Por Martín Boerr *
Finalmente el designado Luis “Toto” Caputo confirmó que asumirá como ministro de Economía de Javier Milei.
En un posteo en su cuenta de twitter, el ex titular de las filiales argentinas del JPMorgan y Deustche Bank, confirmó que aceptará el cargo, agradeció a Milei y dijo: “Vamos a dejarlo todo para darle una alegría a todos los argentinos de bien”.
La llegada de Caputo al cargo de Ministro despierta opiniones encontradas, entre los que conocen el perfil del flamante Ministro de Economía. Caputo bien podría ser calificado como uno de los mayores endeudadores de la historia Argentina.
Nacido el 21 de abril de 1965 (58 años), Luis Caputo es primo hermano de Nicolás “Nicky” Caputo, el íntimo amigo de Mauricio Macri. Como ellos dos, también cursó la primaria y secundaria en el prestigioso y exclusivo colegio Cardenal Newman. Se recibió de economista en la UBA y llegó a ser profesor de posgrado en Finanzas de la UCA.
Hizo una exitosísima carrera en la “city porteña”, donde nadie le cuestiona sus pergaminos. En los años 90 fue jefe de trading del JPMorgan Chase para América Latina (94 al 98), una época dorada para los mercados emergentes y en especial para la Argentina.
Luego pasó a la filial local del Deutsche Bank, una entidad con negocios en banca privada y corporativa muy importante en el país.
En 2003 se alejó del banco alemán y fundó su propio fondo de inversiones.
Pero Caputo no tiene perfil de un funcionario público o ministro de Economía, como Domingo Cavallo o Roberto Lavagna.
A diferencia de estos economistas, este es un “lobo de Wall Street”, con una mente diseñada para ver negocios financieros, mucho más con el manejo no solo de información privilegiada, sino ya de las decisiones y el tablero de control.
Está claro que también tendrá una injerencia enorme sobre el Banco Central, que podría ser asignado a un miembro de su equipo.
Su rol como endeudador del país
Caputo fue Secretaría de Finanzas de Mauricio Macri, bajo la órbita primero de Alfonso Prat Gay. Luego fue Ministro de Finanzas, ya que esa Secretaría pasó a tener el rango de ministerio.
Desde ese lugar endeudó a la Argentina con sistemáticas colocaciones de bonos que comenzaron en 2017, apenas el país le pagó a los “fondos buitre” con más deuda por más de 10.000 millones de dólares.
Recordemos: La Argentina había realizado un canje de deuda exitoso en 2005, no todos acceden en un canje y los que quedan afuera hacen juicio. El país aceptó reabrir el canje en 2010 para cerrar los reclamos, pero una vez más, quedaron fondos “buitre” especulando con ganar las demandas en Nueva York y cobrar todo el dinero.
Caputo llegó y tomó más de 10.000 millones de dólares de deuda para cancelar en efectivo ese reclamo. Según el diario Financial Times, tomó la mayor cantidad de deuda de un país en desarrollo desde 1996.
Esa deuda en dólares que se tomó entre 2016 y 2018, no fue para pagar gastos corrientes, no para construir puentes, rutas, autopistas, hospitales o escuelas. Es decir, para cubrir el déficit fiscal que hoy se cubre con emisión monetaria y genera inflación.
El kirchnerismo le había dejado a Mauricio Macri la “tarjeta en dólares” sin usar, ya que tras pagarle al FMI en efectivo y cancelar la deuda con el organismo, apenas emitió deuda en moneda dura.
Caputo reemplazó a Adolfo Sturzenegger
Cuando en abril del 2018 los inversores se dieron cuenta de que la Argentina no iba a poder devolver el dinero prestado, empezó la salida de los capitales que habían ingresado en forma puramente especulativa a hacer ganancias fáciles con las tasas de interés en pesos altas del Banco Central de Adolfo Sturzenegger.
Funciona así: un inversor compra un bono en dólares, luego lo vende y cambia por pesos, colocaba en bono en Lebacs (que se licitaban todos los martes) y un mes o dos meses después, los sacaba y volvía a comprar dólares para sacarlos del país con una fuerte rentabilidad.
Se trataron de los negocios de mayor tasa en dólares de aquel momento, cuando las tasas de interés estaban muy bajas en todo el mundo. Hoy es distinto, ya que la Reserva Federal de los Estados Unidos llevó las tasas al nivel más alto desde los años 80, preocupado por una inflación que llegó al 8% anual durante la pandemia.
Caputo pasó al BCRA -duró apenas 3 meses, entre junio y septiembre de 2018- cuando salió eyectado Sturzenegger, y desde ese lugar, intentó calmar la corrida cambiaria con los dólares que el FMI le había prestado a la Argentina.
Recordar que primero el préstamos stand by eran 55.000 millones de dólares a otorgar en 3 años. Más tarde, Macri pidió que le dieran todo el dinero de una vez, y a cambio aceptó sancionar una ley de déficit cero que obligó a recortes como la quita de subsidios a los colectivos o la quita del Fondo Especial de la Soja por la cual los intendentes de todo el país hacían pequeñas obras como plazas, polideportivos o merenderos.
El fondo se los dio, pero no llegó a desembolsar todo porque después del 2019 se dio cuenta que tampoco la Argentina le iba a devolver el dinero. Es por eso que la Argentina debe 45.000 millones y no los 55.000 millones comprometidos inicialmente en el programa.
La tarea de Caputo al frente del BCRA, terminó promoviendo una fuerte fuga de capitales al darle al mercado dólares frescos, al valor oficial, y negarse a implementar algún tipo de control de cambios, algo que hasta el mismo FMI reclamó en su informe ex post, que Plan B analizó exhaustivamente.
La Argentina había eliminado todos los controles de cambio (cepos). La estrategia de Caputo al frente del Banco Central no sirvió para parar la sangría de dólares, y al contrario, promovió una fuga de divisas acelerada y en tiempos récord.
Plan B lo vio en primera fila, aquellos días de mediados de 2018, en la pantalla de un trader que tenía acceso al Mercado Único y Libre de Cambios (MULC), donde opera el Banco Central, los bancos y los principales jugadores financieros.
Hubo días que en la pantalla del Siopel, el sistema de trading del mercado cambiario oficial, había una inusual oferta de venta de dólares en bloque por u$s 5.000 millones de dólares. Era el BCRA de Luis “Toto” Caputo.
Fue como mandar soldados ingleses y franceses indefensos, a cargar contra las trincheras y ametralladoras alemanas durante la Primera Guerra Mundial. Un sacrificio tan enorme como inútil.
Imagínense hoy el Banco Central ofreciendo 5.000 millones a 360 pesos, sin restricciones, con la intención de frenar así el apetito por los dólares.
Endeudamiento en dólares a 100 años
Caputo, también, fue responsable de emitir un bono a 100 años de la Argentina, lo cual fue celebrado por aquellos que no comprenden mucho las implicancias de semejante operación como una muestra de confianza en el país.
Pero es muy simple: ¿Usted endeudaría a su familia en dólares a 100 años? Seguramente lo haría en pesos, si alguien le presta a semejante plazo.
En efecto, los expertos en finanzas sostienen que un bono a 100 años es una muestra de confianza, si un país lo puede emitir en su moneda. En el caso de la Argentina, el día que a nuestro país le presten dinero a 100 años a devolver en pesos, significará que recuperó su moneda y la confianza en ella.
Ahora la Argentina, que no tiene ni un dólar, tiene un compromiso a 100 años, que terminarán pagando las futuras generaciones.
El plan para desarmar “la bola” de Leliq
Apenas le ofrecieron el cargo, Caputo inicialmente iba a decir que no por las dudas de su familia, que también padeció las presiones y críticas de su anterior paso por la función pública.
Finalmente decidió sondear al sistema financiero y empezar a esbozar un plan, que consiste en desarmar la “bola” de Letras de Liquidez o Leliq que tiene el Banco Central con los bancos y que llega a 23 billones (millones de millones) de pesos.
Si bien no presentó su plan, una posibilidad es tomar más deuda en dólares para repagar ese pasivo. Otra alternativa, es ofrecer deuda a mayores plazos.
Milei ya ratificó que esa será una de las principales medidas, y elogió a Caputo por sus conocimientos en una nota con Luis Majul, donde dijo que se reunió con los banqueros “y salieron todos contentos de esa reunión”.
*Martín Boerr es director de Plan B y periodista especializado en Finanzas. Fue jefe de la sección Finanzas de BAE y trabajó en Bloomberg. También en entidades financieras como Puente Hnos y Banco Macro.
Plan B/ 30-11-2023