Luis Pagani es el presidente de Arcor, hijo del fundador de la multinacional de las golosinas de origen cordobés, y controlante de Papel Misionero, empresa que su grupo compró hace cinco años al grupo Zucamor en una operación donde se quedó con siete plantas de cartón, packaging y celulosa.
En una charla que dio en la prestigiosa Universidad Torcuato Di Tella de Buenos Aires, Pagani se refirió a su mirada sobre la situación del país económica y social.
“Hay dos Argentinas, una que consume y otra en la que a la gente le cuesta llegar a fin de mes”, explicó Pagani.
“Arcor se enfrentó a todas las crisis, que han tenido sus rasgos, con rupturas de contratos, hiperinflaciones, endeudamientos externos y demás. Lamentablemente, la respuesta de las empresas nacionales no fue quizás la más adecuada. Muchas tuvieron que cerrar o vendieron su posición”, dijo.
También señaló que el país “ya perdió una generación de empresarios”. Por eso necesita de nuevos jugadores que “se animen” y no tengan miedo a fracasar, anteponiéndose a las adversidades.
La nueva apuesta, en Angola
Pagani también se refirió a la nueva fábrica de caramelos que está por inaugurar en Angola, con una inversión de unos 20 millones de dólares en sociedad, a partes iguales, con un grupo local.
“En los próximos días se van a enterar que estaremos inaugurando una planta en Angola, en África, lo cual es un desafío para la tercera generación, que me sigue. Hacia 2050, va a ser el continente más poblado del planeta. Para nuestros productos es importante que haya niños y gente joven y ese continente lo va a tener”, comentó.