Por Joselo Prado
No hay dudas de que Uber irrumpió con fuerza en Posadas, donde un viaje se abarató considerablemente respecto a lo que sale el mismo trayecto en taxi, y en general, con mejores automóviles.
Sin embargo, ¿qué hay detrás de tantos beneficios inmediatos? ¿Quién está pagando la diferencia abismal entre uno y otro servicio?
En medio del desembarco de las nuevas aplicaciones, dialogamos con Alfredo Gamarra, secretario general del Sindicato de Peones de Taxistas de la ciudad, para conocer la situación actual de sus afiliados.
-¿Cuántos peones de taxis trabajan en Posadas?
-En la ciudad, si contamos entre taxis y remises hay 1.000, 1.100 peones, también hay 480 propietarios titulares, algunos poseen una unidad y lo ponen a trabajar con un chofer generando así un puesto de trabajo, o lo manejan ellos mismos, y después tenemos gente que tiene hasta 12 unidades trabajando.
-¿Cómo les afecto la llegada de Uber primero y ahora Didi?
-Hoy estamos viendo la realidad un poco más clara que hace unos años, cuando comenzó todo este boom de las aplicaciones, que para nosotros tuvieron una buena acogida por lo novedoso, en la forma de solicitar los viajes, que el cliente supiera quién lo iba a buscar y el precio pactado. Nosotros desde la Federación Nacional de Peones de Taxis advertimos a los prestadores de radiotaxi lo que se venía, que era el momento de que se unan, que la aplicación iba a aprovechar las vetas que estaban dejando abiertas, por ejemplo, trabajaban los feriados, sábados y domingos, días donde no se trabajaba y
prácticamente no había taxis. Esto y sumado a que no pagan impuestos, les permitió instalarse y cobrar esas tarifas que ofrecen, eso es una competencia desleal.
– ¿Qué medidas tomaron frente a esta situación?
– Recientemente, se implementó algo que nosotros veníamos manifestando a los concejales y era la necesidad de regular el servicio. De esta manera ya no pueden usar el pretexto de “que eran autos particulares” y por ende el Tribunal de Faltas no podía actuar bajo ninguna norma.
En la actualidad los taxistas y remiseros tienen que presentar una carpeta con los 23 ítems que se nos exige para habilitar los móviles, y las aplicaciones una vez que logran la prorrogación consiguen la habilitación para trabajar dentro de esta categoría, en este momento hay 78 vehículos inscriptos.
– ¿Creen que pueden competir contra estas aplicaciones?
-Nosotros ya nos aggionarnos y no estamos en contra de las aplicaciones, pero lo que exigimos son igualdades de condiciones, nosotros pagamos todo y ellos nada. Es llamativo la inseguridad con la que se le permite trasladar a los usuarios, lo que ya viene ocasionando accidentes inclusos fatales, ya está comprobado que es imposible que una aseguradora le otorgue un seguro a una persona transportada en un servicio que no está regulado.
Taxis y remises gozan de un seguro para personas transportadas porque tienen un reglamento, existe una norma que nos permite contratarlo asegurando así al pasajero. Esa es la diferencia con Uber, lo barato siempre sale caro, al final.
– ¿Qué ventajas pueden ofrecer al cliente?
Una de las ventajas es la seriedad de los choferes, yo personalmente firmo prórrogas a los taxistas por el tema del monotributo, y una de las condiciones para esto es la presentación de un certificado de antecedentes penales, el año pasado, no firme 147 prórrogas porque hubo compañeros que presentaban antecedentes por abusos sexuales, robo calificado, violencia de género, violencia familiar. Todas esas personas están en Uber, ya que, al no contar con la firma, el municipio no les realiza el trámite para obtener el carnet identificatorio, que va en los respaldos del móvil y que tienen todos los
datos del chofer.
Las aplicaciones no tienen un espacio físico, un domicilio legal, no tributan, la gente no tiene a quien reclamar, el cliente pide un servicio creyendo que es seguro, pero no lo es. Las normas están en su totalidad para proteger a los usuarios.
Esta es una profesión noble, no una simple changa para sacar un extra. Yo tengo 36 años detrás del volante y una cosa que disfrutamos, incluso los que alquilan el auto, es la de ser tu propio jefe, saber cómo manejarte para ganarte el pan, pero sin tener un patrón detrás de tuyo.
Es importante tener conducta, ser responsables, estar bien presentable, formar un vínculo con los pasajeros, ya que tenemos un poco de psicólogo, podemos hablar de cualquier cosa, de fútbol, de política, religión. Uber vino a sacudirnos, pero no nos tumbó.
Plan B/ 13-6-2025