La ciudad de Posadas amaneció este miércoles nuevamente envuelta en una espesa capa de humo, fenómeno que afecta no solo a Misiones sino a otras once provincias argentinas debido a incendios forestales activos en países vecinos como Brasil, Paraguay y Bolivia, donde ya se han quemado casi 4 millones de hectáreas.
Esta “bruma seca”, presente desde mediados de agosto, había disminuido tras algunas lluvias, pero regresó con fuerza en los últimos días, lo que llevó al Ministerio de Salud a emitir recomendaciones para la población.
Imágenes de diferentes ángulos -gentileza de Tomás Zapata- muestran cómo el humo ha cubierto gran parte de la ciudad, dejando apenas visible la capital misionera. Estas imágenes evidencian el impacto visual y ambiental de los incendios, que afectan tanto a la región como a otras partes de Sudamérica.
Las otras provincias que también están bajo alerta son Corrientes, Chaco, Santa Fe, Córdoba y Santiago del Estero.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) continuará monitoreando la situación, esperando que el descenso de temperaturas y las lluvias previstas para los próximos días traigan alivio a la población afectada.
Desde la Dirección de Alerta Temprana de Misiones advirtieron que las altas temperaturas y la ausencia de lluvias aumentan el riesgo de nuevos incendios y prolongan la permanencia del humo. Por ello, las autoridades sanitarias recomiendan evitar salir de casa, utilizar barbijos al aire libre y abstenerse de realizar actividades físicas en la intemperie.
Precauciones y atención médica
Desde el Servicio de Neumonología del Hospital Escuela de Agudos “Dr. Ramón Madariaga”, hicieron hincapié en los cuidados que deben tener las personas con enfermedades cardíacas o respiratorias crónicas como asma, Epoc o enfisema. Sugieren mantenerse en espacios cerrados, preferiblemente con purificadores de aire, y utilizar mascarillas en caso de salir al exterior.
Además, subrayaron que síntomas como irritación ocular, tos, flema o dificultad para respirar requieren atención médica inmediata. También señalan que los grupos más vulnerables son los adultos mayores, propensos a padecer enfermedades respiratorias, y los niños, cuyo sistema respiratorio aún está en desarrollo, lo que los hace más sensibles a la contaminación.
Plan B / 11-9-2024