresa.

El Estado Nacional y el estado mendocino lograron reprogramar una deuda de 560 millones de dólares con un Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE) y una reestructuración accionaria. El Estado invirtió 15 millones de dólares y se quedó con el 63,7 por ciento de la firma y Mendoza aportó 5 millones y controla el 21,2% de la compañía, informó la periodista Sofía Diamante, de La Nación en una nota publicada en mayo de 2021.

El 15,1% restante continúa en manos privadas, repartido en un 9,8% entre un conglomerado de bancos y 5,3% para la familia Pescarmona. Si bien el control de la compañía lo tendrá el gobierno nacional, el management actual continúa gerenciando la empresa.

Plan B/ La Nación/ Ministerio de la Producción/ 9-9-2022

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