El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, acaba de tomar algunas decisiones políticas que lo posicionan como uno de los presidenciables para competir por la Presidencia en 2023, a diferencia de las elecciones de 2019 donde se bajó de esta postulación con la polémica frase donde negaba ser “el macho Alfa de Alternativa Federal”.
Esta vez, el gobernador peronista cordobés, uno de los peso pesados del peronismo no kirchnerista, está dando claras señales de que competirá por ser candidato en una PASO contra otros pretendientes a ocupar el lugar de la candidatura presidencial más interesante en el acotado universo de las figuras que van por afuera de la grieta.
Hoy el diario La Voz publicó que el Gobierno provincial cordobés no adelantará las elecciones como hizo Misiones y la mayoría de las provincias. Y respetará lo que indica el artículo 164 de la ley 10.407 que dice que se tiene que hacer entre 180 y 60 días antes de la finalización del actual mandato.
Pero lo más importante, es que Schiaretti -de 73 años- también confirmó que no buscará cambiar la ley que le impide volver a presentarse como candidato a gobernador, por lo cual lo más seguro es que deje su lugar a su delfín, el intendente de Córdoba, Martín Llaryora.
En cambio, sigue dando señales de que se presentará a disputar una candidatura contra otros pretendientes a ocupar el primer lugar en la boleta del peronismo no K.
Ayer se reunió con la diputada nacional Mónica Fein, quien se comprometió a trabajar con el cordobés para un armado nacional anti-grieta.
Además, estaría por sumar al gobernador santafecino, Omar Perotti, a ese espacio que tiene al salteño Juan Manuel Urtubey como otro de sus impulsores.
Mañana lunes Schiaretti y Perotti se volverán a ver las caras para la apertura de sobres con la licitación de un acueducto en San Francisco, localidad cordobesa en el límite entre ambos distritos.
Fuente: La Voz/ 29-1-2023