Mañana domingo los misioneros vuelven a las urnas por segunda vez en el año para votar en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) por las cuales se elegirán a los hoy precandidatos de las distintas fuerzas políticas de cara al 14 de noviembre. Ahí sí, se volverá a votar para elegir 3 diputados nacionales que representarán a la provincia en el Congreso Nacional.
Primera conclusión. Muchísimo ruido para muy pocas nueces. Mucho movimiento de personas (unas 940.000 habilitadas para sufragar) en plena pandemia y sobre todo, mucho dinero que se gastará, para que algunos partidos que no se pusieron de acuerdo porque están en crisis resuelvan sus internas.
Porque hay que aclarar eso, los partidos que van a una interna y no eligieron sus candidatos, no lo hacen por democráticos. Lo hacen porque están atravesando crisis de liderazgos, todos están peleados entre sí y como no pueden dirimir sus diferencias porque nadie se saca ventajas, entonces van a la PASO.
Repasemos el tablero con los candidatos principales. La Renovación por supuesto no va a interna. Ahí nadie le hace sombra a Rovira que ya designó ya a los candidatos principales: el intendente de Oberá, Carlos Fernández, y la titular del Parque de Conocimiento, Claudia Gauto. Gente preparada, con un perfil interesante para el rol de legislador nacional, pero que no mueve mucho la aguja en un electorado harto de la crisis, el Covid y los políticos.
Por eso tuvo que salir Herrera Ahuad a ponerse la campaña al hombro. “¿A ustedes les parece que goberné bien en pandemia? Entonces voten a ellos”, prácticamente fue el ruego del gobernador, deambulando por estudios de televisión y radio esta semana. El viernes estuvo en Canal 2 en el programa de Fonchi Duarte y a pesar de que le ponía entusiasmo, tenía una cara de cansado indisimulable. Hay que cuidar un poco más la salud del gobernador.
Herrera Ahuad igual puede ir a votar y relajarse un poco el domingo. Si a la Renovación no le va tan bien, no será culpa de él. Pero si le va bien, seguramente se le atribuirá a él, el mérito a su gestión “binaria” de la pandemia.
Las decisiones jugadas que tomó -incluyendo varias con picardía y mano izquierda (esas que se pueden hacer, pero no se pueden comunicar)-, resultaron en una bajísima cantidad de muertes y una de las economías más dinámicas del país. Y otra cosa, también, que quizás sólo perciben aquellos que viajan por otras provincias: Misiones tuvo una vida bastante cercana a lo normal en el segundo año de pandemia.
Está obligada a golear, no a gustar
Como el Barcelona está obligado a golear en cualquier partido, la Renovación hegemónica, con toda la plata y el aparato estatal, está obligada a meter dos diputados como mínimo (Fernández y Gauto). Menos que eso es una derrota para el partido oficialista. Recordar, además, que en diciembre de los 3 legisladores que se van, 2 son renovadores (Ricardo Wellbach y Flavia Morales). El restante que deja su banca es Luis Pastori, de Cambiemos.
Eso si, a diferencia del Barsa, la Renovación no está obligada a gustar o al jogo bonito. Lo único que importa es el número final del muy probable triunfo en la noche de mañana, pero no cómo se obtuvo. Si fue “anestesiando” a los opositores que una vez más tratan de “competir” con sus propuestas lavadas, utilizando todo el aparato estatal para inclinar la balanza a su favor, de inauguraciòn en inauguración, a pesar de que las normas electorales no lo permiten. O bien repartiendo con cierto disimulo dinero en forma de planes “Misiones Trabaja”, programas sociales, mercadería, pelotas de fútbol o lo que sea.
Cada año que pasa y la Renovación suma otro año de hegemonía, que siempre es antipática para el que lo mira desde afuera, estas elecciones de medio término donde no hay nada en juego son más y más incómodas. Sobre todo con un país en crisis económica desde hace diez años, todo el mundo insatisfecho y cada vez más cansado de la clase política.
Pero la Renovación siempre tendrá su arma secreta para ganar las elecciones. ¿Cuál es? Que también a diferencia del Barsa de Messi, con rivales débiles enfrente pero a los que no les faltó nunca ni orgullo ni valentía, el partido oficialista en Misiones no juega contra nadie. No sólo tiene la cancha inclinada, sino que además, del otro lado nadie patea al arco, ni quiere hacerle goles.
Los partidos en crisis
Ahora repasemos los principales partidos opositores que dirimen a sus candidatos para el 14 de noviembre en la PASO. En el caso de Cambiemos, es el que tiene más candidatos. Por la UCR disputan Martin Arjol, el elegido del partido, y el díscolo Gustavo González.
Arjol es -en los papeles- uno de los que más votos debería sacar en esa interna. En su propuesta dice que hay que votarlo “para que abran las escuelas” o para cambiar “los planes por trabajo”.
La pura verdad, y no es por caerle solamente a Arjol, el día de mañana aquellos dirigentes políticos que se autodenominan “opositores” están por perpetrar una nueva estafa a los votantes misioneros.
Porque todo el mundo lo sabe. En rigor, solamente fingen ser opositores, pero aspiran a lograr un lugar en la estructura de los poderes del Estado dominado por la Renovación. Y un dato no menor: para cotizarse en esa competencia, también están obligados a cosechar votos y demostrar que tienen “arrastre”.
Por supuesto, como en todo, hay honrosas excepciones. Algunas personas con ganas de hacer una diferencia. Pero el sistema político no los recibe bien ni los alienta a seguir en esa postura. O cambian o se terminan yendo a su casa desencantados (Diego Barrios, Emilio Rochol, y la lista sigue).
Arjol compite con Gustavo González, al que hay que reconocerle el mérito de intentar ser opositor en serio cada tanto, con lo difícil que eso es en Misiones. Después en el PRO, competirán Martín Goerling con Walter Kunz, en una interna que promete dejar heridos en el partido que hasta hace poco era el elegido para ser gran opositor en la provincia.
Y por afuera de esas dos compulsas, con todo para ganar y poco para perder, Pedro Puerta que mostró una comunicación y una campaña más fresca y con algo más de creatividad que el resto. La sensación es que de estas PASO emergerá como una figura fortalecida. Hay que ver.
El futuro del kirchnerismo en Misiones
Distinto será la interna en el Frente de Todos, el partido del Gobierno Nacional que sigue desdibujándose elección a elección en la provincia. Como ya se dijo en otras oportunidades en este espacio, este kirchnerismo Episodio 4 es un kirchnerismo de la escasez, no de la abundancia. Y ya no goza del mismo fervor que en las épocas de Closs, CFK y el crecimiento a tasas chinas o el consumo “al palo”. El asado mañana de mañana para disfrutar después de ir a votar sale casi 1.000 pesos el kilo.
Sin embargo, el candidato Javier Gortari apostará sus fichas al “arrastre” de CFK, con quien estuvo esta semana. Algunos se preguntan si la foto con Cristina Kirchner le sumará más votos de los que le restará. Por otro lado, su gran rival es Isaac Lenguaza, en plan “me quiero despegar lo más que pueda del kirchnerismo duro”. También estará compitiendo en esa interna la candidata de Martín Sereno, Graciela de Melo.
Mucho ruido y pocas nueces
Toda la movida de mañana apenas parea empezar a elegir los candidatos definitivos para que el 14 vayamos otra vez a elegir, ya definitivamente, los 3 diputados, que normalmente si son de la Renovación, votarán casi a pie juntillas lo que proponga el poder ejecutivo de turno. Sea del lado de la grieta que provenga ese Gobierno Nacional.
Lo hicieron con Macri (le votaron el pago a los fondos buitre, la reforma previsional, el endeudamiento con el FMI y el plan déficit cero, la eliminación del fondo de la soja, la eliminación de los subsidios a los colectivos en el interior del país y más). Cuando vino Alberto Fernández volvieron a votar todo lo que propuso el Presidente (por ejemplo, el impuestazo de comienzos de su gestión, donde se creó el impuesto PAIS para el que compra dólares y más).
Aunque también es cierto que desde que a Misiones le negaron la posibilidad de tener su zona aduanera especial con el veto al artículo 123 del Presupuesto, la actitud hacia el Gobierno Nacional cambió y esto podría tener su correlato en el Congreso Nacional a la hora de los grandes debates a partir del 2022.
Será una refrescante novedad, porque si bien los diputados misioneros son poquitos y tienen poco peso en el Congreso, no menos cierto es que tienen una boca para hablar y un espacio tan bueno como el de cualquier otro en los grandes debates que a veces se televisan. Un foro para explicarle a los porteños y a quien quiera escuchar, con cifras y buenos ejemplos, por qué Misiones es una provincia periférica a la que se le debe mucho.
Por qué la tierra colorada pone mucho para la Nación y saca poco. Rovira dice que diez a uno, quizás exagerando un poco. Llevar ese testimonio al Congreso y dejar bien sentada la postura de la provincia también sería una grata forma de ser misionerista, palabra muy declamada pero no tan practicada en los hechos y palabras en el Congreso.