Entrevista al Personaje de la Semana.

Julio Petterson, el que nunca se sacó el sombrero

Por Martín Boerr

Julio Petterson logró esta semana cerrar un círculo que comenzó a trazarse hace más de 20 años, cuando participó del tractorazo que dio nacimiento al Instituto Nacional de la Yerba Mate en una de las mayores protestas agrarias de la historia de Misiones.

Lo que arrancó con esa manifestación histórica, y continuó con la dirigencia agraria activa esta semana culminó con la inauguración del mayor proyecto de intervención en el mercado yerbatero desde la creación del INYM: el molino Colonias Unidas del Norte.

Una asociación de cooperativas, secaderos y productores que buscarán apuntalar el precio de la materia prima y presionar a los grandes jugadores para cambiar la relación de fuerzas en el mercado yerbatero, sobre todo en los ciclos de precios bajos.

El martes se inauguró el mega-molino (ver aparte) en Andresito, una localidad que se convirtió en uno de los epicentros de la actividad yerbatera apuntalado por la convicción de muchos productores y dirigentes, con Petterson como cara más visible, que no quieren resignarse a ser únicamente proveedores de materia prima barata y buscan capturar una parte más grande de la renta yerbatera.

La política siempre busca sacar rédito de los dirigentes agrarios, pero en este caso, Petterson parece haberle sacado réditos a la política (Foto del Instagram de Hugo Passalacqua).

Petterson y sus amigos ven lo que pocos ven y debaten lo que nadie debate: el futuro próximo o el futuro que ya llegó.

“Las chacras se dividieron en Andresito en 100 hectáreas, es bastante, pero cada productor tiene 4 o 5 hijos esperando su parte y van a pasar a ser chacras de 25 hectáreas”, afirmó.

“Entonces, ¿cómo hacemos para que ese productor viva con 14 o 15 hectáreas de yerba”, explicó en una entrevista con Plan B, el lunes en un asado en la previa al acto oficial de inauguración de Colonias Unidas del Norte.

Al otro día, en medio del corte de cintas y con la presencia del gobernador Oscar Herrera Ahaud y el candidato Hugo Passalacqua, Petterson disfrutó el momento pero sin querer adjudicarse el protagonismo, otra rareza.

Protagonismos

El titular de la Cooperativas Unidas del Norte es su amigo César Alcantara, con quien soñó en uno de tantos largos viajes en automóvil a Posadas por cuestiones gremiales lo que esta semana se materializó. Habló poco y le dejó el protagonismo a otros.

Otra clave: cuando Petterson va y viene a Posadas tiene 4 horas de ida y 4 horas de vuelta. Nadie está tan lejos de Posadas (y del Parque Paraguayo) como un vecino de Andresito.

Y esto viene a cuento porque más allá de su flamante rol de industrial yerbatero, la pirueta que más llama la atención de Julio Petterson es que logró acercarse a la política sin quemarse, contra todos los pronósticos.

La historia reciente de Misiones tiene muchos ejemplos de dirigentes agrarios que fueron cooptados por la Renovación, principalmente, pero también por los partidos opositores, que fueron perdiendo fuerza a medida que se alejaron de sus bases y se acercaron a un mundo que se maneja con otras reglas y prioridades.

Petterson sale en los medios, pero parece no interesarle mucho el protagonismo o el lucimiento personal. Acá en la inauguración, donde buscó el segundo plano. Muchas veces en política, el brillo y las luces de hoy, son garantía de un ocaso seguro mañana.

La lista es larga, y preferimos no citar ejemplos para no herir susceptibilidades.

Cuando le tocó ir de diputado al Parque Paraguayo como diputado en diciembre de 2019, todo el mundo esperaba el momento en que Julio Petterson se sacara el sombrero y se mimetizara con los políticos, de manera inversamente proporcional a su alejamiento de las bases yerbateras.

Pero ahí sigue con su sombrero blanco que usa en las sesiones (Rovira en persona aprobó esa licencia al protocolo) y parece ser un recordatorio de hacia dónde es el rumbo, para evitar desvíos.

También es cierto que a Petterson le tocó meterse en la arena política justo en los años en que los prolíficos yerbales de Andresito rinden probablemente mucho más que un despacho por cuatro años en la Legislatura.

Como sea, la pirueta no sólo no parece haber sucedido, sino que muy por el contrario lejos de convertirse Julio Petterson en un político de raza, parece haber “convertido” a Carlos Rovira en un entusiasta dirigente yerbatero.

Rovira fue el primero en celebrar la apertura de la primera etapa de Colonias Unidas del Norte esta semana. “Compromiso cumplido”, subrayó.

Precio de la materia prima

Fue a Rovira a quien le llevó el proyecto del molino Cooperativas Unidas del Norte, el ingeniero le dio el visto bueno y se puso a trabajar.

Pero además, desde hace un tiempo Rovira es el principal defensor del precio de la hoja verde bien alto, con un valor de referencia que empezó siendo de 50 centavos de dólar, pero luego el mismo ingeniero estableció en 60 centavos de dólar, “porque el dólar vale cada vez menos” advirtió.

Por supuesto que en los círculos yerbateros, este hombre de 42 años, muy religioso, casado y padre de dos hijos, suele ser criticado por otros o tildado de oportunista. Pero lo cierto es que casi sería extraño que no despertara semejantes reacciones.

“Realmente la sensación que siento es que explota nuestro corazón de alegría porque es un sueño de muchos años”, compartió, quien soñaba con ser contador pero terminó a poco de empezar para dedicarse a la chacra.

Si una persona quiere alejarse lo más posible de Posadas sin salir de Misiones, tiene que ir a Andresito. Son 335 kilometros y 4 horas o más de viaje en automóvil.

“Este molino que es una mega empresa, una industria yerbatera que va a dar posibilidad de que el productor pueda secar su yerba, estacionarla, envasarla y llevarla para insertarla en una góndola”, explicó, dejando en claro que las instalaciones serán gerenciadas por Colonias Unidas pero abiertas a todos.

“Lo único que brota acá es la gurisada”

“No es lo mismo un kilo de hoja verde, que esa yerba a precio de un paquete, la diferencia económica es cuatro veces más”, apunta.

“Que lleguen al productor las ganancias, nosotros en nuestra cooperativa Unión, que forma parte de Cooperativas Unidas (junto a otras 3 cooperativas) venimos liderando el precio pagado por la materia prima desde hace siete años, pagamos el precio más alto a los productores”, señala, demostrando que están busando perfeccionar un proyecto que ya está en marcha hace tiempo.

“Quiero a mi productor fortalecido y vivo, para que el trabajador también lo esté, si está de rodillas el productor no sirve”, apuntó.

“Andresito aunque sea uno de los pueblos más nuevos de la provincia ya no queda tierra para repartir. Todas las tierras se dividieron en un promedio de 100 hectáreas, detrás de cada papá hay 4 o 5 hijos esperando, para ser parte también, lo único que brota acá es la gurisada, la tierra sigue siendo la misma”, señala, con una notable mirada hacia el futuro.

Hace más de 20 años, entrando a Posadas con un tractor viejísimo y las convicciones de luchar por la chacra contra la política. Décadas después, se acercó como nadie a esa política. Comparado con otros casos de dirigentes que se incineraron y terminaron no siendo ni una ni otra cosa, al de Andresito le está yendo bastante bien por ahora.

“Si papá nos deja esa tierra a nosotros van a quedar chacras de 25 hectáreas, tenemos que buscar que es productor viva de la misma manera y nuestro padre mejor porque sino vamos a terminar en la villa miseria de las grandes ciudades y vendiendo nuestra tierra”, sintetizó.

Plan B/ 7-4-2023 / Entrevista de Mónica A. Gómez enviada especial a Andresito