El Gobierno de Misiones apoya la idea de autonomía fiscal que lanzó el presidente Javier Milei en su discurso del pasado 10 de diciembre, con motivo de cumplirse su primer año de mandato.
Dijo que está trabajando en una reforma impositiva estructural que “le devolverá a las provincias la autonomía impositiva que nunca debieron haber perdido”.
También explicitó el objetivo de esta idea: generar “Una verdadera competencia fiscal entre las provincias argentinas para ver quién atrae más inversiones”.
Según explicó en un artículo el economista de IDESA, Jorge Colina, la idea del Gobierno Nacional consistiría en modificar o eliminar la Ley de Coparticipación y permitirle a cada provincia que recaude lo que hoy son impuestos nacionales, como IVA o Ganancias.
Luego, cada provincia debería asumir gastos de los cuales hoy se hace cargo Nación, y también aportar a una caja común una porción para sostener el Gobierno central, para sostener por ejemplo, rubros como la Defensa Nacional.
En este marco, el vicegobernador, Lucas Romero Spinelli, se mostró a favor de la iniciativa y dijo que Misiones, que hoy es la séptima provincia del país, saldría beneficiada.
“Partiendo de la base de que la modificación de la alícuota de retribución requiere de la unanimidad (en referencia a la modificación pendiente hace 36 años de la Ley de Coparticipación), sería espectacular que el IVA quede acá, y después Ganancias, darnos la administración y después plenamente asumir el compromiso de seguridad, salud y educación, y un porcentaje de ganancias tienen (que quedarse) el Gobierno (Nacional) para la defensa, la ecuación cierra”, dijo el vicegobernador, en una entrevista con el canal de streaming, Al Diome.
“No todas las provincias producen lo mismo”, dijo Romero Spinelli, en referencia a que Misiones está claramente perjudicada por el reparto de los impuestos nacionales mediante la obsoleta Ley de Coparticipación.
Misiones es una de las provincias que menos Coparticipación recibe, si se toman los giros per cápita. Solamente las provincias ricas o petroleras reciben menos.
Según datos de la consultora Politikón Chaco, Misiones recibió en octubre apenas 103.000 pesos por habitante, lo cual es menos de la mitad de los 234.000 que recibió Formosa. En tanto, Chaco obtuvo 174.000 pesos por cabeza, mientras que Corrientes se llevó 122.000 pesos.
En términos absolutos Misiones también obtiene menos que Chaco, Formosa o Corrientes, siendo la provincia del NEA más poblada. Esto es así porque la Ley de Coparticipación no se actualiza, perjudicando a la tierra colorada como a pocos distritos en el país.
Romero Spinelli igual admitió que la Coparticipación tiene cierto carácter solidario. “Se hizo también para ayudar a las provincias que no tienen nada, como eran las del Sur en los comienzos de la Nación”, explicó.
Pero al reflexionar sobre la propuesta de “autonomía fiscal” a las provincias, sin dudas se mostró a favor.
“Está buena la idea, la había pensado varias veces”, definió.
“La provincia se beneficiaría, si es la séptima economía del país. Si recaudamos el 21% (por el IVA) y nos queda para nosotros, obviamente, después te tenés que hacer cargo de un poquito más de cosas”, señaló Spinelli.

Una reforma estructural
Para el economista Colina, la definición de Milei sobre la autonomía fiscal de las provincias “es extremadamente importante porque refleja que el presidente efectivamente tiene una reforma tributaria estructural de verdad en la cabeza”.
Así explica Jorge Colina cómo sería esa autonomía fiscal
Hay una ley que es la N° 23.548 que es la “ley de coparticipación”.
Esta “ley de coparticipación” no es un acto de “bondad” de la Nación con las provincias. Por el contrario, es una delegación de las provincias a la Nación de sus competencias tributarias para que la Nación recaude los impuestos y luego los distribuya entre la Nación y las provincias.
Por esta delegación, la Nación recauda los impuestos delegados, los manda a una misma bolsa (que se llama “masa de fondos a distribuir”) y desde esa bolsa los distribuye entre la Nación y cada una de las provincias mediante parámetros fijos. Esta es la coparticipación.
Un artículo muy importante de la “ley de coparticipación” es el 9°. Este artículo dice que la provincia que adhiere a recibir coparticipación, renuncia a la posibilidad de aplicar impuestos provinciales o municipales que sean análogos a los impuestos nacionales distribuidos con la coparticipación.
Devolución de autonomía = chau coparticipación
Recuperar la autonomía significa que cada provincia se pasa a financiar con los impuestos provinciales que se recauden en su territorio. Por esto es que, acto seguido, el presidente dice que esto llevará a: “… una verdadera competencia fiscal entre las provincias argentinas para ver quién atrae más inversiones”.
Si la Nación devuelve las autonomías impositivas, las provincias van a tener que salir a buscar inversiones para tener recaudación impositiva propia y, lo más importante, rendir cuentas al ciudadano por lo que hace con los impuestos que cobra. Este el pilar del desarrollo. Se llama correspondencia fiscal: el que gasta, recauda (y da la cara al contribuyente por cómo gasta).
Si esto llega a ocurrir, la Argentina puede definitivamente despegar. Porque lo que la hundió en la decadencia y el atraso es la “ley de coparticipación” donde las provincias renuncian a su capacidad de aplicar impuestos provinciales para quedarse en la zona de confort de recibir todos los días automáticamente, por el canal de la coparticipación, los impuestos que recauda la Nación.
Misiones recaudará en 2023 casi como un pequeño “país aparte”: más de 100.000 millones de pesos
Ojo con la instrumentación: hay que coordinar los impuestos provinciales
No sería lo mejor que cada provincia aplique los impuestos provinciales que quiera porque generaría una anarquía impositiva con muchos impuestos distorsivos y con doble o triple imposición. Lo que hay que hacer es lo que está haciendo Brasil.
Esto es, los gobernadores de una mayoría de provincias (no hace falta que sean todas; después pueden ir entrando las que no quieran hacerlo al inicio), haciendo uso de la autonomía impositiva devuelta, coordinan la unificación del actual IVA con Ingresos Brutos provinciales y tasas de industria y comercio municipales en un nuevo “IVA-unificado provincial”.
En el acuerdo entre las provincias se debe establecer que este “IVA-unificado provincial” se distribuya como hoy se reparte Ingresos Brutos, esto es:
- Si la venta ocurre dentro del territorio provincial, el 100% del IVA-unificado queda para esa provincia.
- Si es una venta entre provincias, la distribución del impuesto sería 50% para la provincia de origen y 50% para la provincia de destino.
De esta forma, con el “IVA-unificado provincial” se elimina la coparticipación, Ingresos Brutos y tasas de industria y comercio municipales, que son tres de las peores instituciones que tiene la Argentina porque dinamitan la competitividad de las provincias.
Con este “IVA-unificado provincial” los gobiernos provinciales y municipales estarán incentivados a desarrollar infraestructura física y social para generar competitividad y competir entre ellas para atraer inversiones.
El Presidente Milei dio en la tecla cuando dice que devolverá la autonomía impositiva a las provincias. Ahora le toca jugar a las provincias acordando entre ellas hacer un “IVA-unificado provincial” para eliminar la coparticipación, Ingresos Brutos y tasas de industria y comercio municipales. Este es el mejor escenario para las provincias para ponerse a trabajar en crear y ganar en competitividad en las economías regionales.
Si sale bien, es Argentina año verde.
Plan B/ IDESA / El Economista / Artículo de Jorge Colina