La provincia de Misiones decidió “desempolvar” su capacidad de endeudamiento en moneda dura y tomará una línea de crédito con el Banco Mundial por 7 millones de dólares con condiciones muy blandas.
Implica toda una novedad en una provincia que hizo del desendeudamiento una de sus principales políticas. Misiones hoy tiene una deuda en dólares que ronda los 10 millones, casi el 1% de lo que debía en moneda dura en los años 90. Es una de las provincias más sanas del país en términos financieros y probablemente la menos endeudada.
“Está entre las cinco provincias con menor deuda pública del país y a moneda constante (sacando el efecto de la inflación) la deuda se encuentra en su punto más bajo de, al menos, los últimos cinco año. El resto de las provincias tienen casi la mitad de su deuda en dólares y Misiones tiene sólo un 12% en moneda dura”, detalló a Plan B, Alejandro Pegoraro, director de Politikón, que monitorea la evolución de la deuda de las provincias.
El préstamo que comenzará a tramitarse cuando Nación otorgue la autorización, se repaga a 30 años y tiene tasas de interés que rondan algo más del 1 por ciento anual adicional a lo que le cuesta al Banco Mundial obtener financiamiento en el mercado financiero. Para tener un parámetro, hoy el Tesoro de los Estados Unidos por tomar deuda en dólares (el único gobierno del mundo considerado “libre de riesgo” de default) está pagando algo más del 1 por ciento a 30 años. Las tasas de interés mundiales están atravesando un período con niveles muy bajos.
Misiones decidió aprovechar y activar una línea que el Banco Mundial destina a las provincias y que está disponible desde el Gobierno de la administración Macri. Los fondos se aplicarán a obras que ayuden a mitigar los riesgos en el sector agroindustrial misionero.
El miércoles se publicó en el Boletín Oficial el decreto 1.642 por el cual se aprueba el “Modelo de Convenio Marco de préstamo subsidiario del Programa de Gestión Integral de los Riesgos en el Sistema Agroindustrial Rural, en el marco del Reglamento Operativo del Programa GIRSAR”, que lleva la firma de Oscar Herrera Ahuad y los ministros Adolfo Safrán y Sebastián Oriozabala, quien será el que ejecutará los fondos.
Ahora el Gobierno Nacional tendrá que dar el aval para que Misiones avance con el crédito, un paso obligado para cualquier jurisdicción subnacional como se denomina una provincia o municipio en la jerga financiera.
Así podrá tomar fondos por hasta 7 millones de dólares y con cierto margen de acción respecto a la ejecución de los mismos, lo que también le permitirá a la provincia cierto juego financiero en sus movimientos si eventualmente tiene ese monto en dólares acreditado en sus cuentas. También se garantiza Misiones el acceso al mercado único de cambios para ir repagando las futuras cuotas de amortización y capital, al valor del dólar oficial (hoy cotiza a $100).
Hoy por el cepo, es casi imposible ir a comprar dólares al valor oficial a ese mercado, cada vez más restringido por la escasez de divisas del Banco Central.
Provincia casi sin deuda
Misiones es una de las provincias menos endeudadas de la Argentina. Desde la crisis 2001-2002 la provincia tomó la decisión política de no tomar deuda en dólares a menos que no fuera contra obras de infraestructura que ayuden a aumentar la capacidad productiva de la provincia (y su capacidad de repago).
Además, por orden de Rovira la provincia se mantuvo al margen del endeudamiento provincial que alentó el gobierno de Mauricio Macri y que luego, con las corridas, la crisis cambiaria y la consecuente pérdida de reservas del Banco Central llevó a casi todas las jurisdicciones al borde del default y la renegociación con los acreedores.
Según detalló Adolfo Safrán en su exposición ante la Comisión de Presupuesto a fin del mes pasado, la deuda en 1993 era de 913 millones de dólares y casi toda estaba en moneda dura, con lo cual cuando estalló la Convertibilidad se cuadruplicó en pesos (4 a 1) y se hizo impagable. Para el 2022 la deuda de Misiones será equivalente a 89,1 millones de dólares y el 88% estará en pesos.
Operación financiera
“Este es un crédito blando”, destacaron a Plan B, desde Hacienda. Dejando bien en claro que es una operación que nada tiene que ver con la emisión de bonos en el mercado financiero, donde hoy la Argentina pagaría tasas mayores al 20 por ciento, si se toma como parámetro el riesgo país (la sobretasa que pagaría la Argentina sobre lo que paga el Tesoro de Estados Unidos por emitir deuda).
Hasta antes de la crisis del 2018 que llevó a la Argentina al FMI, normalmente ningún gobierno nacional o provincial aceptaba pagar tasas de interés por encima del 10% en dólares porque es un número que se le cobra prácticamente a los emisores que no generan confianza sobre su solvencia, según las condiciones financieras de aquel entonces.
Desde que la Argentina acudió al organismo financiero como prestamista de última instancia, ya no volvió a pedir prestado en el mercado financiero. Tampoco lo hizo ninguna otra provincia, porque los “grifos” están cerrados.