Del tamaño de un dron.

Misiones trajo un experto de la "NASA Argentina" y consiguió $40 M para diseñar y lanzar mini-satélites desde Kazajistán

Por Martín Boerr

La provincia de Misiones acaba de dar un nuevo paso en su búsqueda por fomentar el desarrollo tecnológico, subirse al tren de la economía de altísimo valor agregado basada en el conocimiento y -fundamentalmente- dar un salto cualitativo en las oportunidades de progreso para una población muy joven que ya presiona por empleos, vivienda y chances para forjar un porvenir digno.

Creer o reventar, Misiones va a fabricar pequeños satélites del tamaño de un dron pequeño (denominados CubeSat o NanoSatélites) y los lanzará desde la base que tiene Rusia en Kasajistán. También construirá una estación terrena para recibir la información que emitan esos satélites en Oberá. Los satélites podrán generar datos sobre clima, incendios forestales y otros relevamientos.

Todo esto se realizará en la nueva división creada dentro de la empresa FAN IOT, un emprendimiento mixto donde el Estado misionero se asoció con el emprendedor tecnológico Martín Bueno, quien ha creado empresas exitosas durante el primer boom de internet y luego se ha dedicado al desarrollo de robots y nanotecnologìa con su empresa SmartCultiva.

FAN IOT es la empresa que nació con el impulso de Miguel Sedoff cuando conoció a Bueno -quien también hizo trabajos para la NASA- hace tres años en Dubai. Sorprendentemente, Sedoff convenció a Bueno a venir a trabajar a Misiones para crear una empresa que aspira, de a poco, a seguir los pasos del INVAP (la empresa mixta que controla la provincia de Río Negro y que exporta reactores nucleares y satélites).

Una de las claves para el lanzamiento de la nueva división de satélites de FAN IOT, que se llamará FAN SAT, fue que Misiones consiguió “el pase” del ingeniero aeronáutico Pablo Reimonte, quien desde hace 15 años trabaja para la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE). La CONAE es algo así como la “Nasa Argentina”, salvando las distancias.

Además, FAN IOT obtuvo el financiamiento para todo este emprendimiento. En total, recibirá 40 millones de pesos de los cuales $5 millones son del COFECyT (Consejo Federal de Ciencia y Tecnología) y los restantes 35 millones son del FONTAR (Fondo Tecnológico Argentino).

“En FAN IOT todos los proyectos consiguen su propio financiamiento y lo mismo sucede con la división de satélites”, señaló Bueno. FAN IOT ya produjo nanosensores para la Fuerza Aérea, está diseñando dos colectivos eléctricos para Crucero del Norte, y desarrolló mono-patines eléctricos todoterrenos, con 40 unidades ya colocadas.

Los satélites

El ingeniero Reimonte, de 45 años, estará al frente de un reducido grupo de profesionales (no llegarán a 10), casi todos ingenieros, que diseñarán las placas o el hardware y el software del satélite. Estos satélites tienen una tecnología ya diseñada y FAN SAT combinará ambas para asegurarse el éxito y empezar a desandar en esa curva de aprendizaje tecnológico.

Al módulo diseñado por FAN SAT se agregará el módulo incorporado tal cual viene diseñado desde afuera. “De manera que si falla uno, esta el otro que va a funcionar”; explicó Bueno a Plan B.

El verdadero objetivo de Misiones es empezar a trazar una curva de aprendizaje en tecnología satelital, que se irá haciendo más compleja a medida que vaya avanzando en este proyecto y en otros satélites que puedan venir en el futuro. En la jerga tecnológica se denomina TRL (por las siglas de Technology Readiness Levels) o madurez tecnológica.

“Estos proyectos luego van creciendo mucho. La Argentina alguna vez fue una potencia en tecnología aeronáutica, pero perdió ese tren y hoy subirse nuevamente cuesta mucho tiempo y dinero. En cambio la tecnología satelital es un tren que está pasando ahora y se puede subir uno ahora, sin tantos costos. Al igual que la tencología aeronáutica, esto tiene un impacto enorme en la economía”, explicó Reimonte, quien trabajó en las instalaciones de la CONAE en la provincia mediterránea.

Muy cerca de esas instalaciones cordobesas de la CONAE está la Fábrica de Aviones donde alguna vez en los años 50, cuando la Argentina aspiraba a codearse con los países líderes, se diseñó el Pulqui I y Pulqui II. Considerado en su momento el único avión a reacción fabricado por un país que no fuera una de las potencias de la Segunda Guerra Mundial. Brasil, cabe aclarar, para aquella época estaba a años luz de ese tipo de desarrollos tecnológicos.

Martín Bueno, lider y socio del gobierno de Misiones en FAN IOT y un incansable generador de nuevos proyectos; el ingeniero Pablo Reimonte, último fichaje de FAN IOT y Miguel Sedoff, que además de ser ministro de Educación hace tres años fichó a Bueno para armar una empresa mixta que aspira con el tiempo a convertirse en un nuevo Invap, la empresa sponsoreada por la provincia de Rio Negro con gran influencia del Centro Atómico Bariloche y el Instituto Balseiro que exporta reactores nucleares y diseña y lanza satélites.

Los nano-satélites

El satélite o nano-satélite que diseñará Misiones es mucho más barato que un satélite normal, más grandes, pesados, con más funciones y sobre todo, que son lanzados para orbitar alrededor de la tierrra a mucha más altura.

Los satélites convencionales están a unos 20.000 o 40.000 kilómetros de la tierra (20 a 40 veces la distancia entre Posadas y la Capital Federal), mientras que estos nano-satélites orbitan a entre 200 y 1.000 kilómetros del suelo, tienen una vida útil muy corta de entre 1 y 2 años, y luego caen a la tierra y se desintegran.

“Son sustentables, y no generan basura espacial”, destacó Reimonte.

El costo de estos nano-satélites, que pueden ser importados por cualquier empresa, es de unos 70.000 dólares. En tanto, el servicio de lanzamiento puede oscilar entre los 100 y 150.000 dólares. En la industria existen 3 o 4 lugares para lanzar satélites.

Argentina suele utilizar a los servicios de Ariane Space que lanza desde Guyana. También Space X (la firma de Elon Musk, el creador de Tesla). Pero en FAN IOT, que vienen trabajando en silencio en este proyecto desde hace meses, ya tienen decidido utilizar la base de lanzamiento desde Baikonur, en Kazajistán (administrado por la Federación Rusa).

Pablo Reimonte está casado con una misionera. La cuestión familiar también sumó para que Misiones pueda fichar un “cerebro” que podría estar en el sector privado. Hace 15 años que Reimonte desarrolla vectores o cohetes para lanzar satélites al espacio desde la CONAE, la “Nasa Argentina”.

FAN IOT

Desde que el jefe de la Renovación, Carlos Rovira, empezó a impulsar a los gobiernos misioneros a buscar la forma de subir a la provincia a la economía del conocimiento, fueron surgiendo muchas iniciativas en Misiones. En no pocos casos, consistieron en iniciativas dudosas donde los anuncios espectaculares contrastaron con la realidad.

Por ejemplo, a 200 metros de donde están las oficinas y talleres de FAN IOT, que está contruyendo una tercera nave donde diseñará dos colectivos eléctricos iniciativa financiada por la empresa Crucero del Norte, está el galpón de una firma que se llama Voith y que había prometido construir en Misiones motos eléctricas. Nada de eso sucedió.

FAN IOT es un proyecto distinto, por algún motivo, Sedoff consiguió que la política renovadora no metiera cola en esta iniciativa que cada vez es más reconcida en el círculo pequeño de la alta tecnología, tanto nacional como internacional. En FAN IOT, encabezado por Martín Bueno, hay un equipo de unos 70 jóvenes, la mayoría misioneros y casi todos ingenieros.

“Los perfiles van a ir cambiando mucho con este proyecto”, señaló Reimonte, a Plan B, refiriéndose a la nueva división de satélites.

En cambio, el Silicon Misiones y la Escuela de Robótica son ámbitos donde hay un mayor integración de políticos, militantes renovadores, combinado con profesionales que vienen de distintas disciplinas.

Plan B / 21-2-2022

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