El banco virtual (también conocido como fintech) Ualá, acaba de sumarse la semana pasada al listado de unicornios argentinos. Es decir, empresas argentinas de base tecnologica que tienen un valor de más de 1.000 millones de dólares, como Mercado Libre, Globant o Despegar.
Ualá alcanzó este estatus al realizar una nueva ronda de capitalización, donde fondos de inversión inyectan más capital para que la empresa pueda seguir contratando empleados, lanzando productos y expandiéndose.
El jueves pasado Ualá confirmó la concreción de una nueva ronda de inversión por u$s350 millones, lo que resulta en una valuación de u$s2.450 millones por la empresa fundada por el joven argentino Pierpaolo Barbieri (la valuación teórica de una empresa es así: si yo compro el 10% de una empresa en 100 millones de dólares, estoy valuando el 100 por ciento de la compañía en 1000 millones de dólares).
Ualá es la firma que fundó en 2017 el argentino Pierpaolo Barbieri, un joven brillante que estudió Historia y Economía en Harvard y luego continuó sus estudios de posgrado en Cambridge antes de dedicarse a emprender en el rubro dinámico de las fintech, un mundo aún no alcanzado por las regulaciones bancarias de entidades como el BCRA.
Inversores
La nueva ronda de inversión de la semana pasada tuvo como protagonistas al SoftBank Latin America Fund, una firma de inversiones focalizada en la región, y a Tencent, una compañía tecnológica de origen chino, que en el último tiempo realizaron desembolsos millonarios en startups y compañías tecnológicas locales, informó el diario La Nación. En noviembre de 2019, ambos habían liderado la ronda anterior de inversión en Ualá, por US$150 millones.
Ualá es una fintech que nació en octubre de 2017 en Buenos Aires y hoy tiene también operación en México, con un modelo de negocio que busca ofrecer un “ecosistema financiero digital” a sus usuarios. En la Argentina, permite operar una cuenta virtual (CVU), realizar pagos con una tarjeta internacional física Mastercard, pagar servicios, solicitar préstamos personales, concretar cobros, invertir en un fondo de inversión y contratar seguros.
“Estos fondos sirven para sumar capital de trabjao, ayudar a crecer y contratar, escalar las unidades de negocio existentes y lanzar nuevas unidades de negocio”, explicó Barbieri el miércoles en diálogo con periodistas
Desde sus inicios, la firma recibió el interés de nombres de peso en el mundo financiero internacional. En rondas anteriores, había recibido inversiones por parte de fondos de George Soros a través del Soros Fund Management LLC, Goldman Sachs Asset Management, L.P., Ribbit Capital, Greyhound Capital, Monashees y Endeavor Catalyst. En esta nueva ronda, sumó como inversores a D1 Capital Partners y 166 2nd, junto a inversores ángeles como Jacqueline Reses e Isaac Lee.
En abril de este año, también se asoció con el empresario Eduardo Eurnekian. El titular de Corporación América, que opera en Misiones los aeropuertos de Posadas e Iguazú, le terminó vendiendo a Barbieri su banco digital Wilobank, e ingresó como accionista de Ualá.
Actualmente, Ualá lleva emitidas más de 3,5 millones de tarjetas conectadas con su aplicación y, según sus datos, tiene más de un millón de usuarios que invierten dinero en el fondo común de inversión que gestiona junto al grupo SBS. Además, lleva entregados 230.000 créditos.
Su estrategia apunta hacia un segmento joven -el 55% de sus usuarios tienen entre 18 y 30 años- y entre los no bancarizados. Según sus datos, el 65% de los usuarios no poseía historial crediticio antes de registrarse en la plataforma.
“Ya más del 10% de la población argentina tiene una cuenta en Ualá y eso nos llena de orgullo, en un país donde más del 50% de los adultos no tienen acceso a métodos de pago digitales. Eso es parte de lo que venimos a resolver”, dijo el empresario, quien se graduó en Historia en Harvard y realizó estudios de posgrado en la universidad de Cambridge.
En este punto, reiteró sus planteos sobre el cumplimiento de la regulación sobre el segmento fintech y la competencia entre estos actores y la banca tradicional. “Tenemos que cumplir regulaciones del BCRA que prevé en su regulación de CVU (cuentas virtuales) y CBU (cuentas bancarias) la interoperabilidad del sistema. Es un esquema que nos pone en uno de los mejores sistemas regulatorios del mundo para fomentar las transferencias inmediatas, y solo hay que cumplirlo. No hay que poner trabas malintencionadas, porque el dinero es de la gente y tiene que poder enviarlo donde quiera, sean cuentas bancarias o virtuales. Me pone triste cuando veo límites que no son compatibles con la regulación”, disparó el fundador de Ualá, en referencia a los bancos tradicionales, adversarios a los que suele apuntar también desde sus redes sociales.
Según explicó Barbieri, la empresa tiene hoy 1000 empleados, en sus oficinas y de forma remota, que trabajan en 35 ciudades. El plan es sumar entre 400 y 500 personas antes de fin de año, y duplicar el plantel en 18 meses. “Nuestra intención es seguir creciendo y con este capital vamos a ampliar el equipo. Ahora tenemos más de 100 búsquedas abiertas, pero vamos a seguir contratando en todas las áreas, desde back-end y front-end hasta marketing, comunicación, atención al cliente o recursos humanos”, dijo Barbieri, quien afirmó que el 49% de su equipo son mujeres.
