Por Patricio Downes
Con el voto de la mayoría, el Senado de la Nación sancionó la ley que asegura fondos para el funcionamiento de las bibliotecas populares e industrias culturales, por 50 años más, hasta el 31 de diciembre de 2072.
Estas asignaciones provienen de gravámenes previstos en el artículo 4º de la Ley 27.432 que tenían su fecha de vencimiento en diciembre de este año. La oposición de Juntos por el Cambio votó a favor, aunque puso reparos en el plazo de medio siglo asignado al beneficio para la cultura.
La nueva ley tuvo 58 votos a favor, 2 negativos y la abstención de 9 senadores de la oposición. La senadora por Misions, Magdalena Solari Quintana, fue una de los 11 oradores. También habló desde el PRO el senador Humberto Schiavoni, quien votó a favor de la norma en general y se abstuvo en la aprobación del artículo primero.
El segundo artículo de la ley prorroga “hasta el 31 de diciembre de 2072 la vigencia del gravamen a los premios de determinados juegos de sorteos y concursos deportivos, creado por Ley 20.630 y sus modificaciones”. En las galerías se encontraban apoyando con sus aplausos y vivas, los titulares de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, y de Misiones, Joselo Schuap, con su llamativa remera de apoyo a la protección y vigencia de los fondos culturales.
Schiavoni se opuso al plazo de 50 años asignado al beneficio, al cuestionar la constitucionalidad del impuesto, agregando que se trata del manejo de fondos coparticipables. El senador de Juntos por el Cambio reconoció “la promoción y defensa de nuestra cultura”. “Un plazo de 50 años desvirtúa el espíritu de esta delegación, porque pierde la excepcionalidad y ese plazo tan largo tampoco significa un plazo limitado o acotado, en contra del texto constitucional”.
Por su parte la senadora Maggie Solari Quintana, del Frente Renovador de la Concordia, sostuvo que los fondos culturales no deberían estar acotados en el tiempo. Pidió que las industrias culturales sean “incluidas dentro de las políticas públicas”, pero consideró que “los fondos no deberían discutirse, ni ser por 50 años, sino vitalicios, renovables”. Destacó además la importancia del Parque del Conocimiento, creado en Misiones por el titular de la Legislatura, ingeniero Calos Rovira.
En este punto discrepó con Schiavoni, quien sostuvo que “se trata de fondos coparticipables. Y las provincias reciben estos fondos de manera discrecional, que es el principal enemigo del federalismo fiscal: la discrecionalidad del poder central”.
Solari Quintana relató la experiencia de vida del pintor misionero Bernardo Federico Neumann y la experiencia en acciones culturales en Misiones. “En uno de esos encuentros, una señora de 70 años me dijo que esperaba a los que leen cuentos, porque de chica nunca me leyeron un cuento”, agregó emocionada.
Los incisos a los que se refiere la norma sancionada por el Senado incluyen al b) gravamen de emergencia a los premios de determinados juegos de sorteo y concursos deportivos previsto en la ley 20.630; e) impuesto a las entradas de espectáculos cinematográficos e impuesto sobre los videogramas grabados previstos en la ley 17.741; i) impuesto a los servicios de comunicación audiovisual previsto en la ley 26.522.
El Congreso tuvo en ascuas al sector de la industria cultural, en especial a las bibliotecas populares, porque contaba con media sanción de Diputados, pero dormía en el Senado. Ahora, salvaron sus cajas y funcionamiento Instituto Nacional de la Música (INAMU), Instituto Nacional de Cine y Artes Visuales (INCAA), Instituto Nacional del Teatro (INT), Radio y Televisión Argentina (RTA), Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), Defensoría del Público de Servicios de Comunicación Audiovisual y las Bibliotecas Populares agrupadas en la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares CONABIP.
Los titulares de Cultura de todo el país se reunieron hace unos días y advirtieron que con la caída de los recursos que se distribuyen de manera federal y equitativa en todo el territorio nacional, serían afectados todos esos organismos el 31 de diciembre del 2022 (Ley 27.432 de 2017).