Hoy se realizó en el Centro Cultural Vicente Cidade una “Mateada a 20 años del Tractorazo”, organizada por la Facultad de Humanidades de la UNaM, en la que participaron algunos productores, entre ellos figuras como Hugo Sand y Argentino Almeida, protagonistas de la histórica protesta hace 20 años.
Aquél capítulo de la historia misionera y de las grandes revoluciones agrarias de la historia argentina, incluyó una protesta de 18 días en 2001 y 53 días en 2002.
“Fue un gran movimiento que se hizo en 2001 y finaliza en 2002 buscando justicia. Tenemos que hacer memoria de que participaron 17 localidades con nombre y apellido, tractores y herramientas. No fueron colonos solos sino familias”, contó a Plan B Argentino Almeida, productor de Campo Viera y otro protagonista de aquellos días.
“La sociedad civil también hizo posible esto”, remarcó Almeida, en relación a todo el apoyo a través de alimentos y abrigos que fue otorgado por los ciudadanos posadeños.
Además de Sand y Almeida, Elsa Paul, Carlos Ortt, Oscar y Cristian Klingbeil, Julio y Jonás Peterson, también fueron de la partida. Además, estuvo el titular del INYM, Juan José Szychowski, el vice del organismo, Ricardo Maciel y los productores y directores, Nelson Dalcolmo y Marcelo Hacklander.
El evento, organizado por un equipo de la Facultad de Humanidades, incluyó un recorrido de fotografías como disparador y los protagonistas dieron sus testimonios.
Muchos de los participantes se emocionaron hasta las lágrimas al escuchar las anécdotas en las que frío y miedo fueron palabras reiteradas.
“Ver esto me causa mucho dolor, expresó uno de los productores al ver una foto de gotas quemadas. “Tenemos que cuidar lo que nos da el INYM”, sentenció.
“Éramos parte de una UDPM que disputaba y que hoy no disputa. En aquel nos trepábamos a los árboles para saber que pasaba”, expresó una docente que estuvo compartiendo la plaza durante los 15 días de acampe con la protesta docente.
Un dato compartieron los productores que ilustra con claridad las penurias que padecían los colonos en aquellos días en Misiones, con un Estado ausente. “Se pagaban 2 bolsas de harina y 2 cajas de aceite por una hectárea de yerba”, señaló uno de los históricos de la revuelta.