En una muestra de solidaridad entre las entidades que representan a productores del campo, la Federación de Asociaciones Rurales y Forestales de Misiones (FARM) expresó su “rechazo” al intento del Gobierno Nacional de subir las retenciones a las exportaciones de derivados de la soja.
La FARM emitió un comunicado conjuntamente con Cha-For (Confederación de Asociaciones Rurales de Chaco y Formosa) y la Asociación de Sociedades Rurales de Corrientes.
Esta semana el Gobierno, a través de la secretaría de Agricultura, suspendió las exportaciones de harina y aceite de soja, que representaron el año pasado envíos al exterior por 19.200 millones de dólares (41 veces las exportaciones totales de Misiones) y está analizando subir los derechos de exportación del actual 31 al 33% en estos productos, con lo cual obtendría 410 millones de dólares adicionales. (Misiones no exporta soja y produce en cantidades muy pequeñas para autoabastecimiento de las chacras).
“Las entidades agropecuarias firmantes rechazan cualquier intento del PEN de modificación de los Derechos de Exportaciones de los productos agropecuarios. La Constitución Nacional es clara cuando señala que las facultades tributarias-aduaneras son facultades exclusivas del Poder Legislativo”, dice el comunicado.
![](https://planbmisiones.com/wp-content/uploads/2022/03/comu1.jpg)
En otro pasaje, las entidades afirman que “no toleraremos un nuevo avance contra la Constitución Nacional, las instituciones de la República ni las leyes, ni tampoco toleraremos una nueva imposición ilegal contra los productores agropecuarios”.
La postura de la entidad rural misionera se suma al sentimiento generalizado de productores de todo el país y sus entidades representativas, en una postura que hace acordar a la polémica resolución 125, aquella que en el año 2008 buscó imponer un sistema de retenciones variables y terminó con el famoso voto “No Positivo” del entonces vicepresidente Julio Cobos. Para muchos, el comienzo de la “grieta” en la Argentina.
La diferencia entre aquél entonces y ahora es que aquella era una “pelea de la abundancia” donde a la Argentina le sobraban dólares (venía de pagarle en efectivo la deuda al FMI para sacárselo literalmente de encima), tenía superávit gemelos (comercial y fiscal) y atravesaba uno de los mayores ciclos de crecimiento económico de la historia Argentina.
En cambio, ahora la Argentina viene de diez años de recesión, cepo y estancamiento económico. Literalmente no tiene dólares para pagar con normalidad sus importaciones, el turismo en el exterior de sus habitantes y otras cuestiones básicas de la economía. Le debe 45.000 millones de dólares al FMI que estos días va a refinanciar en un programa que nadie piensa que se va a cumplir, pero sirve para “patear el problema” hacia adelante.
Por su parte, el campo ya muestra su hartazgo en ser siempre la caja a dónde acuden los gobiernos para solucionar problemas de escasez de divisas originados en políticas económicas desacertadas, razonan las entidades. Y además, recibir el destrato verbal y la falta de empatía de los gobiernos kirchneristas.
Plan B – 15-4-2022