Crucero del Norte, una de las empresas más emblemáticas de Misiones, celebra este mes sus 75 años de vida.
Se trata de una compañía que es sinónimo de transporte terrestre de larga distancia en Argentina y los países limítrofes, que está entre los principales empleadores privados de Misiones y que a lo largo de su historia ha sabido expandirse a actividades relacionadas a su rubro principal: transporte aéreo, transporte urbano, paquetería y hotelería.
Incluso Crucero del Norte asombró al mundo del fútbol con su extraordinario crecimiento meteórico, que lo llevó de jugar su primer partido en la Liga Posadeña casi por casualidad, a llegar a la Primera División apenas diez años después (2015). Un récord digno del libro Guiness de Récords Mundiales.
Pero lo que pocos conocen es la forma en que nació Crucero del Norte. Hablar de esta empresa es recordar a la figura de Don Demetrio Koropeski, fallecido en mayo del 2016 a los 90 años.
Demetrio Koropeski nació en Tres Capones en 1926, hijo de inmigrantes ucranianos y dueño de un gran carácter y determinación, siendo un adolescente se peleó con sus progenitores y se fue a vivir a Eldorado, sin otras pertenencias que lo que llevaba puesto.
“Tenía un gran carácter, hablaba muy poco, y era muy trabajador, además, tenía un profundo espíritu emprendedor”, lo describe un integrante del staff de Crucero que compartió varios años junto a Don Demetrio.
En Eldorado, un joven Demetrio Koropeski consiguió trabajo con la familia Ericssen, que tenía una empresa dedicada al expendio de combustible.
Hay que situarse en la época, Eldorado acababa de fundarse siete años antes por Don Julio Schwelm, el banquero alemán que dejó todo para fundar su colonia en la tierra colorada. Era una ciudad pujante y un verdadero crisol de razas, con tantos europeos como criollos.
El transporte automotor estaba por comenzar un auge, con el Ford T (primer automóvil fabricado en serie) aparecido 15 años antes.
En ese contexto, Demetrio Koropeski que vivía al costado de la ruta que llevaba a Posadas y a Iguazú, se dio cuenta que los viajeros necesitaban servicios, atención. Empezó a preparles comidas en el rato libre que le dejaba su trabajo con Ericssen.
Ahí observó las crecientes necesidades de viajar y transportarse hasta que un día a Ericssen le dieron un viejo Chevrolet casi inservible como parte de pago por una deuda.
Koropeski vio la oportunidad y le pidió a su empleador que se lo vendiera, que él se las arreglaría para hacerlo funcionar.
Los comienzos
Así fue como arrancó hace 75 años, en 1949, el primer viaje de El Crucero (así se llamaba entonces el emprendimiento) que iba a cubrir rutas zonales, conectando las pujantes y crecientes colonias del Alto Paraná.
Hoy en la sala de reuniones de la empresa, hay una enorme foto de ese primer vehículo que dio lugar a un crecimiento que acompañó los vaivenes del país. Así como también una maqueta que honra ese espíritu emprendedor y pujante de Don Demetrio Koropeski.
Una anécdota que pinta como vivía este pionero del transporte, y que llevaba el ADN del inmigrante emprendedor que buscaba progresar a base de esfuerzo, compromiso y una vocación de servicio: donde estaba su empresa, estaba su vivienda.
Tanto en la sede de Crucero del Norte en Uruguay y Monteagudo, como en las oficinas (y terminal) de Ruta 12, Don Demetrio tenía su propia vivienda.
“No se iba de vacaciones, siempre estaba con una sonrisa, para el trabajar era una verdadera pasión”, explica alquien que lo trató y que destaca entre otras virtudes su olfato para tomar decisiones críticas.
Crecimiento de la empresa
Desde aquél primer viaje de El Crucero en 1949, a este presente, la empresa pasó por innumerables períodos de crecimiento, crisis y transformaciones, como todas las empresas familiares que perduran en la Argentina.
Dos momentos de gran expansión para Crucero del Norte fueron en los años 90, con al desregulación del transporte de larga distancia, que le permitió empezar a cubrir la ruta Buenos Aires-Retiro y expandirse rápidamente a otros países de la región.
También la empresa por una cuestión de cercanía, supo expandirse en Paraguay, adquiriendo empresas de transporte en el vecino país. Hasta que en un momento apostó por una línea aérea con tres aviones Fokker 100 que cubrían la ruta Buenos Aires-Asunción.
Más acá en el tiempo, fundó la línea aérea regional Sol del Paraguay, que conectaba a ciudades como Encarnación-Asunción, Ciudad del Este y Pedro Juan Caballero.
Períodos
Otro momento de fuerte expansión de Crucero del Norte fue durante la segunda década de este siglo, cuando el transporte terrestre llegó a un auge en cantidad y calidad de servicios.
Como muchas otras empresas de transporte y rubros conextos, Crucero del Norte sintió fuerte el parate por la pandemia del Covid-19.
Hoy la empresa fundada por Don Demetrio Koropeski, y continuada por sus hijos Hugo y Julio Koropeski, encara el futuro con el nuevo marco normativo del sector, donde impera la desregulación como en otras áreas del Gobierno Nacional.
Peor más allá de los vaivenes coyunturales, apostando siempre a los valores que fueron el gran legado de Don Demetrio Koropeski: humildad, trabajo comprometido y vocación de servicio.
Plan B/ 10-11-2024