El diario El Territorio publicó hoy que facciones de la organización criminal brasileña Primer Comando Capital o PCC estarían operando en el negocio del vino en la frontera seca que tiene como epicentro a las ciudades de Yrigoyen y Dionisio Cerqueira.
En una entrevista realizada al delegado de la Receita Federal (el organismo tributario brasileño equivalente a la AFIP aquí) de Dionisio Cerqueira, Mark Tollemache, indicó que facciones de las organizaciones criminales como el PCC y Comando Vermelho vieron el negocio del contrabando de vino de la Argentina a Brasil con grandes márgenes, y podrían realizar los cruces en forma directa y eliminar contrabandistas medianos y grandes.
“Si estas organizaciones criminales llegan acá, van a acabar con la competencia y los pequeños y medianos contrabandistas no van a poder hacer frente a ese nivel de fuerza criminal que tienen”, explicó Tollemache, en una afirmación inquietante, que dejó picando la posibilidad de que el PCC o CV ejerzan más violencia para quedarse con el lucrativo negocio del contraando de vino argentino a Brasil.
“Generalmente a estos grupos no les gustan mucho los intermediarios. Por un tiempo trabajan con equipos locales hasta que en algún momento toman el equipo completo. Ocurrió esa disputa por drogas en la ciudad de Ponta Porá (limite con Juan Pedro Caballero)”, señaló el funcionario, en declaraciones publicadas por el periodista Carlos Cardozo, enviado especial de El Territorio a Bernardo de Irigoyen.
“Son facciones empresariales, entonces si el margen de ganancias del vino es mayor, esas facciones se van a interesar por ese negocio y lo van a dominar”, explicó Tollemache.
Los comentarios de Tollemache llegan en un momento donde Bernardo de Irigoyen acumula muertos en lo que parecería ser una guerra por el control del contrabando del vino a Brasil, aunque aún no se esclarecieron estos crímenes.
El último y más resonante es el asesinato de Diego Pimentel (31 años) a manos de un brasileño que reside en Bernardo de Irigoyen, y también la desaparición del sobrino de la víctima, Maximiliano Pimentel.
También están los crimenes con ribetes mafiosos de Juan López (50 años) y rafael Antúnez de Oliveira (45 años), todos en la localidad que tiene frontera seca con Brasil y sospechados de ser derivaciones del contrabando de vino.
Fuente: El Territorio/Carlos Cardozo