María E. Fernández, 32 años.

Con 3 hijos, le pagaban $1.000 de doméstica, dijo basta y armó su lavadero de zapatillas

Por Daniela Rodríguez

Argentina es un país que da para todo y a los que dicen que no tiene salida o que la única salida es el aeropuerto de Ezeiza, siempre se le puede retrucar con historias que nos hacen pensar que no todo está perdido.

Que la Argentina tiene gente de primera y también tiene la materia prima que requiere un país para salir adelante: el empuje y el valor de muchos.

Y una de esas historias es la de la posadeña María Eugenia Fernández, que con 32 años creó un servicio de lavandería y restauración de zapatillas, que por la inflación hoy son un elemento que las familias no se pueden dar el lujo de descartar a la primera de cambio y comprar otras nuevas.

Fernández vive sobre la Av. Santa Cruz y su emprendimiento consiste en lavar a mano las zapatillas de quien quiera pagarle.

Pero también, recupera las zapatillas que están maltrechas, restaura roturas, colores, y hasta tiñe aquellos calzados muy dañados.

Fernández, contó en diálogo con Plan B, que antes de “vivir de esto”, trabajaba como empleada doméstica hasta que se vio obligada a renunciar y en medio de la desesperación por llevar el sustento diario agotó las opciones “y ya no sabía más qué hacer”.

Hasta que un día navegando por internet reproduciendo videos de Youtube, se “topó” con uno donde se daban tips de lavado y allí se le ocurrió la novedad, “me di cuenta de que eso no había en Posadas”.

“Probé publicando una foto con el aviso de limpieza y la gente vio mi sacrificio y dedicación”, de esta manera comenzó con la novedad, aclaró.

Desde ese entonces, se animó a ofrecer el servicio en Instagram y no paró de hacerse conocida y sumar clientes.

Hoy en día cuenta con una cartera de 100 pedidos por día y sostiene su hogar con este ingreso.

Fernández está en pareja y es madre de  3 hijos: Thiago de 14 años, Tiziano de 10 y Benicio de 4. Aún así, su rol materno a tiempo completo no le impide dedicarse a esto “full time”.

A su vez, contó que en el negocio lo ayuda su marido y ahora sumó también a su madre.

Cuidar el detalle

En este lavadero se “cuida cada detalle, tengo más de 10 cepillos para tratar cada parte del calzado, y eso hace que la gente se vaya conforme y me recomiende”, expresó.

Antes de “vivir de esto”, María Eugenia recordó que trabajaba como empleada domestica “me pagaban mil pesos por día y lo terminaba gastando en pagar una niñera que cuidara de mis hijos mientras yo no estaba”, por ello decidió renunciar.

El trabajo dentro de la Lavandería “Zapas listas” es completamente artesanal y se piensa en el método de secado para no estropear los materiales, si el cliente necesita el calzado para mañana, para mañana lo tiene”.

María Eugenia destacó que “este emprendimiento me  cambió la vida, fue la mejor idea que se me pudo haber ocurrido”, a la vez de dinamizar la economía familiar ya que cada integrante cumple un papel y “todos colaboramos en salir adelante, para mí y los míos esto fue un antes y un después”.

Este es el ejemplo de que se puede transformar un momento de crisis en una excelente oportunidad de crecimiento, creando un negocio con proyección a largo plazo y sobre todo con precios realmente accesibles.

Por último, Fernández  manifestó el deseo y la necesidad de obtener un crédito para expandir el local y cumplir el sueño de su vida que es tener una casa propia. Los interesados en contratar el servicio de lavandería artesanal de limpieza pueden comunicarse al 3764-686730 o a través de las redes sociales como instagram: lavandería_tuszapaslistas o en Facebook María Eugenia Fernández.

Plan B/ 13-9-2022

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