Empieza a faltar el agua en todos lados. Es un hecho que la crisis hídrica está golpeando como nunca a nuestra provincia y nos está haciendo entender una cruda realidad: no es cierto que el agua abunde en Misiones. El recurso es limitado y hay que cuidarlo.
Mientras la falta de lluvias hace bajar el caudal de los ríos a mínimos históricos, producto del cambio climático y el accionar de las represas brasileñas río arriba (Paraná, Iguazú o Uruguay) agrava la situación, hay muchas acciones que podemos tomar individualmente para ayudar a atenuar los efectos de la crisis.
En casa y en las empresas, cada uno puede hacer la diferencia racionalizando el uso de agua, cuidando que no haya canillas abiertas en casa o goteando, tomando baños más cortos o lavando la vajilla sin dejar correr el agua.
Y dentro de esas acciones individuales, hay otra acción que es cada vez más importante para cuidar el agua y preservarla para las futuras generaciones de misioneros: registrar las perforaciones de agua subterránea, para permitir el monitoreo y preservación del recurso.
Las napas de agua que corren por debajo del suelo de Misiones son un reservorio que es preciso cuidar cada vez más. Apenas el 12 por ciento del agua de lluvias termina en las napas.
El geólogo Franco García Sosa de la empresa Aguas Misioneras lo explica: “Solamente el 12% de las precipitaciones se infiltran en los acuíferos, ya que el 52,63% se pierde por evapotranspiración y el 35,37%, por escurrimiento superficial”.
Esto da la pauta de que los acuíferos, “tardarían siglos y hasta milenios en recargarse”, agregó García Sosa.
Hasta hace un tiempo se pensaba que el agua subterránea era infinita. No es así, y como el petróleo, un día se acabará. También como el oro negro, el agua es un recurso cada vez más preciado.
Hoy en día muchos pozos perforados no están registrados en el Ministerio de Ecología, como establece la normativa vigente.
La importancia de registrar las perforaciones
El geólogo Franco García Sosa también se refirió a la importancia de que los pozos perforados estén autorizados y registrados por la autoridad competente.
“Los pozos que no están registrados y autorizados por el Ministerio de Ecología y R.N.R. se encuentran claramente en la clandestinidad, lo que trae como consecuencia los consumos desmedidos de las aguas subterráneas. Mientras el correcto registro y autorización de las perforaciones permite controlar el uso desmedido del recurso agua y hacer un aprovechamiento sustentable, racional y eficiente”.
Además, se considera que el registro de los pozos perforados permite el ahorro económico al realizar una perforación correcta; debido a la durabilidad de la misma, el respaldo y la seguridad ambiental.