Por Martín Boerr
Después de varios años deambulando en el ostracismo, Crucero del Norte ayer volvió a tener un comienzo de temporada emocionante, auspicioso y que invita a soñar con el gran objetivo: el ansiado regreso a la B Nacional, que ahora se llama Primera Nacional.
Falta mucho y es apenas un sueño, pero de sueños se vive, se trabaja y se crece. Dicen que la vida pasa por tener proyectos, pero en el fútbol argentino proyectos (algunos le dicen “carpetas”) sobran. Lo que faltan son equipos que generen expectativas y el Crucero de ayer invita a soñar, por cómo jugó y por cómo se puso la gente en el Andres Guacurarí que volvió a tener una tarde-noche como en las no tan viejas épocas.
Crucero del Norte venció ayer por 2 a 0 a Gimnasia y Esgrima de Concepción del Uruguay, por la segunda fecha del Federal A. Con dos goles del “pibe” de Oro, Maxi Perussatto. Pero el resultado fue mentiroso, pudo ser goleada amplia.
Perussatto tiene 20 años, viene de San Vicente, de esas familias de cinco hermanos donde no sobra nada material, pero hay un superávit de unión y trabajo para salir adelante. El chico carga con las expectativas de su gente y ayer, tras el partido, no pudo contener las lágrimas cuando recordó a la familia en la charla pospartido con la prensa.
Perussatto, que pudo convertir algún gol más, metió sus dos goles porque recibió sendas asistencias de Ernesto “Pinti” Alvarez, ese que está protagonizando un nuevo regreso recargado al club a los 33 años. Y es que a pesar de que tiene 7 años más que en su último regreso en 2015, este Pinti parece tener más hilo en el carretel.
Porque “Pinti”, que venía de meter el gol del triunfo en el 1 a 0 de visitante ante Juventud Unida de Gualeguaychú, ayer pudo patear al arco las dos veces en jugadas que él mismo se armó.
Sin embargo, mano a mano frente al arquero Bustos, no se obnuniló con meter su gol y decidió levantarla cabeza, pensar y meter el estiletazo para que la empujara Perussatto. El primero fue a los 27 minutos y el segundo a los 5 del ST, tras pelear y ganar contra dos defensores rivales.
“No se ni cómo hice para no tentarme y patear yo al arco (risas)”, le dijo ayer a Plan B, al término del encuentro. Se lo veía feliz, contento y muy seguro. Con la autoestima por las nubes.
El DT Miguel “Pico” Salinas y su estilo
Y por último, hay que decir que Crucero del Norte invita a soñar por el regreso de un técnico bien misionero, que además demostró un estilo de juego muy interesante, caracterizado por la cantidad de veces que sus jugadores se pasan la pelota, como la cuidan y la casi ausencia de pelotazos. Dos muestras: a los 5 minutos, Pinti Alvarez metió un pase gol al mejor estilo Riquelme para la entrada de Perussatto, que definió ancho.
Y a los 30 del segundo tiempo, en una jugada “tiki-tiki” se la pasaron entre casi todos los jugadores del equipo misionero, bailando a la defensa de Gimnasia de Concepción hasta que apareció el pase justo a espaldas de los defensores para Leonardo Morales (el 5, otro que jugó muy bien), quien definió bien pero apenas ancho. Hubiera sido un golazo por la concepción. Otros rendimiento altos fue el de Emanuel Sosa, el 8 que no paró de meter pases filosos.
Y otra vez fue de la mano del técnico Miguel “Pico” Salinas, como en el año 2016 cuando el Colectivero volvió de su exitosa aventura por la Primera División (lamentablemente no valorada por muchos en la provincia).
No exitosa por los resultados sino por haberse codeado con los grandes apenas 11 años después de nacer como club y desde las dificultades de una provincia periférica que cuenta con menos apoyo oficial del que tienen sus otras 9 pares del Norte Grande. Cada partido del Colectivero en Primera División debería haber sido un partido como un partido del Mundial en Misiones.
No fue así: acá muchos piden resultados, quizás sin saber que inconscientemente copian razonamientos que observan por televisión para los equipos grandes que lo tienen todo.
En aquella temporada de la B Nacional, el ex arquero de Quilmes y Vélez se hizo cargo del equipo ante la sorpresiva renuncia de Sebastián “Pascual” Rambert, que había vivido una situación única en el fútbol argentino. A pesar de ser últimos cómodos en el torneo que dirigió de Primera División (el primero de 30 equipos), Julio Koropeski hizo al revés que la máxima en el fútbol: echó a casi todos los jugadores y le dio confianza al DT.
En la charla final pospartido, “Pico” se mostró cauteloso. “El primer objetivo es sumar para alejarnos del descenso, después veremos”, señaló en diálogo con Plan B.
El formato del torneo 2022 del Federal A se divide en dos zonas de 17 equipos cada una. Juegan todos contra todos y los primeros ocho primeros de cada zona se enfrentan en la llave de 16avos de final en el camino hacia el ascenso.
Falta muchísimo, sí. ¿Pero quién le va a impedir a la gente que quiere al Colectivero y al fútbol misionero soñar con el ansiado regreso?